Santiago de Querétaro, Querétaro, 28 de noviembre de 2019
El miércoles 28 de noviembre de 2019, el Pbro. Lic. José Martín Lara Becerril, presidió la Santa Eucaristía, con motivo de la bendición del altar barroco, en la capellanía de Santa Rosa de Viterbo, ubicada en Calle José María Arteaga esquina con Ezequiel Montes, Col. Centro, Qro., perteneciente a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, Santa Clara, del Decanato de Santigo, concelebraron el Pbro. Jesús Galván, Pbro. Miguel Saldaña, Pbro. Daniel Rendón y el Pbro. Omar Neftalí Arreola.
Al inicio de la celebración, el padre Martín compartió diciendo: » Hoy se destina por primera vez esta nueva sede al uso litúrgico, alabemos queridos hermanos a nuestro Dios y Señor que se digna a hacerse presente en sus misterios dedicados a las funciones sagradas para enseñar, dirigir y santificar a los fieles y pidámosle que haga cada vez más dignos a los que ejercen el Santo Misterio«.
En el momento de la homilía comento: «Estamos en un día especial para nuestra rectoría de Santa Rosa de Viterbo, en esta comunidad, nosotros nos hemos preparado de una manera muy consciente y llevamos ya mucho tiempo, muchos días, preparándonos para este momento. Y por justo, hoy para nosotros, la rectoría de Santa Rosa de Viterbo es un día especial, nos hemos preparado con mucha alegría, con mucha esperanza y hoy a llegado este momento, por lo tanto, este es un tiempo de Dios, es un tiempo de salvación, en el cual Dios se hace presente a través de los signos, a través de muchos signos para alcanzarnos la salvación.
La liturgia por su propia naturaleza nos pide llevar el desarrollo de los ritos litúrgicos para la salvación realizada en los sacramentos. Una Iglesia tiene que tener tres lugares muy importantes que no pueden fallar, el primer lugar y el más importante es el altar, porque es el lugar donde Cristo se ofrece como victima por nosotros y por nuestra salvación; el segundo lugar es el ambón, porque el ambón es el altar de la Palabra, es el lugar desde donde Dios nos habla, desde donde Dios va guiando a su pueblo con las palabras de la Buena Nueva de la Salvación; y el tercer lugar importantísimo, que no puede faltar en una Iglesia es la sede, como el lugar desde donde se preside a la Asamblea, es el lugar desde donde se dirige a la Asamblea.
Santa Rosa de Viterbo es un templo barroco que tenia estos tres lugares celebrativos, por la propia naturaleza del templo, por los espacios, nos pedían que estos tres lugares celebrativos los tuviéramos acordes con el arte, con la espiritualidad y con la historia de este templo. Hoy tenemos la oportunidad de tener a nuestro servicio la sede, la sede barroca, y por lo tanto le damos gracias a Dios por todo su cariño al contar ahora nosotros con este servicio litúrgico que es la sede y la sede barroca.
En segundo lugar, quiero hacer una reflexión acerca de este espacio celebrativo, porque nosotros podemos decir, tenemos la sede, esta muy bonita, pero ¿Qué significado tiene la sede? ¿Para que nos sirve la sede en una Iglesia? La sede no es un mueble, no es una obra de arte, la sede es una presencia, y es una presencia cristológica y por lo tanto divina; entonces la sede es una presencia y cuando nosotros decimos que la sede es una, es porque hay un solo Dios y padre de todos, es porque hay un solo maestro que sabe todo, es porque hay un solo Espíritu que hace la comunión de la Iglesia, por lo tanto es una y única, en un templo no puede haber dos sedes, es una y única y tiene que ser inconfundible; la sede es el espacio idóneo que hace visible el oficio de Cristo, como cabeza, pastor y maestro. Ya desde los primeros siglos de la Iglesia nosotros tenemos una vivencia realmente muy importante porque se cuenta que las comunidades cristianas ellos se complacían en la contemplación de Cristo como maestro y doctor en la sede, es decir, sentado como maestro, ya desde las imágenes más antiguas, así eran las primeras comunidades cristianas, Cristo sentado como maestro en la sede y la comunidad contemplaba esta imagen tan hermosa. Cristo cabeza en la sede es el vínculo de la unidad de la Iglesia, es el que enlaza todas las fuerzas, todos los carismas y todos los dones que tiene la Iglesia, es el que los ordena, por eso la cabeza es la que articula todo lo del cuerpo, así Cristo en la sede es el que articula todos estos elementos.
