BENDICIÓN, PROCESIÓN Y CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA DOMINGO DE RAMOS 2019

Santa Iglesia Catedral, Ciudad Episcopal, Santiago de Querétaro, 14 de abril de 2019

El domingo 14 de abril de 2019, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, realizó el rito de la bendición de palmas en la Parroquia del Sagrado Corazón (Templo de Santa Clara), ubicado en el Jardín Guerrero, para posteriormente iniciar la Procesión Solemne del Domingo de Ramos hacia Santa Iglesia Catedral, donde Monseñor Faustino Presidió la Sagrada Eucaristía. Concelebraron esta Santa Misa, el Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga, Pbro. Rafael Gavidia Arteaga, Pbro. José Luis López Gutiérrez y M.I. Sr. Cango. J. Guadalupe Martínez Osornio, Rector de la Catedral.

En su Homilía, Mons. Faustino dijo:

“Mis queridos hermanos y hermanas todos en el señor, con alegría y con mucha esperanza damos inicio a la semana santa en la que unidos a los cristianos de todo el mundo queremos conmemorar el misterio pascual de Jesucristo y así experimentar en nuestra vida el misterio de la redención, el itinerario cuaresmal que hemos iniciado hace ya casi cuarenta días en esta etapa final el día de hoy se obstinan el propósito de ofrecernos una nueva oportunidad para que nos decidamos a seguir a Jesús, para que tomemos decisiones y le reconozcamos en nuestra vida como aquel que viene en el nombre del señor a salvarnos y convencidos de su palabra le sigamos de cerca hasta llegar a reconocerlo como señor de nuestra vida y de nuestra historia, es por eso que la liturgia de la palabra en este día nos hace una insistente invitación mediante dos acciones muy concretas; la conversión y el seguimiento, acciones muy propias del discípulo o de aquel que dice seguir a Jesús, porque la pasión es el evangelio del seguimiento de Jesucristo hasta la cruz, no hay de otra… pero también hasta la gloria, porque la pasión es un combate, un combate que inicia en el desierto con satanás y posteriormente donde el demonio sigue haciendo de las suyas metiéndose en Judas y debilitando a Pedro, un combate que estamos invitados a vivir la experiencia contra el mal, por eso conversión y seguimiento son dos acciones pero también dos exigencias ¿Qué significa la conversión? ¿Qué significa el seguimiento? La conversión, cuando Dios creo al hombre a su imagen y semejanza lo hizo con la intención de establecer con cada uno una relación de amistad y cercanía, de confianza, de familiaridad hizo todo y dispuso todo para que entre el y nosotros existiese una relación íntima que en él y con el viviéramos una vida plena, sin embargo nosotros recordamos aquella narración del paraíso, el ser humano al hacer mal uso de sus facultades humanas en un momento decidió romper esos lazos de amistad y violenta las relaciones de familiaridad, violenta las relaciones de cercanía con Dios como lo hacemos nosotros con el pecado trayendo como consecuencia la muerte, sin embargo tenemos la alternativa de cambiar siempre, en cualquier situación y hacer creíble nuestra vida solamente con los frutos de nuestro cambio, Dios no se conformó con aquella violencia contra él, hizo todo y volvió a disponer todo para volver a establecer una alianza entre él y cada ser humano y prepara un plan, el plan de salvar al hombre enviando a su hijo el cual se encarna y se hace humano como nosotros menos en el pecado, el viene a reconciliarnos, a restablecer el camino para volver al padre, esa es la misión de Jesús y eso es lo que conmemoramos especialmente en esta semana santa.”

