Queridos amigos, lectores de la revista “Expresión y Vida” de nuestro Seminario Conciliar de Querétaro. Deseándoles un nuevo año 2014 lleno de bendiciones para todos ustedes y sus familias, ponemos en sus manos este calendario anual, que quiere ser un tributo de gratitud y amor a nuestra Diócesis que está cumpliendo 150 años de su creación, desde que fuera desmembrada de la Arquidiócesis de México, el 7 de febrero de 1864.
Nos alegramos con todos ustedes por este gran acontecimiento eclesial, y unidos en una misma fe decimos: “Al Dios bueno y grande demos gracias”. Con estas palabras se titulaba el documento de la erección de la nueva Diócesis que dio el Papa Pío IX, la Bula Deo Optimo Maximo. Así quedaba erigida la Diócesis de Querétaro, que abarcaba no sólo el Estado de Querétaro, sino la parte de Guanajuato llamada territorio de Iturbide, que comprendía en ese momento las parroquias de Victoria y Real de Xichú.
La importancia de la Diócesis está en que es un espacio y una comunidad, en la que se le proporciona a todos los diocesanos los medios necesarios para recibir, conservar y fomentar la vida sobrenatural de la gracia. De ahí que tengan qué estar organizadas las parroquias en Decanatos para una mejor atención y servicio. Por eso en este calendario queremos presentar los templos representativos de cada uno de los doce Decanatos, y conocer las parroquias que integran cada Decanato. Queremos también que crezca nuestro sentido de pertenencia a la parroquia, hasta que la veamos como nuestra familia y colaboremos en su proceso de evangelización.
Y en la Diócesis también tiene un lugar especial el Seminario, pues es el lugar donde se forman los futuros pastores, quienes apacentarán y guiarán al rebaño de la Iglesia. Y ahora también por gracia de Dios nos preparamos para iniciar el año jubilar y agradecer a Dios los 150 años de vida del Seminario el 2 de Marzo del 2014. Continúen orando por la Diócesis y por el Seminario, para que aumenten los discípulos misioneros que se comprometan a llevar a Jesús a los indiferentes, a los más alejados y a los que no creen. Todos somos responsables de la vida diocesana y parroquial, unamos fuerzas y creceremos.
Gracias por sus oraciones y que Dios los bendiga con abundancia.
Pbro. Lic. José Luis Salinas Ledesma Rector