«El Señor te bendiga y te proteja,
ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor;
el Señor se fije en ti y te conceda la paz»
(Nm 6,24-26)
A todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Queremos agradecer a Dios por este año que termina, por todos los hermosos dones recibidos, por el servicio que nos permitió ofrecer, y pedirle perdón también por nuestros errores y omisiones. Al mismo tiempo nos encomendamos a Él en este año que comienza, para que nos sostenga con su gracia y su bondad.
Ante los grandes retos que se nos presentan, miramos el futuro con esperanza, pues nuestra vida está en sus manos. Entre estos desafíos se encuentran: un año de elecciones; la inseguridad y violencia; enfrentamientos entre grupos y pueblos en diferentes lugares de nuestra nación; la reconstrucción de casas, edificios y templos, pero sobre todo del tejido social.
Como Iglesia nos alienta nuestra fe, por lo que mantenemos el optimismo y sobre todo la confianza en Dios de que siempre, uniendo nuestras fuerzas y voluntades, podremos construir un México mejor, fraterno, solidario y en paz.
Ante este panorama, nos dejamos mirar por los ojos tiernos de nuestra Madre de Guadalupe, que nos dice: «no tengas miedo, ¿que no estoy yo aquí que soy tu madre?».
Empecemos este año 2018 con vigor y entusiasmo, con el rostro y el corazón alzados, vayamos para adelante llenos de luz y alegría, siempre con la seguridad que vamos acompañados de Nuestro Señor Jesucristo.
Feliz año nuevo
+Card. José Francisco Robles Ortega
Arzobispo de Guadalajara y
Presidente de la CEM
+Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola
Obispo Auxiliar de Monterrey
y Secretario General de la CEM