Delegación, Villa Cayetano Rubio, Col. Hércules. Seminario Menor de Querétaro.
19 de agosto 2016.
Mons. Faustino, Armendáriz Jiménez, se dio cita en las instalaciones del Seminario menor, la mañana del día, 19 de Agosto de 2016, para presidir la Celebración Eucarística, con motivo de la apertura de cursos del año escolar. En su homilía, Mons. Faustino, expreso:
«Bienvenidos a este nuevo ciclo escolar, en este nuevo camino de formación, que el seminario conciliar de Querétaro, les ofrece.
Bienvenidos también, padres que a los largo de este tiempo tuvieron la oportunidad de preparar estos cursos, especialmente, le damos la bienvenida al Padre Jorge Ramírez, que inicia una nueva etapa, en la cual, hoy, Dios le llama a servir en esta nuestra casa de formación. Y bienvenido cada uno de los formadores, Padre Rector Luis Salinas, el Padre, José Luis, que hoy cumple años, pedimos por el, a Dios.
Sin duda qué, algunos vienen por primera vez, porque muchos de ustedes ya estaban en el Semfam, otros, vienen de las convivencias vocacionales, y algunos, quizá no conocían el seminario.
Hoy, la palabra de Dios, nos indica, que muchos son los llamado y pocos los elegidos, y que, él que invita al banquete, que en este caso es Dios, para que vengan a convivir con su hijo Jesucristo. Sabe a dónde invitar, porque invito a unos y no quisieron, pero, salió a las calles y a los que encontró se los trajo.
Pues Dios, salió a las calles y llego a sus casas, llego a sus comunidades, llego a sus pueblos, llego a sus lugares de origen y se los trajo, por eso están aquí, no por casualidad, porque su mamá les dijo, o porque alguno los invito, todos esos son caminos de los cuales Dios se vale para que ustedes estén aquí. Qué bueno que, alguno de ustedes venga porque un seminarista le dio buen ejemplo. ¿Quién viene porque un seminarista le dio buen ejemplo? ¿Quién viene porque un padre les ayudó? ¿Quién viene porque su abuelita se los ordeno?
Porque, esta es una elección libre, y Dios nos quiere así, libres, que le demos una decisión, un sí, totalmente en libertad, porque Dios, es el que llama y eso quiere decir Vocación, a veces, me encuentro niños de 6 años que me dicen yo quiero ser Padre, yo quiero ser Obispo como tú, y algunos dicen, yo quiero irme al seminario, porque quiero ser Papa. No sé ¿qué querrán ser ustedes? ¿Qué quieren ser?, alguien ¿quiere ser obispo? o ¿quieren ser sacerdotes? Vamos a ser lo que Dios quiera, a final de cuentas. Por eso, el camino de formación, es una camino de discernimiento, y en este camino, ¿Qué es discernimiento?, ¿Alguien sabe? ¿Quién se imagina que es discernimiento?. Quien decidió pensarlo, re flexionarlo y llegar a una decisión.
Entonces, el camino del seminario, es un camino de discernimiento, quizá, muchos de ustedes lo vean muy largo, pero se va muy rápido. Dios no tiene prisa, lo que quiere es que lo conozcamos, nos formemos y nos formemos bien, eso es lo que quiere el.
Por eso, disfruten su adolescencia, y su juventud, disfrútenla, pero en la compañía de Dios, recuerden que están en el Seminario, y cuando entran en el seminario, ustedes entran en una casa, que les quiere ayudar, y para poderles ayudar, ustedes tienen que colaborar.
Aquí, hay también, jóvenes de segundo año y de tercero, pero, todos están en la primera etapa de formación. Así es que, ellos van adelante, pero ellos tienen la responsabilidad de darles ejemplo a los que van llegando, ¿o no?. Les van a dar ejemplo y les van a enseñar cosas buenas, y sobre todo enséñenles a ofrecer. Les van a enseñar con su ejemplo, no les van a dar un discurso. Les van a enseñar a obedecer, le van a enseñar, la enseña, dando ejemplo, les van a enseñar a trabajar, a trabajar se enseña trabajando. Enséñenles, a estudiar , está bien que ya saben ellos , pero con su experiencia , con su dedicación , su inteligencia, enséñenles como un seminarista debe estudiar , sin perder el tiempo, enséñenles a tratarse como hermanos, enséñenles cómo se lleva una amistad, no andar con críticas mal sanas, ni con malas conversaciones, enséñenles a crear un ambiente fraterno de hermanos.
