Este 4 de septiembre, el Papa Francisco habló con cinco niños, uno de cada continente (Turquía, Israel, Sudáfrica, El Salvador y Australia eran los países participantes), con motivo del lanzamiento de la Plataforma Digital Scholas Occurrentes, cuyo objetivo es “que la tecnología nos ayude a conocernos y construir una cultura de la paz”.
Uno de ellos, desde Estambul le preguntó al Pontífice: el futuro ¿será mejor o será peor? A lo que él respondió: “¿sabéis dónde está el futuro? Está en tu corazón, está en tu mente y está en tus manos?”. Con esto el Papa hacía referencia a la forma de sentir, de pensar y de actuar que se requiere para hacer el bien. Agregó también el Papa: el futuro está en los jóvenes, pero se requieren jóvenes con alas y con raíces; “alas para volar, para soñar, para crear y que tengan raíces para recibir de los mayores la sabiduría que nos dan los mayores. Por eso el futuro está en las manos de ustedes si tienen alas y raíces”. El Papa exhortó a los jóvenes a animarse a tener alas, a soñar un mundo mejor, a protestar contra las guerras, y a respetar la sabiduría que se ha recibido de los mayores: de los padres, de los abuelos, de los mayores del propio pueblo.
El niño sudafricano le dijo al Papa en excelente español: voy a hacer unas preguntas, no se ponga nervioso. Esto ocasionó la risa de todos los presentes. A él el Papa dijo que la juventud hoy necesita tres pilares: educación, deporte y cultura. El deporte es importante dijo el Papa, porque enseña a jugar en equipo, salva del egoísmo; hay que trabajar en equipo y andar el camino de la vida en equipo.
Al niño salvadoreño el Pontífice le dijo: “cuidado con las maras, porque así como existen puentes que los unen a ustedes, también existen comunicaciones para destruir. Estén bien alertas, cuando hay grupos que buscan la destrucción, que buscan la guerra, que no saben trabajar en equipo, defiéndanse entre ustedes, como equipo, como grupo, y trabajen fuerte […] sigan adelante por este camino de trabajar en equipo y defenderse de aquellos que quieren atomizarlos y quitarles esa fuerza del grupo”.
El Papa terminó diciendo a todos los jóvenes las palabras de Jesucristo: “no tengan miedo […] sueñen el futuro volando pero no olviden la herencia cultural, sapiencial y religiosa que les dejaron sus mayores”.
Esto lo dice un hombre que tiene 78 años, que es hijo de emigrantes italianos, que estudió química, luego entró al seminario, para posteriormente enseñar literatura y psicología, que vivió en Chile, España y Alemania; fue párroco, Superior Provincial de los Jesuitas en Argentina, etc., un hombre que ha soñado alto y se ha dejado conducir por Dios y por la espiritualidad de sus mayores, tanto los de su congregación como por los de su pueblo y su familia; él lo sabe, hoy se necesitan maestros que nos enseñen en vivir en mundo a veces poco esperanzador, pero el cristiano tiene hermanos mayores que le han precedido hace ya dos mil años, de manera especial están los santos como maestros de vida, que vivieron sin miedo, innovando en la fidelidad a la Palabra que no pasa. Es Francisco una persona que siempre ha vivido con sencillez y austeridad, pero intensamente, con alas y raíces de las que nos provee la Iglesia. Este espacio se llama “El arte es largo, la vida breve” (Ars longa, vita brevis) porque tenemos conciencia que los santos son para nosotros maestros de vida, nos educan con la memoria y la profecía, con las raíces y las alas.
Pbro. Filiberto Cruz Reyes Publicado en el periódico «Diócesis de Querétaro» del 7 de septiembre de 2014