Ojo de Agua, San Juan del Río, Qro., 16 de marzo de 2019.
Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió la celebración Eucarística en el marco del 50 Aniversario de la coronación de Nuestra Señora de Guadalupe, en la comunidad de Ojo de Agua, San Juan del Río, Qro. perteneciente a la Parroquia de San Juan Bautista, el día 16 de marzo de 2019. Concelebraron esta Santa Misa Pbro. Javier Bocanegra Morales, Párroco, Pbro. Ernesto Castro Torres Vicario, y Pbro. José Luis López Gutiérez. En la cual Mons. Faustino les compartió diciendo: “Comunidad, de Ojo de agua cuando pongamos en las sienes de la Santísima Virgen María está corona, después de 50 años, que se la pusieron por primera vez; nosotros pongamos nuestro deseo de ser mejor, ya que así como hoy acudimos, así cada domingo a la celebración de la Santa Misa, para venerar a Dios y venerar a nuestra madre del cielo, al poner en su cabeza la corona ponemos también a sus hijos jóvenes, a sus enfermos, a su familia entera, a esta comunidad, sabiendo que la protección de la Santísima Virgen María siempre estará con nosotros y no nos faltará”.
En la homilía completa les dijo: “Hermanos, al celebrar este aniversario 50 en que fue coronada esta imagen en Nuestra Señora de Guadalupe, tenemos el testimonio de que el Señor Obispo en 1979, estuvo aquí para realizar esta ceremonia. Hoy recordamos este aniversario en un tiempo especial, el 4 de febrero iniciábamos el año jubilar Mariano y la celebración es precisamente por el aniversario 50 de haber sido declarada patrona de la Diócesis de Querétaro Nuestra Señora de los Dolores; una feliz coincidencia que hoy nos hace recordar este acontecimiento y también nos invita a unirnos a la celebración de nuestra Dioses.
Y a lo largo de este año por la alegría de tener a la Santísima Virgen María como patrona de nuestra Diócesis, todos conocemos la historia de Nuestra Señora de Guadalupe y seguramente también la de nuestra patrona, la Señora de los Dolores, cómo fue rescatada de las ruinas de un templo donde estuvo circundada la imagen, a la que ahora veneramos en la hermosa Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, sepultada por más de 10 años y de dónde fue rescatada con las huellas precisamente de todo ese tiempo que sin duda ella estuvo cuidándonos, y quizá nosotros la descuidamos a ella, pero queremos reivindicar este amor a la Santísima Virgen María, con esta celebración y también a recordar la formación como lo hacemos de tal manera que a través del Sacramento de la Confesión, nosotros estemos en gracia viviendo así, lejos del pecado que sea Dios y la Virgen que nos atrape y no el maligno, y que se quede hacer nido en nuestros corazones.
Hoy ojalá este sea un propósito muy concreto de esta comunidad, de Ojo de agua cuando pongamos en las sienes de la Santísima Virgen María está corona, después de 50 años, que se la pusieron por primera vez; nosotros pongamos nuestro deseo de ser mejor, ya que así como hoy acudimos, así cada domingo a la celebración de la Santa Misa, para venerar a Dios y venerar a nuestra madre del cielo, al poner en su cabeza la corona ponemos también a sus hijos jóvenes, a sus enfermos, a su familia entera, a esta comunidad, sabiendo que la protección de la Santísima Virgen María siempre estará con nosotros y no nos faltará; creo que la mejor manera de corresponderle a Dios y a la Virgen, es de maneras que resalta el Evangelio, es la oración cómo hacer para arreglar las cosas en nuestra vida desde perdonar a los que nos ofenden, tener una relación mejor con los demás, ayudar a aquellos que lo necesitan, de tal manera que necesitamos comprender los hijos de Dios; creo que quien se convierta a Jesús para que no caigan en la tentación.
Ciertamente la oración requiere de varios elementos y uno de estos elementos es el tiempo, para estar delante de Dios, ciertamente alguno dirá, pues yo no puedo por mi trabajo, no tengo tiempo para venir aquí al Sagrario, que tiene de privilegio esta comunidad, pero ciertamente nunca va a haber tiempo, sin embargo nosotros tenemos que hacerlo, hay cosas que no son tan importantes cómo está, ver un programa de TV o un partido de fútbol y nos damos el tiempo, démosle tiempo a Dios, porque nosotros somos de Dios y el tiempo es de Dios.
La oración es fundamental para decirle quiénes somos a Dios y a la Virgen, para que ellos también nos escuchen a nosotros, pero sobre todo para que nosotros escuchemos también, el tiempo, pero también la tenacidad, hay que ser tenaces en la oración; es decir buscar el tiempo para hacerlo, aún en nuestro trabajo podemos hacer un momento de oración, aun en la milpa, en familia podemos dedicarle unos minutos a Dios en oración, pero también démonos tiempo para que nunca el Sagrario éste sólo, que sea una comunidad y evaluar lo que hacemos cada día en la jornada y veremos cuánto tiempo más gastamos incluso en conversaciones insanas y en programas que no nos deja nada bueno, que la tenacidad se convierta en un deseo para organizar nuestra vida.
Por eso un tercer elemento es del orden en nuestra vida, a Dios le gusta el orden, por eso todo está calculado en nuestro cuerpo, de tal manera que nosotros podamos vivir sin dolor, o infelices, el camino natural de la vida, es cierto hace que envejezcamos, sin embargo Dios nos creó para ser perfectos como seres humano, para que nosotros pudiéramos llevar a cabo una vida en ordinario y en relación con los demás y de trabajo, que también el orden y la disciplina nos ayuden a dedicarle este tiempo de oración al Señor, la Santísima Virgen María siempre estará agradecida cuando tú personalmente, como familia ores con el Santo Rosario, por eso que no improvisemos la eternidad, sino que realmente la construyamos aquí.
El tiempo cuaresmal, tiempo que nos exige el ayuno y también el viernes la abstinencia de carne, pero también hay otros ayuno, el ayuno del perdón o sea quitarnos los rencores, el ayuno de la fraternidad y así cada uno de nosotros podemos ayunar de aquello que realmente sabemos no construye para nada nuestra existencia, que Dios nos ayude y que este día, este acontecimiento que hace 50 años y seguramente hay algunos aquí que estuvo presente en aquel momento, se reafirme la fe, que esta comunidad de Ojo de Agua tiene en la Santísima Virgen María y en su hijo Jesucristo. Que así sea”.
Al Terminar Mons. Faustino, les dio la bendición y los felicito por este 50 Aniv. de la coronación de la Virgen de Guadalupe en esta comunidad. Y los allí presentes le brindaron un aplauso como muestra de cariño y agradecimiento.