San Rafael, El Marqués, Qro. 30 de Octubre de 2016.
La comunidad de San Rafael, perteneciente a la parroquia de San Felipe de Jesús, el día 30 de Octubre del año en curso; recibió la visita de nuestro Pastor Diocesano Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, quien, asistió a dicha comunidad para presidir la Solemne Celebración de Acción de Gracias, con motivo de la Fiesta Patronal en Honor a San Rafael Arcángel, el Sr. Cura, el Pbro. Lic. Silvestre García Suárez, dio la bienvenida a Mons. Faustino, a la entrada del pueblo, juntamente con todos los agentes de Pastoral y demás fieles de dicha comunidad, y concelebro la Santa Misa. Al inicio de la celebración Mons. Faustino, expresó:
“Hermanos y hermanas de esta comunidad de San Rafael, hoy nos unimos a la alegría por celebrar a su santo patrono San Rafael, ponemos en las manos de Dios todas nuestras intenciones, pidamos por todas las familias de estas comunidad y pidamos por todos aquellos que se nos han adelantado en el camino, para que el Señor les de el descanso eterno y también por todos los enfermos”.
“Saludo a todos ustedes con afecto, al Párroco el padre Silvestre y a todos los agentes de grupos apostólicos de esta comunidad, ahora en un ambiente festivo, nos reunimos como comunidad para celebrar a San Rafael, sin duda el poder hacerlo es una oportunidad para vincular más, a través de la fiesta, a la comunidad y fortalecer la fraternidad entre familias”.
“Hoy hemos peregrinado al entrar a esta comunidad, ¿Cuál es el motivo de esta peregrinación simbólica que hemos hecho?, el caminar con los niños con las y los catequistas, con los peregrinos y peregrinas, no es otra cosa que una manifestación de fe, en un ambiente en el cual queremos agradecer a Dios todas sus bendiciones y especialmente por la intercesión de San Rafael”.
“Todos sabemos por experiencia que en la vida hay momentos tristes, pero también como ustedes mismos me lo han dicho, hay momentos gozosos, y hoy, es uno de esos momentos gozosos, con este gozo que nos regala Dios, queremos celebrar esta fiesta, pero también encausar esta oportunidad de reunirnos para hacer cada vez más firme nuestra fe y nuestra vida cristiana, ¡Cuánto necesitamos detenernos en el camino!, para decir ¿Cómo voy yo, correspondiendo a Dios?, ¿Cómo va esa relación con Dios en mi vida?, para que yo pueda decir ha cambiado mi manera de ser, ha cambiado el ambiente en mi familia, está cambiando mi corazón, ¿Cómo es posible esto?, el único que puede cambiar de fondo nuestra vida y nuestro corazón, es Cristo Jesús”.
“Cada uno podemos revisar nuestra historia personal, nuestra vida, y seguramente más de alguno encontraremos momentos difíciles, caídas, no hemos podido superar la prueba del maligno. Sin embargo, siempre, cada día es una oportunidad nueva para encontraros con Jesús y decirle, Jesús, quédate en mi casa”.
“Y un ejemplo de ello lo encontramos en la narración del evangelio que hemos escuchado, donde nos habla de un hombre bajo de estatura, de un hombre que tenía un trabajo que hacía que los demás habitantes de su pueblo, Jericó, no lo vieran con buenos ojos, pues era el cobrador de impuestos de la comunidad, pero además, se aprovechaba de su oficio de servidor público, para defraudar a la gente, para robar, -y eso a nadie le gusta-, mucho menos que nos engañen; y aquel hombre Zaqueo no era bien visto por sus malas acciones, cualquiera diría, esa persona no tiene remedio, esa persona está perdida”.
“Sin embargo, Dios nunca dice eso, por eso, hoy Zaqueo, aquel hombre que era pequeñito, pero tenía una gran fortuna, venía a ver a Jesús, quizá no sabía ni para que, a lo mejor era por curiosidad, y como no podía verlo entre tanta gente, se sube a un árbol para verlo pasar. -Fíjense como hace más el que quiere que el que puede- Por que el hombre que era una persona formal, pierde las formas y se sube al árbol para ver a Jesús, es decir, sacrifica su imagen para ir a Jesús”.
“Hoy hermanos, ¿Qué tanto hacemos nosotros para encontrarnos con el Señor? Seguramente en tu familia rezan el Santo Rosario, la novena de San Rafael, ir a misa una vez a la semana, hacemos peregrinaciones, somos hombres y mujeres fervorosos de Dios. Sin embargo, aquí lo importante es, como el caso de Zaqueo, que seguramente era un judío que cumplía la ley, dejaba su ofrenda en el templo, quizás iba a la Sinagoga. Sin embargo su vida no cambiaba, ese es el problema en Zaqueo y probablemente en nosotros, y ¿Cuál es la solución? Para Zaqueo la solución fue que cuando se encontró con Jesús, -Él le dijo-, “hoy quiero quedarme en tu casa”, quizá se refería a hacer una visita a su hogar, pero seguramente también se refería a quedarse en su corazón, y que hace Zaqueo, se baja del árbol, es decir, inmediatamente le dice que sí”.
“Esta gran enseñanza me parece que es fundamental en el evangelio de hoy, decirle sí a Dios, reconociendo lo que era él, sus acciones negativas, ¿qué dice después?, -Zaqueo dice-, me he encontrado con Jesús, valió la pena, mi vida tiene que cambiar, por eso, “yo devolveré a los pobres la mitad de mis vienes, y si en algo he defraudado a alguien, se los devolveré” Eso es cuando hay un cambio en nuestras vidas, cuando alguien roba algo y pide perdón, pero también hay que devolver lo que se robó”.
“Hoy hermanos cada uno de nosotros, quizá no seamos cobradores de impuestos ni servidores públicos, pero, que daño hemos hecho a nuestro prójimo, como hemos ofendido a nuestros propios hermanos, adentro de nuestras propias familias, y a veces es donde se dan más roces y conflictos, con los que deberíamos querer más y con los que deberíamos estar en armonía, esposo y esposa, hijos y papas, abuelos, con familiares, etc.” Sin embargo aquí salimos, no nos quedamos en un círculo, si no es, ¿Cómo esta nuestra relación con los demás?, y si nuestra relación está bien con los demás, la relación con Dios, estará bien.
“Zaqueo, se convirtió, y su familia también, el Papá es muy importante en la vida de la familia, si el Papá se pierde, la familia también, si el Papá va dado ejemplo en la familia, la familia va caminando y cuando hablo de Papá también me refiero a Mamá, porque no son uno, son dos, por eso es importante tener esa bendición de Dios, que hace uno a la pareja”.
“Hoy le pedimos a Dios el encuentro con él, y también, abramos las puertas de nuestra casa y también las de nuestro corazón; enseñen eso a los niños Papás, enséñenles desde pequeños, en el nombre de Dios, no por la autoridad que tú tienes, antes de darle enseñanza a los hijos pídanle a Dios que les de la luz para que esta enseñanza dé muchos frutos en su familia.
«Que Dios bendiga a todas las familias, pidamos que nos visite y se quede con nosotros, que la virgen María camine con nuestras familias, con cada uno de nosotros, en nuestro peregrinar por esta vida”. Amen.
Al terminó, de la celebración el Sr. Cura, agradeció a Mons. Faustino, su cercanía con la comunidad de San Rafael y por su presencia que los motiva y los conforta nuevamente. Por su parte, nuestro Pastor diocesano, agradeció la invitación y todas las muestras de cariño recibidas de parte de la comunidad, les impartió la bendición y encomendó a todos bajo el cuidado y protección maternal de la Santísima Virgen María.