JORNADA MUNDIAL DE AYUNO Y ORACIÓN POR LA PAZ EN SIRIA
La Diócesis de Querétaro se une a la invitación realizada por Su Santidad el Papa Francisco, el próximo sábado 7 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, en la víspera de la Natividad de María, Reina de la Paz, una Jornada de Ayuno y de Oración por la Paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero, esta invitación es extensiva también a los hermanos de otras religiones y grupos religiosos.
Con la Circular N° 28 de Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, dirigida a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a todos los fieles laicos y a los hombres y mujeres de buena voluntad, convoca:
“Nuestra Diócesis de Querétaro se une a esta iniciativa con ocasión y aprovechando el Segundo Festival por la Vida, para que en continua oración y en espíritu de penitencia imploraremos a Dios este gran don en favor de la paz de la querida nación Siria y para todas las situaciones de conflicto y de violencia que en el mundo, en México y los demás pueblos que sufren ante el crimen y la violencia. La humanidad tiene necesidad de la paz y de oír palabras de esperanza y de ánimo. Ofreceremos la Eucaristía del festival por la vida con esta intención”.
Continúa el Pastor Diocesano en su circular: “Además de vivir esta jornada de ayuno, pido que en la Iglesia Catedral, los Santuarios Marianos, la Basílica de Soriano, los templos parroquiales, rectorías y capillas, a los miembros de la vida consagrada que ofrezcan la Santa Misa y Horas Santas pidiendo por la paz, y a todos los fieles para que ofrezcan su comunión del día y un pequeño sacrificio con esta misma intención. Encomendemos al amparo de la Santísima Virgen de Guadalupe esta Jornada Mundial de oración por la paz de Siria y el Medio Oriente y que el festival por la vida sea un momento importante de comunión con el Santo Padre”.
En una nota que difundió la Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Vaticano para esta ocasión, ofrecieron algunos puntos de reflexión sobre el significado del ayuno y la oración. “El día de ayuno, indica, no debe ser entendido exclusivamente según las formas jurídicas del Código de Derecho Canónico; ‘sino en un sentido más amplio, que implique libremente a todos los fieles: los niños, que voluntariamente cumplen renuncias a favor de sus coetáneos pobre; los jóvenes, muy sensibles a la causa de la justicia y de la paz; todos los adultos, menos los enfermos, sin exclusión de los ancianos’”.
“Fieles a la tradición bíblica, los santo padres han tenido en gran consideración el ayuno. La práctica del ayuno facilita la apertura del hombre a otro alimento: el de la Palabra de Dios y del cumplimiento de la voluntad del Padre; y en estrecha conexión con la oración, fortifica la virtud, suscita misericordia, implora el socorro divino, conduce a la conversión del corazón”.
El documento del Vaticano, al finalizar explica que “la práctica del ayuno está dirigida al pasado, al presente y al futuro: al pasado, como reconocimiento de las culpas contra Dios y contra los hermanos, de las cuales todos estamos manchados; al presente, para aprender a abrir los ojos hacia los otros o la realidad que nos rodea; al futuro, para acoger en el corazón la realidad divina y renovar, a partir de don de la misericordia de Dios, la comunión con todos los hombre y con la entera creación, asumiendo responsablemente la tarea que cada uno de nosotros tiene en la historia”.
En la Diócesis de Querétaro, el mismo 7 de septiembre, tendremos la celebración del Segundo Festival por la Vida, cuyo objetivo es avanzar en una cultura de la vida, ante tanta violencia y muerte que se ha generado en nuestro país en los últimos años, por causa del aborto, debido a la despenalización del mismo.