“Jesús centra su mensaje en la constante invitación a la conversión más aun así inicia su mensaje, conviértanse crean, es decir el deseo de volver a establecer lazos de amistad con aquel que nos creó, el tiempo de Dios se ha cumplido, el reino está cerca, crean en la buena nueva, conviértanse, en la predicación de la iglesia esta llamada se dirige primeramente a los que no conocen todavía a Cristo y su evangelio, por eso el bautismo es el lugar principal de la conversión primera y fundamental, por la fe en la buena nueva y por el bautismo se renuncia al mal y alcanza la salvación, es decir la remisión de todos los pecados y del don de la vida nueva, todo eso se le sigue explicando a los padrinos y a los papás cuando van a bautizar a una creatura pero también y sobre todo a los que habiendo sido bautizados (nosotros) nos hemos alejado del camino de la vida, del camino de la santidad. La llamada de Cristo a la conversión sigue resonando en la vida de los cristianos, por eso siempre es bueno asistir a los ejercicios espirituales en cuaresma porque ahí reflexionamos, reflexionamos y escuchamos la voz de Dios a través del predicador, esta es una segunda conversión y es una tarea ininterrumpida para toda la iglesia que recibe en su propio seno a los pecadores y que siendo santa al mismo tiempo que necesitada de purificación, y tú y yo somos esa iglesia, busca sin cesar la penitencia y la renovación, este esfuerzo de conversión no es solo una obra humana es el movimiento del corazón contrito, del corazón de veras arrepentido atraído y movido por la gracia, a responder al amor misericordioso de Dios que nos ha amado primero. La conversón como dijimos los obispos en aparecida, es la respuesta inicial de quien ha escuchado al señor con admiración, cree en el por la acción del espíritu santo y se decide a ser su amigo e ir tras él. Hay muchos ejemplos de conversión, incluso aquel que le ruega el cielo a Cristo, el ladrón arrepentido, el centurión aquel que en aquel momento de contemplación del crucifijo y de violencia confiesa –  verdaderamente este era el hijo de Dios – pero ¿Cómo es que Dios nos ha amado? Nos ha amado enviándonos a su hijo para dar la vida por nosotros quien padeció, murió y resucitó, en este sentido la conversión consiste en creer en la muerte y resurrección de Jesús, como realidades que se han dado para cada uno y que solo de la mano de Cristo es posible conocer, convertirse significa creer en Jesús que se ha dado a sí mismo por mí, esto es lo que decimos en la misión cuando visitamos las casas, Dios te ama y ha dado su vida por ti, esta es la clave y si quieren el secreto del misionero, hablar del amor de Dios confiándome a la potencia de su perdón dejándome tomar de su mano.”

“La conversión es aquella actitud de todos aquellos espectadores que estuvieron delante de la cruz y que volvieron a sus casas golpeándose el pecho reconociendo el mal que se había hecho. Esperamos que el señor nos diga; yo te aseguro que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso, como se lo dijo al ladrón, pero al ladrón arrepentido, dejémonos cautivar por el amor de Dios y aprovechemos esta nueva oportunidad, que no sea una semana santa más. En segundo lugar, el seguimiento, la segunda actitud a lo que la palabra de Dios hoy nos comparte, es que el señor nos invita después de habernos motivado a la conversión, nos invita a seguirlo, reconocerlo como señor significa aceptarle como quien nos indica el camino, la terquedad nuestra nos dice por acá, sin embargo, el señor no se cansará de seguir señalándonos el camino. Por eso sometámonos, nos sometemos a él porque él es la autoridad de la verdad, cuando no seguimos a Jesús no recorremos el camino de la luz, nosotros rechazamos la luz y preferimos las tinieblas, Jesús nos permite ser sus amigos porque nos ha dado la clave de la vida, esta alegría que se encuentra en el origen es también expresión de nuestro sí a Jesús y de nuestra disponibilidad a caminar con él allí donde él nos lleve.”

