La comunidad de Maguey Blanco dio una alegre bienvenida a Mons. Fidencio López Plaza, los habitantes se congregaron a la entrada de la comunidad para caminar a la capilla dedicada a la Virgen del Carmen.
«El tiempo se hace chiquito cuando estamos entre hermanos que se aman» fue el saludo inicial que el Obispo dirigió a los fieles.
Mons. Fidencio invito a seguir usando el cubrebocas y seguir teniendo las manos limpias «para la salud del cuerpo, pero también para la salud del alma, usar las manos para que sea un signo de amor y no de violencia, que sean manos abiertas para manifestar el amor de Dios a través de una caricia, un abrazo o un aliento».
Recordó a las mujeres que «ellas son clave en la sociedad, en la Iglesia y en la evangelización, por qué tienen una capacidad de hacer cosas buenas, son las que pueden poner cariño y ternura a la sociedad».
Después de compartir esos momentos fraternos se dispusieron a rezar el Padre Nuestro y el Ave María, pidiendo por las necesidades de la comunidad.