Seminario Conciliar de Querétaro, Santiago de Querétaro, Qro., 16 de marzo de 2019.
Año Jubilar Mariano.
Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidió la Celebración Eucarística, con motivo del Sorteo de Peregrinas de Querétaro al Tepeyac, en su LX edición, que en esta ocasión se llevará Dios mediante del 12 al 26 Julio de 2019, mismo que tuvo lugar en el Seminario Conciliar de Querétaro, ubicado en Av. Hércules 216 Pte., Hércules, Querétaro, en día 16 de marzo del presente año. Acudieron a este sorteo las Jefas de cada uno de los 175 grupos en total que conforman de los 12 Decanatos de la Diócesis de Querétaro, y algunas otras hermanas peregrinas que acompañaron en esta ocasión.
En su homilía Mons. Faustino les compartió diciendo: “Muy queridos Hermanas y hermanas al celebrar este Sorteo de la peregrinación, de Querétaro al Tepeyac, ponemos en las manos del Señor y por su intercesión de la Madre del cielo esté caminar, este peregrinar hacia la Basílica de Guadalupe, pero también en nuestro camino de todos los días, el Evangelio ilumina sin duda en la compañía de la madre del cielo María, pues es el canal para acercarnos al Señor.
Sin embargo este itinerario que nosotros recorremos cada día, es una lucha, una lucha que seguramente cada uno de nosotros experimentamos, en la que seguramente cada uno de nosotros buscamos el no tropezar, el no caer en la tentación y sin duda otras de las tentaciones es nuestra relación con los demás, en nuestra vida hay personas que no son muy simpáticas, hoy el Señor nos dice: que él es para todos justos e injustos, e ilumina la vida de todos; y creo que la mayoría de nosotros podemos crecer en la madurez, en la fe, para tratar de encontrar un punto de equilibrio en la relación con los demás. Cualquiera puede decir ¡Qué es difícil amar a los enemigos! y tiene razón en decirlo, no es fácil, cómo nos pide Jesús, orar por quién te ha agredido, por quien ha hablado mal de ti, no es fácil orar por qué te han crucificado y la reacción espontánea es sin duda, hablar mal de la persona que nos ha dañado. Esta no es la lógica de Jesús, en la vida cotidiana nos da la oportunidad de practicar esta enseñanza del Señor.
Creo que la vida cristiana es así, tiene el pendiente de la cruz, no hay otra, no hay de otra, como discípulo de Jesús nos dice: “quien quiera venir detrás de mí, que se diga que es servidor mío y que es peregrino, peregrina, tome su cruz, de cada día”. Esta es la propuesta realista que Dios nos hace, esta es la respuesta a la luz de todo esto, incluso al pecado, sin embargo hoy el Señor aborda el reto de la capacidad de perdonar y nos invita a hacerlo.
Los pecados, creo que en la práctica de Jesús para tomar la cruz, como lo celebraremos en semana santa y subirse a la cruz y desde la cruz perdonar a todos aquellos que te habían lastimado, sin embargo Jesús en su alegría por nosotros, en su alegría que es su amor por nosotros, sube a la cruz, y desde ahí nos transforma. Creo que el Señor Jesús desde ahí, les enseña a sus discípulos que no es fácil y desde ahí, no le decimos la verdad al Señor cuando oramos: “perdónanos, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Creo que esto requiere de un diario examen de conciencia. Lo que hace Jesús es acercar a sus discípulos a su padre, por la oración para que no caigan en la tentación.
Hermanas y hermanos, la oración sin duda creo que requiere de tres elementos 1°. Relacionarnos 2°. Orden y 3°. Tiempo. El tiempo para orar no existe, hay que hacerlo, por eso el tiempo para alabarlo ante el Sagrario, es la única manera de ir alimentando nuestra vida cristiana, que nos ayudará a encontrar fuerzas para dar pasos en la peregrinación de nuestra vida, es la única manera de platicar con alguien que está vivo, alguien que nos entiende, y que tiene todo el tiempo del mundo, los que no tenemos tiempo somos nosotros, el Señor en la oración nos pide tiempo, como él nos lo da, sin duda, hacer del tiempo para la oración puede tener muchos obstáculos, especialmente nosotros cuando de manera justificada tal vez, decimos no, andamos muy ocupados y el Señor se queda velando; sin embargo a pesar de nuestro tiempo, él siempre nos espera allí en la oración, que este tiempo que nosotros le dedicamos a Dios fortalezcamos nuestro espíritu, nuestra espiritualidad, los grandes santos sin dudas, especialmente ese documento del Papa “Caritas in veritate”, hay que invertirle tiempo, porque nunca será tiempo perdido, si no inversión que dé frutos.
Una oración pausada, serena, la oración silenciosa, no necesariamente una novena, que sin duda es válido sino una oración de hijos de hermanos una oración en la cual abrimos nuestro corazón, a aquel que no podemos engañar, ni disfrazar, sin duda para hacer esto se requiere tenacidad, por eso también hermanos tenemos el amor a Dios. Dios es un Dios bueno, no podemos nosotros disfraz nuestra vida, porque cuando hay orden vemos a que le dedicamos más tiempo ¿Acaso al celular? ¿Acaso a la televisión?… Creo que examinar este tiempo nos daría la oportunidad de ser más constante, más tenaces en nuestra oración, y poder tener orden en nuestra vida.
Que cada uno de nosotros, dentro de las posibilidades le pidamos nos de fortaleza, y el día de hoy el Señor nos ilumina con su Palabra, acercarnos al hermano para perdonar, cuando nos sentimos impotentes, cuando no vaciamos nuestros bolsillos, cuando vivimos la violencia en las calles, sin deberla ni tenerla, no es fácil, Jesús entiende todo esto, pero todo esto es Palabra de Dios y si es Palabra de Dios es posible que se realice. Que el Señor nos ayude, y que nuestra madre del cielo sea siempre nuestro referente para llegar a Jesús. Que así sea”.
Al Terminar Mons. Faustino les agradeció su presencia, les dio la bendición, y les deseo que llegaran con bien a sus destinos de origen.