Querétaro, Qro., 18 de febrero de 2023.
Mons. Fidencio López Plaza, X Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió la Eucaristía, con la cual el Pbro. Javier Bocanegra Morales, tomó posesión de la Parroquia Cristo Profeta, ubicad en Calzada de Belén y calle de la Esperanza, Lomas de San Pedrito Peñuelas, Qro. a partir del 16 de febrero de 2023.
En el momento de la Homilía Mons. Fidencio les compartió diciendo: “Ante la mirada de Cristo Profeta, celebramos la Eucaristía para dar gracias, por el trabajo del Padre Omar, la semilla que has sembrado dará fruto a su tiempo, gracias, padre por tu trabajo en esta parroquia.
En segundo lugar, les vengo a presentar al padre Javier Bocanegra Morales, como su nuevo párroco, el viene en obediencia, por su voto sacerdotal que hizo en completa libertad.
En este contexto escuchamos la parábola del Sembrador, que lleva buenas noticia y generar esperanza, para eso es el sacerdote, para dar buenas noticia y generar esperanza, la semilla así se presenta Jesús como el paradigma de todos, que siembran la palabra de Dios con la esperanza de que dará buenos frutos.
El presente es sembrar, ya vendrá el tiempo de la cosecha, el final es que la vida tiene el triunfo sobre la muerte.
Jesús como modelo de todos los sembradores, es sembrar la semilla de los discípulos misiones, sembrar aun en los terrenos más difíciles y adversos; por eso Jesús no siembra solo en tierra buena, el siembra sin distinción, por eso él, sabe que la semilla que cae en tierra buena dará buen fruto, pero para él no hay casos perdidos, la que cae en espinas o en el camino, encontrar buenas condiciones, y se necesita una buena dosis de esperanza, hay que ser creativos, y se necesita ser sencillos como las palomas y astutos como las serpientes.
Una buena dosis de humildad, para no caer en la soberbia y caer en la tentación de ser jueces implacable de los demás, recordar que solo somos administradores de los bienes que él nos confía, para sembrar lo primero es, salir de nuestra casa, es lo que pide Jesús “vayan por todo el mundo, vayan y curen”, para sembrar el Evangelio hemos de salir de nuestros intereses, es buscar el encuentro con la gente y comunicarnos con los hombres de hoy, especialmente a los más vulnerable, jóvenes y mujeres.
Hermanas, el sacerdote sembrador se reconoce en las manos de Dios tejiendo la comunión y esta hermosa visión la vemos acogiendo a las comunidades, como padre, a ricos, a pobres, lejanos, y si se tiene alguna preferencia ha de ser por los más pobres, también vivir en comunión, como lo indica el decreto.
Por eso hermanas la tarea principal es, ser sembradores de esperanza del cielo nuevo y la tierra nueva, que cristo ha venido a inaugurar. Que nuestro querido Señor San José, que nuestra querida madre de Guadalupe y Cristo profeta nos cobije». Que así sea.
Al finalizar Mons. Fidencio les dio la bendición y los allí reunidos le brindaron un caluroso aplauso de bienvenida y en agradecimiento por su presencia en medio de ellos.