La comunidad de Mompaní de la parroquia San Rafael Guízar Valencia recibió este 22 de septiembre, al señor obispo Don Faustino Armendáriz Jiménez para celebrar la fiesta patronal de la Santa Cruz de los Milagros. El señor cura Pbro. Humberto Acevedo Tacuba mostró al señor obispo las mejoras materiales del templo de la comunidad, y agradeció la visita del Pastor Diocesano pues es fuente de bendiciones y de nuevo entusiasmo para los fieles.
Monseñor Faustino Armendáriz inició la Santa Misa diciendo: “Queridos hermanos nos preparamos para celebrar a la Santa Cruz de los Milagros en esta Santa Misa, uniéndonos en oración y pidiendo por esta comunidad, especialmente por sus familias”.
En la homilía invitó a la comunidad: “Hoy es día de fe para meditar la Palabra de Dios que nos dice que celebrar a la Santa Cruz es reconocer el amor de Dios, porque Jesús subió a la Cruz, murió en ella para salvarnos a todos. Y tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo para que todos nos salvemos por Él”. “Por eso les invito a contemplar la Cruz, pero junto con ello contemplar a aquel que subió a la Cruz, al mismo Jesucristo y reconocer el inmenso amor que te tiene”.
Explicó nuevamente: “Dios te ama con amor infinito, muere por ti y quiere que le correspondas. Para corresponderle hay que reconocer ese amor, escuchar lo que Él dice para amar a los demás”.
Celebrar la Cruz es comprometernos con Cristo y tomar la propia cruz y seguirlo. Que la vida que tenemos corresponda a la fe que profesamos. Con fuerza, el Pastor Diocesano dijo: «Es tiempo de que en Mompaní tome en serio el camino que está siguiendo en su vida cristiana, si realmente amamos a Cristo, si realmente veneramos la Cruz de Cristo, hagamos caso a Jesús. Como familia, como hijo de Dios y hermanos de todos.
Concluyó con estas palabras: “Que la celebración de la Santa Cruz también nos comprometa a caminar con Cristo porque si Cristo no está en tu corazón, el maligno es quien vive en tu corazón, si no dejas entrar a Cristo en tu corazón, en tu familia, estas dejando entrar al maligno que nos destruye».