Comunidad El Rodeo, San Juan del Rio, Qro. 23 de Abril de 2017.
En el marco de la Celebración del II Domingo de Pascua, o Domingo de la Divina Misericordia, la Com. Del Rodeo, perteneciente al Decanato de San Juan Bautista, ubicado en el Municipio de San Juan Del Rio, Qro., el día 23 de Abril de 2017, recibió la visita de Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, quien presidió la Sagrada Eucaristía, con motivo de la celebración de la Fiesta Patronal en Honor del Señor de la Misericordia, Patrono de dicha Comunidad; concelebraron con el Sr. Obispo, el Pbro. Bernardo Reséndiz Vizcaya, Decano del Decanato de San Juan Bautista, el Padre Jesús Ceja (MP) Misionero de la Palabra, el Padre Juan Rosales de Jesús y el Padre Pablo Zurlo, (MX) Misionero Xaveriano. En su homilía, Mons. Faustino, expresó:
“Muy queridos hermanos, les saludo con afecto, saludo al padre Pablo, al Padre Bernardo, Decano de este Decanato de san Juan del Río, a los padres presentes aquí, el Padre Jesús, el Padre Juan, que hoy nos acompañan en esta celebración, quiero saludar a quienes han cabalgado, jinetes que en una peregrinación de Fe se han hecho presentes, en este hermoso templo del Señor de la Divina Misericordia , ojala y se acrecienten esta peregrinaciones, para reconocer el amor de Dios su Divina Misericordia, también a los grupos apostólicos, aquí presentes , al grupo de la Divina Misericordia, que está cada vez creciendo más , les pido que estén delante del Sagrario para pedir esa misericordia de Dios, a las agrupaciones, como el camino neocatecumenal que se encuentran aquí la misericordia de Dios, y a todos ustedes que hoy se reúnen para que celebremos esta Santa Eucaristía en esta que podemos considerar un Fiesta Patronal de este lugar y de este Decanato .
Al celebrar la divina misericordia, los invitamos en el marco de la Pascua, en el contexto Pascual que estamos celebrando, y tiene que ser un tiempo, de alegría, un tiempo diferente para nosotros los cristianos católicos, porque la alegría que tenemos es que ¡Cristo ha Resucitado! Y esto es lo que nos trae la alegría y es lo que nos impulsa a seguir luchando por nuestra salvación, y seguir luchando, porque seguimos a un Dios de vivos, porque tenemos a Jesús entre nosotros, porque tenemos a este Jesús que te puede liberar de cualquier cosa que traigas en este momento en el corazón y que te oprima, piensa que cosa te oprime , que cosa te hace sufrir, piensa, algo que te haga llorar, quizás alguna enfermedad, algún conflicto familiar, alguna situación de desavenencia en tu comunidad, alguna frustración de no haber logrado lo que tu querías, pero también un falta de fe, una confusión, una incertidumbre, cualquier cosa.
Hoy el Evangelio, nos habla precisamente de eso, nos habla de unos discípulos que habían sido testigos a lo largo de tres años con Jesús de tantas maravillas. Y ellos tienen miedo a pesar de haber visto todo esto; Pues tiene miedo de que les pase exactamente lo mismo que al maestro, pues ellos fueron testigos de cómo lo maltrataron in justamente y lo negaron y lo vendieron, lo abandonaron, ¿en qué lugar nos ponemos nosotros?
Aquellos discípulos tenían miedo, seguramente porque les reclamaba su conciencia, seguramente porque no querían seguir esta suerte, pues cuando alguien tiene miedo, ¿Qué hace? Se esconde. Y los discípulos estaban escondidos, por miedo a los judíos; como no tenerles miedo si ellos fueron capaces de matar al Hijo de Dios, al Mesías, al Maestro.
Resulta que cuando más miedo tenían aquellos Discípulos, Apóstoles, ¿Qué paso? Llegó Jesús a darles la Paz, ¿Qué pasa cuando alguien tiene miedo? Esta confundido, lo mejor es no tener miedo, sino poner nuestra confianza totalmente en Dios, ay que confiar en Dios, y no tener miedo de creer en Dios, no tener miedo a hablar de Dios , No temer ser misionero.
En primer lugar el miedo no es cristiano, el cristiano tiene fe total en Dios, y lo que Dios nos trae es “la Paz este con ustedes” y ¿qué significa, que Cristo nos desea la Paz? Ustedes devén de vivir en alegría, ustedes siéntanse perdonados y salvados por Dios, porque están salvados; sientan la alegría de ser perdonados, experimenten la alegría y la seguridad de mi presencia, yo he vencido la muerte y el pecado, esto es lo que a nosotros nos regala hoy el Señor en su Divina Misericordia.
Que sintamos la paz de tal manera que podamos ser audaces cristianos católicos, no caminar solos, sino tenemos que hacer las cosas en comunidad, tenemos que caminar en comunidad, hoy tenemos la invitación que nos hace a través de su palabra, que experimentemos la alegría de Cristo Resucitado, la alegría de su presencia, la alegría en su familia, porque en el centro de la familia esta Cristo, porque en el centro de toda nuestra fe esta Cristo, y ¿Cristo es? El Señor de la Divina Misericordia; regalándonos su amor, su misericordia.
Hermanos en este día tan hermoso, que el Papa San Juan Pablo II, le ha regalado a la iglesia instituyendo el Día de la Divina Misericordia, hoy de manera especial sintámonos amados por Dios, pero un amor que sea correspondido por nosotros.
Cuando vamos a un Santuario, a un retiro, vamos creyendo y pensamos que haciendo la señal de la cruz , llegando y persignándonos, pensamos que “ya llegue y ya me voy , yo ya cumplí, ya me voy” y no, no es así; porque el verdadero desafío , comienza en la vida cotidiana, en el trato con ti familia , en la honradez en tu trabajo, en la oración de todos los días, en la Misa de todos los Domingos , en el caminar con la comunidad, en el caminar sin miedo y con alegría.
Que Dios nos ayude con esta tarea misionera que hoy también el evangelio nos propone, donde encontraremos muchas situaciones de resistencia, pero como los discípulos, ustedes láncense como misioneros a las casa de su comunidad, muchas gentes no les van a creer si no ven en ustedes obras, pero cuando tú les compartes tu testimonio , cuando tú le compartes tu cambio, tu conversión aquellos creerán, ahí obra el Espíritu Santo , porque esta es su obra, hablar de Dios, y testimoniar su palabra, hablar del amor de Dios que ha hecho efecto en mi vida cambiando el rumbo de mi existencia.
Hermanos todos que este día también nos exhorte a la oración, hablar de la Divina Misericordia, no solo a un grupo sino dentro de tu familia, dentro de la Parroquia, juntos como misioneros de Dios para hablar con alegría del amor de Dios, de su Misericordia .
Que el Señor nos ayude y que en este día acudiendo a María nuestra Madre, Pidamos su intercesión para que cada día nos enamoremos más de su hijo Jesucristo, especialmente, de ese Jesús Vivo que está en el Sagrario, de tal manera que tú nuca dejes solo a Jesucristo que está realmente presente ahí en la Hostia Consagrada .
Que Dios Nos ayude y que María Santísima siga intercediendo por este pueblo queretano, por esta comunidad del Decanato de San Juan de Rio, y por toda nuestra Diócesis de Querétaro”.