Cristo Pastor en la sede, desde este lugar, Cristo va delante como buen pastor, y va adelante con su palabra, piedad y misión que conduce a la salvación, que apacienta por los caminos de la santidad, que hace un solo rebaño y un solo pastor, es decir, Cristo sentado en la sede es el Pastor que conduce y lleva adelante a las ovejas. Es el Buen Pastor.
Cristo Maestro en la sede, es el que tiene la verdad, el que enseña la verdad y el que ayuda a vivir la verdad, la sede es la escuela del maestro, si nosotros dijéramos: Jesús es maestro, nosotros decimos es maestro y ¿Cuál es su escuela? La sede, el enseña desde allí, esa es la escuela de Jesús, es la escuela del maestro. La sede es el lugar de la presidencia del sacerdote de la nueva alianza y desde allí el sacerdote presenta la oración a Dios como una ofrenda, todas las oraciones de la Misa se hacen desde la sede y esa es la ofrenda que el pueblo presenta a Dios. Desde la sede se ora con la Asamblea reunida, y Cristo es la cabeza, es decir, desde la sede se ora, y el primero en orar es Cristo, es el maestro como cabeza de la comunidad. Desde la sede se dialoga con el pueblo unificándolo en una sola voz, es muy bonito como el que preside la asamblea, en este caso Cristo, que preside la Asamblea, Él dirige la oración, inicia la oración y el pueblo entonces a una sola voz se une a la oración de Aquel que preside la Asamblea. Y también desde este lugar la oración, que es un diálogo, el sacerdote en nombre de Cristo dialoga con la comunidad y la comunidad dialoga con el sacerdote, es el lugar que invita a la oración ferviente.
Desde este lugar dirige la oración como orante personal al padre y como cabeza orante de la comunidad, si nosotros dijéramos el lugar que manifiesta más plenamente la oración es la sede, porque desde ahí el que preside ora en nombre de la comunidad y con la comunidad, la sede es el lugar propio desde donde se dirige la Asamblea, la oración de la Asamblea reunida.
En resumen, nosotros pudiéramos decir que en la sede hace presencia Cristo y que en la persona del presidente la Asamblea allí reunida es como viene conformada. La sede entonces hace presente a Cristo en la persona del sacerdote que esta la frente de la Asamblea, por eso, hermanos católicos, la sede es el signo de Cristo vivo, resucitado y glorioso y ha de ser bella, la sede ha de ser bella ¿Por qué ha de ser bella la sede? Porque es grande la riqueza de Cristo al cual representa y es bella la fe que se tiene en Cristo; por eso la sede en una Iglesia ha se ser bella, porque es bello Cristo, es bello el misterio, es bella la fe en Él.
La sede a de ser un lugar visible, porque Cristo es la imagen visible del Padre, que la comunidad pueda verla, que la comunidad pueda distinguirla plenamente, que la comunidad pueda dialogar fácilmente con el presidente, por eso la sede tiene que ser única, bella y visible. Es el lugar teológico que hace presente a Cristo resucitado.
La sede tiene una riqueza espiritual muy grande, el sacerdote, sentado o de pie en la sede, representa a Jesucristo orante, maestro, cabeza y pastor.
La sede es el lugar de Cristo, y el sacerdote que lo representa entonces es el sacerdote sentado en la sede que representa a Cristo orante, maestro, cabeza y pastor. Por eso hemos tenido una preocupación especial porque esta sede barroca, que nosotros hoy hemos bendecido y puesto al servicio, esta sede barroca tenga estos elementos de una manera muy clara. La sede barroca que hoy hemos bendecido en su parte primera tiene cuatro signos, que son los cuatro evangelistas, lo que escuchamos en la segunda lectura: el león, el toro, el águila y el hombre, es el signo de la palabra viva, del anuncio y del Evangelio.
