.
Améalco de Bonfil, Querétaro, Qro. 24 de Enero de 207.
Siguiendo a delante con el itinerario de las Asambleas Decanales de Pastoral, en las que Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, en compañía de la Vicaria de Pastoral, hacen presencia en cada decanato, el día 24 de Enero de 2017, se llevo a cabo la tercera Asamblea Decanal de Pastoral, en esta ocación correspondió al Decanato de Santa María (Amealco), en el transcurso de la Asamblea cada parroquia presentó:
- a) Programación impresa del Plan de Pastoral Parroquial.
- b) Objetivo y Lema Parroquia.
- c) Explicación del avance, en el proceso de la “Misión Permanente”. (Encuentro, discipulado, envío, frutos).
- d) Fechas específicas en las que, se impartirán los siguientes cursos:
o Estudio del plan Diocesano de Pastoral.
o Curso Básico de Pastoral.
o La Renovación de la Parroquia.
Al término de la presentación de cada una de las parroquias, Mons. Faustino, presidió la Sagrada Eucaristía, al inicio les dijo:
“Convocados por la Santísima Virgen María en este hermoso templo, hemos realizado hoy esta asamblea decanal, con la seguridad, de que los frutos los da Dios y que nosotros trabajamos para que estos frutos se manifiesten en nuestras comunidades.
Dios está con nosotros y vive con nosotros dejémosle que s e quede con nosotros alejando toda situación de pecado reconociendo nuestra historia pero también reconociendo que somos bienaventurados cuando luchamos por ser limpios de corazón.” Ya en la homilía , nuestro Pastor Diocesano expresó:
“Muy queridos hermanos todos en el Señor, les saludo en esta celebración Eucarística dándole gracias a Dios junto con ustedes por todo lo que él hace, y porque nos tiene en cuenta como si existiéramos solitos, pero nos tiene en cuenta en comunidad, no se concibe la salvación, no se concibe el caminar por esta vida como seguidores de Jesús, no se concibe a un discípulo misionero solo, sino en comunión, en comunidad; por eso, esta tarea que les proponemos en el PDP. , en su objetivo General, mediante la Espiritualidad, mediante la Comunión, llegar a construir el reino, es una tarea que solo la podemos hacer con la ayuda de Dios, pero también el Señor necesita que le digamos sí, como se lo dijo la virgen, para con libertad llegar a ser parte del plan de Dios.
Como es que le decimos a Dios “Aquí estoy”, si no estamos dispuestos, como es que le decimos a Dios Aquí estoy, sino colaboramos. El decir Aquí estoy implica una disponibilidad total, y una gran fe en Dios. Y que ese “aquí estoy “, lo demostremos en todos los días de nuestra vida.
Decirlo es fácil, sin embargo, cuando examinamos nuestra vida ¿podemos decirle a Dios? “Aquí estoy para hacer tu voluntad”.
En este caminar es importante detenernos y revisar nuestra vida a conciencia, viendo frecuentemente, sino es que diario. ¿cómo hemos hecho la voluntad de Dios?
En cada una de las presentaciones de la programación que han hecho las Parroquias, ahí está Dios, ahí está ese esfuerzo, que nadie nos desvié del camino, que ninguna prueba o atractivo nos desvié a otros caminos que no sean el hacer la voluntad de Dios.
En la disipación en medio de todo el ruido que nos rodea, es fácil caer en la trampa de desviarnos del camino, porque así nos sentimos bien, o más, porque así lo hacen los demás; sin embargo siempre estamos a tiempo para recapacitar, podemos haber cometido muchos errores, no importan lo que sea tu pasado, tenemos que seguir adelante con la ayuda de Dios ,pero tenemos que tener los auxilios que nos vienen de Dios, que hagan posible para poder cumplir la Misión que Dios nos ha puesto y que hagamos realidad el “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”.
Seguramente, lo iremos descubriendo cada vez más al leer la Biblia, al meditarla Palabra de Dios, lo tienes que hacer en recogimiento y solemnidad, en disponibilidad, pues estás ante un Signo, ante una presencia real de Dios, la meditación de la Palabra de Dios, ella debe ser la que fortalezca nuestra fe y esa disponibilidad para hacer la voluntad de Dios.
Tenemos muy al alcance de nuestra mano este gran regalo de Dios, la Eucaristía; la Eucaristía que transforma corazones, de los cuales muchos pueden dar testimonio de como el contacto con la Eucaristía sana nuestra vida, sana nuestro cuerpo, san nuestros ambientes.
Por eso el “Aquí estoy” lo podemos fortalecer, comulgando, recibiendo la Eucaristía, sin embargo esto nos tiene que llevarnos al encuentro de nuestros hermanos y a vivir la experiencia de Dios en nuestra vidas, en franca alegría, tenemos que ser los misioneros de la Comunión.
Ir el otro, ir por el mundo a donde está el hermano, misionando, y ser misioneros de oración, creer que Dios todo lo puede hacer.
Que la santísima virgen María sea nuestro refugio y nuestra intercesora. Oremos unos por otros para que el señor nos ayude a tener esa mente y ese corazón que él quiere y tener a Dios en todo lo que hacemos y poder orientar nuestra vida con la ayuda de María nuestra Madre, Que Así, Sea».
Al término de la Eucaristía Mons. Faustino, Impartió su bendición, felicitó a todos los Pbros., Religiosos y Agentes de Pastoral que conforman los Consejos Parroquiales de este Decanato.