Seminario Conciliar de Querétaro, Nuestra Señora de Guadalupe, Ave. Hércules, No. 215 Pte., Col. Hércules, Querétaro, Qro., 17 de junio de 2017.
El día 17 de Junio del presente año, se llevó a cabo la Clausura de Ciclo de Semilleros de Vida, en el Seminario Conciliar de Querétaro, ubicado en Col. Hércules, Querétaro, Qro., la celebración Eucarística fue presidida por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, y concelebrada por el Promotor Vocacional Pbro. Ricardo Olvera Pérez, a la que asistieron alrededor de 450 niños y adolescentes, acompañados de sus animadores. En su homilía el Sr. Obispo les compartió:
“Saludo a todos ustedes adolescentes, jóvenes que hoy en esta reunión de Semilleros de Vida, viven esta experiencia de fraternidad y de caminar por donde Dios quiere, porque este es el objetivo que al final del Semilleros el provocar despertar y despertar a un panorama que a veces ustedes viven y que mejor que en ese panorama este Dios, yo sé que ustedes jóvenes tienen muchas inquietudes como niños, como adolescentes, sin embargo todos absolutamente tenemos la inquietud de conocer más de Dios. Porque Dios nos ha creado.
Antiguamente aprendíamos en el catecismo ¿para qué nos creó Dios?, y decíamos: “para amar y servir a Dios, en esta vida y después verle y gozarle en la otra”, y a los niños se lo hacían aprender de memoria todo, y para eso fue creado el hombre para amar y servir a Dios, por eso es necesario que todos sin excepción tengamos la inquietud de conocer más a Dios.
Yo me imagino jóvenes y adolescentes, que en estas convivencias de semilleros de vida, han conocido un poquito más de Dios, ¿sí o no?,- Si, ¿a qué vienen a estas reuniones desde sus parroquias a los semilleros de vida y vocación?, para saber más de Dios, para aprender más de Dios, y si se aprende? –sí, y ¿Cuál es el secreto más bonito que nos enseñaron? –que Dios nos ama, si tu respondes que Dios te ama, pero tú le correspondes amándole, ya la hiciste, el problema es que a veces no llegamos a descubrir que Dios nos ama.
Piensa si tú has descubierto el amor de Dios, y si le dices que si piensa donde o en quién? – con tus amigos, con los animadores, con tu papá, con tu mamá y en tu familia, tal vez una obra de caridad el amor de Dios se descubre donde hay hermandad, ustedes creen que cuando los papas se pelar, cuando los hermanos se pelean el amor de Dios este allí, -no, pues el amor de Dios se va y llega el diablo, entonces hoy debemos descubrir que uno de los grandes secretos es que Dios me aman y ante el amor de Dios ¿qué nos dice el Evangelio hoy?, que podemos decir sí, o pueden decir no, ustedes jóvenes están aquí y por eso están en cada una de sus parroquias, tanto los animadores como ustedes, cuando van a comunicar a las comunidades, los padres están casados?-no, están al servicio de la comunidad, porque que están en santa comunión cuando va a las comunidades a confesar, cuando desgastan su vida toda, porque están consagrados toda la vida a Dios, y su Iglesia.
Yo les agradezco que estén hoy aquí, que tengan esas ganas de aprender y conocer más de Dios, al final de cuentas los semilleros de vida somos como la semilla que primero se quiebra y después da su fruto, miren el camino de los semilleros de vida es primero despertar, y despertar al amor de Dios, y después que el hijo los acompañe y se hacen estas reuniones anuales, y si hacen las reuniones parroquiales, y se hacen los retiros en adviento y en cuaresma, eso es un acompañamiento, pero también hay que discernir y cultivar la bocací.
Ojala jóvenes, adolescentes ustedes se animen a decirle si a Dios, por eso Jesús hoy decía, cuando digas sí que sea si, cuando digas no, no, a Dios hay que decirle si, y el mejor ejemplo de decirlo es la Virgen María cuando vino el ángel Gabriel y le dijo: “vas a ser la madre de Dios”, y ella dijo: “hágase en ni según tu palabra” ojala ustedes jóvenes adolescentes, niños que esta convivencia y con los temas que estudian cuando se reúnen con los animadores nacionales, ustedes despierten cada vez más, para conocer los secretos de Dios, y el más grande es que él nos ama.
El Señor los ama mucho seguramente algo quiere de ti y te va a acompañar toda la vida, no tengan miedo, déjense acompañar por el Señor, déjense acompañar por los animadores, déjense acompañar por los sacerdotes, y el Señor los va hacer muy felices, que Dios bendiga este semillero de vida, y que Dios quiera surjan como plantas, como flores, como aquellos frutos que Dios quiere en su iglesia hoy, en unión con el Señor. Decimos todos. Amen”.
Al finalizar, el Mons. les dio la bendición y los asistentes le brindaron un fuerte aplauso, como muestra de agradecimiento y cariño por su presencia.