¿LA SOLUCIÓN?: EDUCACIÓN CON TRABAJO HONESTO Y RESPONSABLE.
Ante las crecientes expresiones de inseguridad, ilegalidad y violencia, muchas personas y familias se sienten inseguras y desprotegidas; la situación se agrava por paros y manifestaciones irresponsables que dañan sobre todo a los más pobres. Es urgente exigir a las autoridades correspondientes, pero también apoyarlas tanto en la aplicación justa de la ley como en acciones que debilitan la violencia y conducen a la paz social. Es desde cada familia, barrio y comunidad, donde urge poner el cimiento con tareas sencillas pero indispensables.
En estos niveles básicos urge educar ejercitándonos en los valores fundamentales como el amor a la vida, a la verdad, a la unidad, a la responsabilidad y al bien común. Esto comporta no hacerse justicia cada quien por su cuenta, mostrar con hechos el espejismo y crueldad de los efectos de la corrupción en diferentes niveles, luchar contra las adicciones que son fuente segura de personas irresponsables, violentas, suicidas y hasta criminales. Se requiere mayor cuidado y cercanía a niños, adolescentes y jóvenes; son el futuro de la sociedad pero también los más vulnerables a adicciones y de allí a la delincuencia.
En varias colonias, barrios y comunidades, los vecinos ya se organizan de manera creativa y con resultados iniciales alentadores; sea éste el inicio de un proceso que lleve gradualmente a rescatar los espacios públicos como lugares de encuentro, descanso y recreación sana, a promover canchas deportivas, a evitar se instalen grupos de vándalos y centros de vicio, a identificar y señalar a los falsos líderes que solo engañan para beneficiarse; son tareas que no pueden esperar. En estos niveles urge la labor coordinada con las diferentes autoridades, más en las periferias dada su fragilidad por necesidades elementales.
La solución de fondo contra la violencia no está en las armas, ni solo con más policías, más cárceles o un mayor presupuesto; tampoco en el esfuerzo solo del gobierno, de un solo sector o de unas cuantas personas. Es con educación, con trabajo honesto y responsable desde los hogares, en la escuela y en la sociedad como lograremos doblegar la actual situación de violencia a la que hemos llegado. Urge luchar para avanzar en la calidad de educación, para erradicar la corrupción, la drogadicción y el bullyng en las escuelas; los gobernantes, responsables de las diferentes instancias de la sociedad y padres de familia tienen una tarea urgente en este campo, tareas que debemos apoyar y complementar todos.
En este camino hacia la reconciliación y la paz nos sostiene y alienta la cercanía sentida de la Santísima Virgen y el ejemplo del niño mártir mexicano José Sánchez del Río canonizado hoy por el Papa Francisco en Roma. Imploramos su protección e intercesión por México, especialmente por tantos niños y adolescentes que carecen de una familia, de educación de calidad y buenos guías, por los que son víctima de adicciones, de violencia y han sido ya encadenados al mal, por los niños migrantes. Nos urge trabajar en diferentes frentes con paciencia, constancia y sobre todo con mucha fe y esperanza. No podemos esperar más.
+ José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera Oaxaca.