A lo largo de este tiempo le va a hablar mucho de la vida, de la gracia, de dejarse guiar por Dios, de cómo amar a la santa misa todos los días, porque este es el alimento del sacerdote, tendrán que aprender maneras de oración, como dialogar con Dios, y así les irán enseñando, aquello que se necesita para darle una respuesta a Dios.
Pero, sobre todo y en primer lugar, sean jóvenes amigos de Dios, eso es lo que más importa, si tú te haces , amigo de Dios, Dios se va a desvivir por ti. Dios es el mejor amigo, y cuando tu tengas un amigo seminarista, esa amistad es en Dios , y cuando en la amistad esta Dios de por medio, estas abierto a ser amigo de todos , no de solo uno , eso nunca lo hagan, no. La amistad, es en Cristo,
Por eso, si son hombres de oración desde hoy, desde chiquitos, (el santo rosario, meditación como se les asigna, la adoración a la eucaristía, todos aquellos momentos que se aprovechan para ir creciendo en la amistad con Dios), crean qué, esto logra ir creando, “un corazón lleno del Espíritu Santo” y les ira cambiando, su corazón, en un corazón de carne, de tal manera que seamos sensibles, a la voz de Dios.
Nosotros, al menos yo lo viví en mi experiencia, que ustedes están viviendo, de entrar en desde la prepa, al seminario, incluso desde tercero de secundaria, y sabemos que, es un ambiente diverso del que vivimos en nuestra familia.
Pero, no lo tiene que ser tanto, porque esto se tiene que convertir en una familia, porque el mismo que los llamo a compartir esta comunidad, este banquete, es el mismo que llego a tu casa, que salió a las calles a invitar a los que si quisieron estar cerca de él .Por eso, démosle gracias a Dios hoy. Recordando a sus papás y pidan por ellos, ellos se quedan en buenas manos en las manos de Dios, y seguramente ellos, están tristes humanamente hablando, pero muy contentos porque están ustedes, en un lugar donde van a conocer más a Dios , pidan mucho por ellos.
Y cuando sea el momento de estar con ellos váyanse con ellos, no se vallan con otro compañero, váyanse con sus Papás, con sus hermanos, porque la familia es siempre es nuestro abrigo. Nadie ni nada suplirá a nuestra familia, pero al mismo tiempo la gran responsabilidad de decirle, sí a Dios, aquí estoy para hacer lo que tú quieras, porque tú me has llamado, y porque aquí estoy”.
Para dialogar con el, habrá muchos momentos y esta casa se presta , especialmente, ahí está la clave, en el Sagrario, ahí es donde podemos, nunca sentirnos solos, sino sentirnos siempre, con alguien que nos habla, que nos mira, que nos atiende y escucha , qué conoce nuestras miserias y debilidades , pero alguien que nos llama para seguirlo a él , para ser sus amigos.
Acudan también, a la Santísima virgen María, sabiendo que ella es nuestra Madre, que nos protege, y ese es el encargo que le da su hijo Jesucristo, que proteja a sus seminaristas, a sus sacerdotes
Que la formación sea para ustedes, un tiempo en el cual Dios les vaya marcando el paso para tomar una decisión para el futuro.
Los Sacerdotes que ustedes tienen para su formación quieren lo mejor para ustedes, nunca se enojen. Si algo decide que hagas es para tu bien, nunca para para tu mal. Por eso, la disciplina que hay en el seminario, es para que tú crezcas, aprendes a colaborar y a compartir y a saber que tú necesitas ser solidario cuando vives en comunidad,
Pues gracias por esta respuesta que le han dado a Dios, para estar aquí, gracias, a los padres formadores, por su generosidad por esta disponibilidad, para estar con ustedes, tarea, que algún día les tocara también realizar este servicio a la iglesia.
Que el Señor les bendiga Y que el señor bendiga este año que estamos comenzando en nuestro seminario.» Que, Así Sea.