La comunidad de las Hermanas Filipenses Misioneras en Ezequiel Montes compartieron su alegría por la conclusión del tan anhelado Centro Social Comunitario “Jesús Obrero” este 16 de febrero. El Sr. Obispo D. Faustino Armendáriz Jiménez acompañó a la comunidad y a los fieles en el acto oficial de inauguración, posteriormente bendijo esta obra que cobijará a mujeres, niños y familias que encontrarán en el, impulso, capacitación y seguimiento en diversas actividades.
Destacaron el empeño del patronato, el trabajo constante por unir voluntades, llamado a la solidaridad y coordinar esfuerzos, tanto del gobierno federal, estatal y de los migrantes de Ezequiel Montes en Estados Unidos.
Mons. Armendáriz felicitó a las Hermanas Filipenses Misioneras y reconoció el trabajo de promoción humana que desarrollan en la comunidad de Ezequiel Montes. Este centro comunitario tiene una vocación de ser consuelo a los necesitados siendo alegría para los rostros sufrientes atormentados por la ignorancia, la pobreza y la necesidad.
“Las palabras son cortas en este día para expresar la gran alegría que tenemos. Esta obra tiene como objetivo la atención a las familias y en particular a las mujeres y los niños, es un espacio de encuentro fraterno y de superación humana y para capacitación en el trabajo. Sabiendo de la necesidad y del hambre de Dios para que las familias tengan esa vida de Dios”.
Muchos logros y satisfacciones de quienes han pasado y pasarán por esta obra social en donde todos tienen oportunidad de una vida digna. El señor obispo Don Faustino destacó que Dios se hace presente con obras y este Centro Comunitario de Jesús Obrero recuerda a todos el amor de Dios.
Acompañó en la bendición de este espacio de promoción comunitaria el Sr. Cura Pbro. Francisco Javier Jiménez López, párroco de la Divina Providencia en Ezequiel Montes.
Las Hermanas Filipenses Misioneras continuarán su labor pastoral en el Centro Social Comunitario “Cristo Obrero” donde atenderá con cursos de capacitación para el trabajo, clases de regularización para menores y de alfabetización para los adultos, en un edificio de 545 metros cuadrados.