El sábado 2 de febrero, en el Santuario de la Congregación inició la procesión de la santa Misa por la Vida Consagrada, presidida por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, en la que participaron religiosos y religiosas que trabajan pastoralmente en nuestra Diócesis, de ahí se dirigieron hacia la Casa General.
Mons. Javier Martínez Osorno, Vicario para la Vida Consagrada en la Diócesis de Querétaro, concelebró junto al Pastor Diocesano y sacerdotes religiosos.
En la homilía, Mons. Armendáriz dijo a los consagrados y consagradas: «En el Año de la Fe ustedes, que han acogido la llamada a seguir a Cristo más de cerca mediante la profesión de los consejos evangélicos, están invitados a profundizar cada vez más su relación con Dios. Los consejos evangélicos, aceptados como auténtica regla de vida, refuerzan la fe, la esperanza y la caridad, que unen a Dios. Esta profunda cercanía al Señor, que debe ser el elemento prioritario y característico de su existencia, les llevará a una renovada adhesión a él y tendrá un influjo positivo en su particular presencia y forma de apostolado en el seno del pueblo de Dios, mediante la aportación de sus carismas, con fidelidad al Magisterio, a fin de ser testigos de la fe y de la gracia, testigos creíbles para la Iglesia y para el mundo de hoy».