El jueves 10 de enero, el señor obispo Don Faustino Armendáriz Jiménez agradeció personalmente a los fieles que colaboraron como colectores del diezmo, en algunas parroquias de la Ciudad Episcopal en la pasada colecta de diciembre.
El Pbro. Dr. Rubén Cabrera López congregó en la Curia Diocesana, a casi un centenar de fieles, miembros todos del Movimiento Familiar Cristiano, que cada año prestan su servicio para auxiliar a las parroquias en la recepción del diezmo. El ecónomo de la Diócesis de Querétaro agradeció la colaboración para recibir los bienes que resuelven muchas necesidades de la Iglesia local, constatando que la generosidad de la comunidad diocesana cada año aumenta.
Monseñor Faustino expresó su gratitud por este testimonio de colaboración, de solidaridad con la Diócesis de Querétaro sabiendo que somos parte de ella, en un servicio que a veces no es fácil y tiene en vista llegar a todos los templos y capillas de la Diócesis. “El diezmo ayuda mucho a la Iglesia local, es una bendición, no sólo por los recursos que se provocan y generan, muchas personas dan las gracias por tomarles en cuenta para colaborar con su Iglesia, y estoy seguro que muchos quieren colaborar, pero no saben cómo y esta oportunidad única en el año, de poder colaborar con la Iglesia Diocesana debe crecer. Cada comunidad parroquial tiene muchas comunidades en colonias o poblados con celebraciones y catequesis donde siempre habrá un lugar para quien quiera ayudar”. El señor obispo en la persona de los presentes agradeció a muchos más que trabajaron en este servicio.
Destacó la importancia de la sectorización de las parroquias para su evangelización y como esquema de organización para llegar a todos los hogares de la Diócesis. Así mismo afirmó que el diezmo no sólo es para los que van a Misa, es para todo católico que en cualquier momento pide un servicio y que no asiste normalmente a las celebraciones, es un camino de evangelización, porque al ser visitados reciben la Buena Nueva del Amor de Dios, su Palabra, el Mensaje de Salvación, también con humildad se pide su colaboración como parte de un proceso donde Dios bendice con misioneros, y todos tienen la oportunidad de bendecir a Dios con la colaboración para las necesidades de la Iglesia.
Recordó que los bienes recibidos se emplean en el mantenimiento de inmuebles, formación de profesores para el seminario, para la formación permanente de los sacerdotes, acciones evangelizadoras, servicio de la Curia Diocesana, etc. Todo se canaliza para estos y otros proyectos Diocesanos.