“La exhortación del inicio de nuestra liturgia interpreta justamente el sentido de la procesión que hemos hecho, es también una representación simbólica de lo que llamamos seguimiento de Cristo, por eso pidamos la gracia como dijimos de seguirle, la expresión seguimiento de Cristo es una descripción de toda la existencia cristiana ¿En qué consiste, que quiere decir en concreto seguir a Cristo? En los primeros siglos el sentido era muy sencillo e inmediato, significa que estas personas habían decidido dejar su profesión, sus negocios, toda su vida para ir con Jesús, así nos lo testifica el evangelio, significaba emprender una nueva profesión la de discípulo, un llamado de Jesús, el contenido fundamental de este llamado consistía en ir con el maestro, confiar totalmente en él, el aspecto exterior consistía en caminar tras Jesús en aquellas largas peregrinaciones por palestina, el interior es la nueva orientación de la existencia que ya no tenía sus mismos puntos de referencia en sus negocios, en su profesión, en sus intereses en la voluntad personal, sino que él discípulo que seguía a Jesús se abandonaba totalmente a la voluntad de otro, ponerse a su disposición se había convertido en la razón de su vida. Así queda claro lo que significa el seguimiento y su verdadera esencia, se trata de un camino interior de la existencia, exige en ya no me cierre en mi yo, considerando mi autorización como la razón principal de mi vida, exige entregarme libremente al otro por la verdad y por el amor y ponerme al servicio de la verdad, de la verdad de Dios y del amor.”

“Queridos hermanos aprovechemos esta semana santa para asumir estas dos actitudes en nuestra vida, dejemos que el testimonio de Jesús toque nuestra vida de tal forma que seamos capaces de reconocerle como nuestro señor, aquel que ya nos ha salvado, aquel que ha derramado su sangre por mí, hay que tener en cuenta que verdad y amor no son abstractos, Jesús se entrega, Jesús se autodenomina la verdad, Jesús nos muestra su amor. Concretamente en este día quiero dirigirme especialmente a los jóvenes aquí presentes reunidos para celebrar la XXXIV Jornada mundial de la Juventud, quiero invitarles para que se dejen cautivar por la persona de Jesucristo vivo, de ese Jesucristo que sube a Jerusalén, de ese Jesucristo que asciende para padecer y morir por ustedes, por mí y por nosotros, sube a Jerusalén para lo que nadie se ha atrevido a hacer, dar la vida por los malhechores, por los pecadores, es decir por ti y por mí, por la humanidad. Como nos ha dicho el papa Francisco en su reciente exhortación, los discípulos escucharon el llamado de Jesús a la amistad con él, fue una invitación que no los forzó, sino que se propuso delicadamente a su libertad, vengan y vean, les dijo y ellos fueron vieron donde vivía y se quedaron con él aquel día, después de ese encuentro intimo e inesperado, dejaron todo y se fueron con él. Busquemos y aceptemos esa amistad con el amigo que nunca falla y digámosle a los ojos, Jesús amigo mío quiero caminar contigo en tu camino hacia la paz, quiero morir contigo ahí por mis hermanos, por la humanidad para que juntos podamos resucitar a la vida nueva donde reiremos contigo. Hermanos, dejemos todos que esta semana santa la virgen María nos acompañe también, María iba en silencio, nos enseña a guardar silencio, no todo es ruido y comentario porque no es necesario, en el silencio se escucha la voz de Dios, en el silencio nosotros podemos orar de verdad, en el silencio podemos discernir mejor y más aún podemos escuchar que es lo que quiere Dios, María sabrá orientarnos para volver el corazón a Dios, ella sabrá orientarnos para saber enfilarnos entre los seguidores de su hijo, nos ayudará en nuestras luchas de cambio, de conversión, nos ayudará en el camino del seguimiento de su hijo levantándonos en nuestros tropiezos. Pidámosle a ella que nos revele los secretos, que nos ayude para mejor vivir esta semana, como su nombre nos dice, como una semana santa. Que así sea.»

Al término de la Celebración, Mons. Faustino realizó el rito de la bendición de los Santos Oleos, los cuales son tres:  El Santo Crisma, usado para ordenaciones, confirmaciones, bautizos y consagraciones de altares e iglesias; el Óleo de los Catecúmenos, usado para el Bautismo, y el Óleo de los Enfermos, usado en el Sacramento de la Unción de los Enfermos.