2º. ANIV. CONSAGRACIÓN DEL ALTAR, MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DEl PUEBLITO.

ORDEN DE SANTA CLARA (OSC) Hermanas Clarisas.

El Pueblito, Corregidora, Qro.  30 de septiembre de 2017.

El día 30 de Septiembre de 2017, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, asistió al Monasterio de Nuestra Señora del Pueblito,  de la Comunidad del Orden de Santa Clara (OSC) Hermanas Clarisas,  ubicado en Rivera del Río Interior Santa Clara # 20 El Pueblito, Corregidora, Qro.,  para presidir la Sagrada Eucaristía de  Acción de Gracias,  por el segundo aniversario de la Consagración del Altar y templo que en su monasterio se edificó, para la alabanza a Dios y pedir la intercesión de Dios para bien de todos los hombres,  siendo este el carisma de este Monasterio. En su Homilía  Mons. Faustino, comentó:

“Celebramos el  Segundo Aniversario, dándole gracias a Dios, de esta capilla y agradeciendo  por las bendiciones que seguramente Dios les ha regalado a  este Monasterio y que espiritualmente han disfrutado a lo largo de este tiempo. Hoy la palabra de Dios,  nos ayuda a clarificar cómo disfrutar cada vez más el regalo de Dios, creo que la persona de Jesús no se cansa, ni se cansó de explicar la grandeza  de  la presencia de Dios, y de la presencia del reino,  y hace una lucha tras otra y en esta ocasión  hace comparaciones para hacernos valorar nuestra fe, para hacernos valorar los regalos que Él nos da, para hacer que valoremos la grandeza de Dios.

Dios que sí, está en  el cielo pero que no está lejos de nosotros,  sino un Dios que está con nosotros sino que está en nosotros mismos, por eso Jesús lo compara con una perla fina,  lo compara con un tesoro, sin embargo el que encuentra un tesoro según lo proyecta el Evangelio pues se llena de alegría y adquiere este tesoro y porque  que tiene este tesoro, en un esquema muy humano pues está lleno de Dios.

Hoy el Papa,  nos decía en su homilía, que no se vale que un cristiano siga a fuerzas a Jesús y seguir a fuerzas a Jesús es también seguirlo por el buen camino, que un consagrado a una consagrada nos hagamos esta pregunta ¿Cómo estamos siguiendo a Jesús? – lo seguimos solo porque ya estamos en esto,  lo estamos siguiendo  porque ay la llevamos, o porque ya tomamos esta opción y ya no quisiéramos encontrar otra salida, o realmente lo estamos siguiendo por  vivir realmente esa alegría de la vocación, que es fruto de habernos encontrado con un Cristo vivo, con un Cristo que me renueva todos los días.

El poder seguir a Jesús, el poder darle una respuesta  a Jesús, implica haber descubierto ese tesoro del Evangelio, y si lo hemos descubierto implica vivir con alegría, yo creo que este es el Evangelio la Alegría, que el Papa desarrollan en toda esa hermosa exhortación apostólica,  dónde nos da orientación clara  desde el inicio de este documento, donde nos  dice que, tenemos que compartir esta alegría, este tesoro en la misión.

Hoy agradecidos con Dios  por la vocación,  agradecidos con Dios porque nos da la fuerza para darle una respuesta,  pensemos si esa respuesta  se la damos con alegría, con el gozo propio  de quien tiene un tesoro, en su vida, en su corazón, por eso para un consagrado para una consagrada las amarguras no debería entrar en el esquema de su vida, ni las tristezas, humanamente podemos experimentar todo sin embargo, en el centro de la vida  de quien sigues a Jesús,  del discípulo de Jesús,  tendrá que ser la alegría  fruto de la presencia de Dios en nuestra  vida.

Que el Señor nos conserve y nos aumente esta alegría y si hay alguien con amargura en el corazón y así vive y quiere hacer vivir así a los demás, que el  Señor los libere de sus amarguras, aunque sea poquitas,  porque a veces el que tiene esa amarguras en su interior, se ve que no ha descubierto el tesoro de Dios, se ve que no ha descubierto la alegría de lo que está haciendo, entregándose a Dios y luchado por su salvación, se ve que no hemos  entendido todos estos esfuerzos que Jesús hace en su evangelio para serenarnos, y sobretodo llenarnos de  paz,  y de su alegría.

Que el señor los siga ayudando a que  consagrados como somos, le sigamos diciendo sí, pero  con alegría, pero también pidámosle que  nos libere de hacer el mal, de todo mal, que el Señor nos liberé de todas aquellas amarguras y atrofias espirituales, que pueden dañar a la  comunidad toda,  el Papa es claro en este hermoso documento, en esta exhortación apostólica, cuando habla de la semilla espiritual, cuando habla de esas actitudes que huelen mal, cuando habla de todo eso que tenemos en el corazón en el hombre y que  aparentar otra cosa.

Que el Señor fortalezca nuestra fe,  pidamos la  intercesión de la Virgen María  que ella nos ayude a seguir a  Jesús con tanta  alegría,  así como se entregó aquella niña, aquella mujer Santa Clara y que desde la oración tanto apoyo a la iglesia y sobre todo a los misioneros. Que así sea”.

Para concluir Mons. Faustino les dio la bendición diciendo: “Sea Bendito el nombre del Señor, nuestro auxilio está en el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra, que Dios todo poderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre todos ustedes. Amen”. “La alegría del Señor sea nuestra fuerza, pueden ir en paz”.