El era un animal con piel de lagarto, y huesos de acero inoxidable. Durante medio siglo vivió en medio de unas austeridades inconcebibles, perseguido a muerte por príncipes, obispos y frailes; predicando, fundando mas de 100 monasterios y dejando pasmados a todos los que le contemplaban. Dormía poco, vestía mal, comía peor. Aquel cuerpo tenia su peor enemigo en su propio dueño. Su vida era un milagro.
Pertenecía a una de las mas nobles familias de Ravera (Italia). Su juventud había sido como un huracán, igual que su carácter. Un día, el bruto de su padre reto en duelo a muerte a un enemigo suyo. Y Romualdo, que contemplaba aquella escena, quedo horrorizado y pego el gran cambiazo.
Fue de monasterio en monasterio buscando una vida austera; como todos los monasterios le parecían demasiado suaves, creo el suyo entre riscos y lagunas a orillas de Cáucaso, cuando tenia 41 anos. El que dio nombre a su reforma (Camáldula) lo hizo a los 61 arios. Su figura causaba admiración a príncipes y reyes. Otón III se convirtió hasta hacer vida monacal. Su padre lloro mil veces lo que había hecho, al ver la transformación de su hijo. La misma regla de san Benito se regenero, después de unos años de claro despiste, hasta volverse floreciente por el ejemplo de este hombre. Murió, y Dios rompió el molde.