En la Santa Iglesia Catedral, el Sr. Obispo D. Faustino Armendáriz Jiménez celebró la Misa el 31 de diciembre para conmemorar la Solemnidad de la Santísima Virgen María Madre de Dios.
Mons. Armendáriz inició la homilía diciendo a los fieles: «Les saludo a todos ustedes con el gozo que aún anida en nuestros corazones, por la alegría de la Navidad, pues “Jesucristo, el Hijo de María, es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos” (Ant. De la comunión), al reunirnos en esta noche en que el año del Señor 2012 llega a su término. Sin duda que la experiencia de querer sentirnos arropados por la bendición de Dios para el año que comienza, es un deseo que brota de lo más íntimo de nuestro ser».
Invitó a los fieles a seguir el ejemplo de María, que «nos enseña el camino para saber entenderle a Dios, cuáles son los proyectos para cada persona y la manera en la cual podemos contribuir con él, en el anuncio gozoso de su mensaje de salvación» en este Año de la Fe.
En esta Misa, última del año 2012, el Sr. Obispo concluyó su homilía encomendando a todas las comunidades de nuestra Diócesis: «Deseo finalizar, dirigiéndome a María con las palabras mediante las cuales la Iglesia, durante muchos siglos, se ha dirigido a María, poniendo en su presencia a todas y a cada una de las comunidades que integran esta diócesis, el sector político y económico, social y cultural, a fin de que guiados por la luz de María, “Estrella de la mañana” no perdamos el rumbo de nuestra vida ordinaria, Cristo Jesús:
“Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios,
no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos siempre de todos los peligros,
Oh Virgen gloriosa y bendita.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén”».