Parroquia de San Pedro, Tolimán, Qro. a 04 de marzo de 2022.
Mons. Fidencio López Plaza, X Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidio la Santa Misa, en la cual el Pbro., Pbro. Augusto Pérez Sánchez, tomo posesión de la Parroquia San Pedro, en San Pedro Tolimán, Qro. el día 04 de marzo de 2022, como nuevo párroco de esta comunidad.
En primer lugar se dio lectura al decreto con el cual se le da el nombramiento al nuevo párroco, con el fin de que lleve a cabo 3 principales tareas, que son: la de santificar, enseñar y gobernar, posteriormente se hace la profesión de fe, el juramento de fidelidad, así como la entrega de los lugares litúrgicos celebrativos, quedando así constituido como nuevo pastor de su comunidad parroquial.
En el momento de la homilía Mons. Fidencio les compartió diciendo: “Saludo a mis hermanos sacerdotes, gracias, padres por su presencia, gracias a los fieles de esta parroquia, por su fe y sus tradiciones manifestadas en estas hondas raíces, y gracias a Dios han mantenido en esta parroquia como un signo de la fe que se hace cultura.
Saludo a todos ustedes hermanas fieles laicos reciban todo un saludo fraterno.
Ante la mirada de San Juan Bautista y de San Pedro apóstol celebraba la Santa Eucaristía primero para dar gracias a Dios por qué reconocemos que él ha pasado entre nosotros por medio de la vida y del trabajo del padre Luis en esta parroquia; gracias, padre Luis tu vida y tu trabajo están en el corazón de Dios y en el corazón de este pueblo, la semilla que ha sembrado dará fruto a su tiempo.
En segundo lugar, en este marco eucarístico también les vengo a presentar al padre Augusto como su nuevo párroco, el padre Augusto no viene por su cuenta, viene en obediencia al llamado que Dios le ha hecho y que él el día de su ordenación acepto con gozo y libremente y ahora en esta hermosa parroquia que lo vio nacer.
Aquí padre Augusto tendrás la oportunidad de seguir creciendo a la manera de Jesucristo sumo y eterno sacerdote el Buen Pastor; cómo dice el Papa, a veces caminando adelante para indicar el camino y el horizonte, a veces es medio para fortalecer la comunión y otras para aprender del pueblo que Dios te confía. Para ti padre Luis y padre Augusto nuestra gratitud.
Saludo también en este contexto a las autoridades civiles, a los familiares y amigos del padre Augusto.
Acabamos de escuchar tres hermosas lecturas el Evangelio que habíamos previsto escuchar en está misa era el Evangelio del Sembrador y resultó el Evangelio de los más hermosos también que podemos escuchar, la donación de María como nuestra madre.
La parábola del sembrador dice: que Jesús salió a sembrar el evangelista, nos presenta que sale de casa a encontrarse con la gente para sembrarse sin prisas y dedicarse durante un buen rato a sembrar el evangelio entre toda clases de gente.
Sembrar aún en los terrenos más difíciles y no buscando solo la tierra buena, él tiene esperanza y siembra su semilla en todos los corazones sin distinción, como acabamos de escuchar siembra en el camino, siembra entre espinas, siembra entre piedras y también siembra en tierra buena.
Jesús sabe que la semilla que cae en terreno bueno dará fruto, para él no hay casos perdidos, él confía en qué la semilla que cae entre en camino, en espinas puede encontrar buenas condiciones, él sabe que para sembrar en el camino se necesita una buena dosis de entusiasmo, de coraje y de esperanza, algún día los corazones que se comparan con el camino, podrán abrirse y recibir la semilla de la palabra de Dios.
Él sabe que para sembrar entre piedra se necesita todavía más creatividad y una capacidad grande de soñar, él sabe que para sembrar entre espinos además de no tener asco, ni miedo se necesita ser sencillos como las palomas y astutos como la serpiente él sabe también que para sembrar en tierra buena es necesario una grande dosis de humildad, porque cuando la semilla cae en tierra buena está garantizada la cosecha, pero sin humildad podemos caer fácilmente en la soberbia y en la mundanidad espiritual, es un arte sembrar la Santa Palabra de Dios.
Y nosotros los cristianos y sobre todo los sacerdotes más que cosechadores, somos sembradores esa es nuestra misión principal, así nos protegemos también de caer en la tentación de recibir, y no de sembrar y dar, como vemos hermanos para sembrar lo primero es decidirse salir de nuestra casa, es lo que pide siempre Jesús a sus discípulos vayan por todo el mundo siembren y hagan que todos sean mis discípulos, vayan por todo el mundo curen a los enfermos, den consuelo a los tristes, para sembrar el evangelio hemos de salir de nuestra casa y de nuestra seguridad, de nuestros intereses, evangelizar es desplazarse, buscar el encuentro con los hermanos más pobres y necesitados, comunicarnos con el hombre y la mujer de hoy, no vivir encerrados en nuestro pequeño mundo eclesial.
Por eso te encargo padre Augusto que siembres a tiempo ya destiempo, te recuerdo que el mejor servicio al hermano es la evangelización, te toca sembrar en tu propia tierra, esta es la tierra que te vio nacer, en tu tierra tienes el privilegio de conocer la tierra donde vives, tienes la sangre de tu gente conoces la lengua maternal pueblo y también conoces la lengua de Jesús; por eso eres el más indicado para sembrar con gran esperanza a la manera de Jesucristo El Buen Pastor.
Te encargo de manera especial sembrar en los sectores más sensibles en este tiempo de crisis y pandemia, te encargo de sembrar la esperanza en los pobres, niños, jóvenes adolescentes y mujeres ellos son los sectores más vulnerables, pero al mismo tiempo los más cargados de esperanza.
Qué la Santísima Virgen que nos ha aceptado como hijos, y nos cuida ahora cómo cuido a Jesucristo Nuestro Señor, te proteja y te acompañe, qué San Juan Bautista y San Pedro Apóstol sean tu inspiración y también Tu compañía”. Que así sea.
Al terminar la celebración y antes de la bendición el padre Augusto dirigió un mensaje a su nueva comunidad y posteriormente Mons. Fidencio les dio la bendición episcopal, para después tener una convivencia fraterna que se preparo para es ocasión, con todas las medidas sanitarias, dando la bienvenida con gran alegría a su nuevo pastor.