Tlacote el Bajo,Querétaro, Qro. 23 de Octubre de 2016.
El día 23 de Octubre de 2016, en el marco de la Fiesta Patronal, en Honor a San Rafael Guízar y Valencia, la comunidad parroquial ubicada en Tlacote el Bajo, Qro. Se dispuso a vivir dicho acontecimiento, en el cual se impartió el segundo de los Sacramentos a un grupo de niños, adolescentes y jóvenes pertenecientes a las diferentes comunidades que conforman esta Parroquia Beato Rafael Guizar y Valencia, la Sagrada Eucaristía fue Presidida por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, acompañado del Sr. Cura, el Pbro. Humberto Acevedo Tacuba, quien presentó a los futuros confirmandos, quienes después de haber recibido una adecuada catequesis pre-sacramental se dispusieron a ser confirmados por nuestro Pastor diocesano. Mons. Faustino, motivó a la asamblea con las siguientes palabras:
“En la víspera de la celebración de su Santo Patrono, invocamos sobre estos niños y jóvenes al Espíritu Santo, y cuando lo invocamos sobre cada uno de ellos, les ponemos las manos sobre su cabeza, los niños van a decir amén. Y, ¿Por qué dicen amen?, los padrinos ayúdenles a los niños a decir amén, y a lo largo de toda su vida ayúdenles a seguir diciendo amén, para que Dios mire con agrado su vida, su desempeño y su conducta. El padrino le acompaña precisamente el día de hoy para que lo siga acompañando durante toda su vida, de tal manera, que estos niños tengan un apoyo en ustedes.
Lo que reciben hoy es un gran regalo de Dios, es el máximo regalo que nos puede dar Dios, el Espíritu Santo y lo confirma con más plenitud; el cual, ya que lo han recibido en el Bautismo, por eso, no hay pretexto de que no podemos serle fieles a Dios, de que no podemos ser mejores, de que alguien va cada vez peor en su vida como cristiano; no hay pretexto, de que alguien no descubra a Dios, con la Misa Dominical, de que alguien se tira por el camino de los vicios cuando se tiene toda la ayuda de Dios.
Hoy el Evangelio nos propone, que la única manera de descubrir a Dios es: la oración, pero una oración humilde, donde tu reconozcas quien eres delante de Dios, no una oración como la del fariseo que dice: “yo no soy como los demás”, incluso experimenta que no necesita ni siquiera de Dios, incluso cree que a Dios dándole cosas ya con eso está contento aunque su vida sea de hipocresía.
Hoy hermanos, se nos invita a ser hombres y mujeres de oración, a que la familia ore unida, a que la familia camine con la ayuda y en la presencia de Dios, se lo pedimos al Señor especialmente en este día, que la fuerza del Espíritu Santo les impulse a seguir adelante.
Cuando aquel hombre humilde y sencillo pecador con una historia quizás con la cual nos podamos identificar alguno de nosotros, con un pasado donde alguno podría decirte no tienes perdón de Dios, y Dios si te dice “ Tú si tienes perdón mío”, cuando tú con sinceridad le dices como aquel publicano apiádate de mí que soy un pecador.
Hoy hermanos, le agradecemos a Dios todas esas bendiciones que nos da y especialmente la nueva oportunidad que te da a ti, padre de familia, para ser un mejor administrador de tu familia, de tu hogar, Dios te ha puesto allí, poniendo en tus manos y dándote la confianza de unos hijos para que los formes como Dios; manda no como tú quieras. Dios te ha dado una responsabilidad pero quiere que la hagas correspondiéndole a este amor que Él te tiene a ti.
Si no has sido el mejor cristiano católico del mundo a lo largo de tu vida, tienes la oportunidad hoy; Nunca es demasiado tarde, pídele a Jesús con humildad y con sencillez “Apiádate de mí, que soy un pobre pecador”, “Apiádate de mí que me conoces”, porque nadie de nosotros podemos engañar a Dios, ocultando nuestras culpas ocultando nuestras faltas y viviendo de las apariencias ante los demás.
Que Dios nos ayude y que la oración hecha, en pareja, en familia con los hijos; les ayude a estar más unidos. Un sacerdote católico decía: La familia que reza unida permanece unida”, si no quieren que sus hijos se dispersen a cierta edad y agarren luego por su cuenta, recen desde niños con sus hijos; de tal manera que crezcan en un ambiente de oración; es decir en la presencia de Dios, fortalezcan la Comunión, fortaleza la unión de la familia. Dios quiere derramar muchas bendiciones cuando con humildad decimos. “Señor ayúdanos”, “guía nuestra vida”, te dejamos el timón de nuestra vida.
Que el Espíritu Santo que hoy invocamos, nos ayude a lograr nuestros propósitos, y que todo lo que tenemos para ser fieles colaboradores de Dios, ¡que nadie te privé de Dios!, leamos la Biblia porque, en ella es Dios el que nos habla, que nadie los prive de Dios, como se hacía en otros tiempos como paso con de San José Sánchez del Rio, que acaba de ser canonizado, en el que se prohibía asistir a Misa y recibir la Comunión.
Hay que aprovechar que tenemos esta libertad para hacerlo y que tenemos también al Sacerdote para confesarnos y poder comulgar, aprovechemos que tenemos un Sagrario; que a veces esta solo para hablar con Dios y dejar que es Señor nos consuele; hay muchas maneras de entablar esa oración, ese dialogo, con Dios que seamos católicos de verdad que digamos; “Señor, hoy vengo acompañando a este niño a esta niña, un joven quiero ayudarte a formar a este niño porque es responsabilidad mía que este niño se forme por los caminos de Dios”. El Sr Obispo concluyo su homilía, diciendo: Que el Señor los ayude y que la Santísima Virgen María y la intercesión de San Rafael Guisar y Valencia, les ayude a lograr estos deseos para su familia, para su persona y para su comunidad. Digamos todos Amen.
Al término de la celebración Mons. Faustino, agradeció la invitación y las muestras de cariño recibidas en esta visita, les impartió la bendición y la comunidad le agradeció con un gran aplauso.