El centro de la sede lo ocupa el Cristo de este icono tan bonito que es Cristo Pantocrátor que es Jesús maestro, que por excelencia enseña la verdad, por eso esta con el Evangelio en su mano y sus manos las tiene en actitud de enseñanza. De hecho, este Cristo Pantocrátor que tiene la sede es un eco del Cristo Pantocrátor que esta en la parte más alta del templo, es lo que le da el sentido a todo el Templo de Santa Rosa de Viterbo este Cristo Pantocrátor, y por eso hemos querido colocarlo en la sede como un eco, como una presencia clara del Cristo maestro. La fuerza y presencia del Espíritu Santo ilumina, sostiene e impulsa la oración, la presidencia y la proclamación, por eso, en nuestra sede barroca que hemos bendecido, si ustedes se fijan, el Espíritu Santo, con sus alas abiertas, es el signo de la iluminación, de la inspiración, es el signo de la fuerza de la verdad. Este Espíritu Santo esta en medio de un cortinaje abierto, porque aquí en Santa Rosa de Viterbo las cortinas se abren para presentar los misterios de Dios y entonces abrimos la cortina de la sede y nos encontramos con el Espíritu Santo que ilumina, sostiene y proclama la verdad del Evangelio de la Iglesia orante,
La corona y los angelitos representan la gloria, junto al color dorado y por tanto diríamos que la sede es el cielo materializado en la tierra, es el cielo presente en la tierra. Las seis caritas son los ángeles y el color dorado es el color del cielo. Por lo tanto, la sede barroca de Santa Rosa de Viterbo es una obra de la comunidad, toda la comunidad ha madurado para que esta sede hoy sea una realidad; es una obra de la comunidad, la sede barroca de Santa Rosa de Viterbo es un regalo para la comunidad, ustedes hermanos católicos se la merecen, ustedes merecen tener algo digno, bello que sostenga la belleza del misterio que representa; por eso esta sede barroca es de la comunidad y es para la comunidad, ustedes la merecer, esta sede barroca es una ofrenda para Dios, para ayudar a tener una liturgia viva, plena, consciente y activa, porque los signos nos ayudan, nos transportan, los signos nos llevan a realidades completamente diferentes y los signos nos abren al misterio.
La sede barroca es un tesoro histórico, cultural, artístico, pero sobre todo espiritual, de Santa Rosa de Viterbo para el mundo, todos sabemos que Santa Rosa de Viterbo es un Patrimonio de la Humanidad, hoy, al poner esta sede barroca aquí, entonces a partir de hoy esta sede será historia, cultura, espiritualidad, será fe compartida a todo el mundo.
Indudablemente estas imágenes que nosotros tenemos de esta sede barroca, en unos instantes más serán parte del patrimonio del mundo.
Gracias a todos por tener y querer este espacio barroco y a todos ustedes hermanos por tener aquí en Santa Rosa de Viterbo su corazón espiritual, todos los que estamos aquí en la Misa es porque decimos, nos gusta Santa Rosa; queremos estar en este templo, aquí nosotros venimos a orar, aquí venimos nosotros a llorar, aquí venimos nosotros a fortalecernos en la fe, aquí nosotros venimos a escuchar a Dios, aquí nosotros venimos a encontrar el camino de la salvación y por lo tanto aquí esta nuestro corazón espiritual, aquí en este lugar. Nosotros aquí encontramos nuestra fe, la fortalecemos y aquí nosotros esperamos encontrar la salvación, por lo tanto, que Dios nos bendiga a todos ustedes que aman este lugar y tienen aquí su corazón espiritual. Sabemos nosotros que Santa Rosa de Viterbo se distingue por su belleza, se distingue por su arte, se distingue por toda su parte artística, y nosotros, los que diario estamos aquí, los que con frecuencia venimos a este lugar sabemos que la belleza es una manifestación fuerte de Dios y que la belleza salvara al mundo. Que así sea.»
El padre Martín agradeció el cariño que le tienen al Templo de Santa Rosa de Viterbo y les dio la bendición.