Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, comenta el evangelio del Domingo de la Ascensión del Señor (Lc. 24, 46 — 53).
El mensaje de Jesús es claro: «Ustedes son testigos de todo esto». O sea «De la muerte y resurrección del Mesías, y de anunciar la conversión y el perdón de los pecados, en su nombre a todos los pueblos». Pero no es tan claro que los discípulos hayan entendido, ni siquiera en este último momento. Por ello el contundente mandato de Jesús de no iniciar nada antes de ser revestidos con la fuerza del Espíritu. Él sabe que somos «duros de cabeza»; incluso en la narración de Hechos de los Apóstoles todavía se atreven a preguntar «¿Es ahora cuando vas a restaurar el Reino de Israel?»; seguían pensando en un Mesías triunfal.