Mons. Fidencio les compartió diciendo: “Quiero recordarles que el día 20 de octubre yo les compartí que llegaba a la Diócesis despacito y sorprendido, hoy me siento confirmado y sorprendido del crecimiento de la diócesis estuve fuera 5 años 5 meses, y al llegar tengo la sorpresa de encontrar hermanos y hermanas que ha crecido y el proceso de evangelización sigue, de a acuerdo a la animación que se esta dando a través del plan diocesano de pastoral.
Llegar sorprendido y despacito quiere decir: que reconozco que estoy pisando la tierra que le pertenece a Dios, que todos ustedes son su querencia, y que Dios los ira con misericordia, tengo que aprende pues, como Moisés la luz de Dios, mi miseria y la grandeza de cada uno de ustedes, así como San Agustín compartió con sus fieles también yo lo comparto con ustedes: “Si lo que soy para ustedes me espanta, lo que soy con ustedes me conforta; para ustedes soy obispo con ustedes soy cristiano, obispo es el nombre de una carga que se asume cristiano es el nombre de una gracia, que se recibe el titulo es peligroso dice San Agustín, el nombre es salvador”.
También les recuerdo que llego a la diócesis con más claridad de que “lo que no se asume, no se redime” ese es mi Lema Episcopal. Es una fase de San Irineo que nos enseña que Jesús nos enseño el camino, bajo del cielo al suelo para allegarnos de nuevo a la altura de los hijos de Dios. Por eso como les decía el día 20 los hermanos en comunidad 3 paso han de dar, el primero contemplar, 2do. Discernir y el 3ro. Es proponer, es el metido para hacer efectivo esta ley de la Encarnación “Lo que no se asume no se redime”.
Con estas palabras Mons. dio la bienvenida a esta Asamblea y esperando sea muy significativa para la diócesis, en sintonía con las orientaciones del Papa Francisco. Que así sea.