El Santo Padre Francisco en su exhortación apostólica Evangelii gaudium nos marca estos cinco desafíos pastorales, refiriéndose a la Comunicación:
¿Cómo anunciar el Evangelio en el mundo de hoy?
“Hay que atreverse a encontrar los nuevos signos, los nuevos símbolos, una nueva carne para la transmisión de la Palabra, las formas diversas de belleza que se valoran en diferentes ámbitos culturales” (GE 167).
- «Estamos en la era del conocimiento y la información, fuente de nuevas formas de un poder muchas veces anónimo» (n.52)
“Vivimos en una sociedad de la información que nos satura indiscriminadamente con datos, todos al mismo nivel, que termina llevándonos a una tremenda superficialidad a la hora de plantear las cuestiones morales. (n.64)
DESAFÍO: “…se hace necesaria una educación que enseñe a pensar críticamente y que ofrezca un camino de maduración en valores. (n.64).
- “Hoy, que las redes y los instrumentos de la comunicación humana han alcanzado desarrollos inauditos… (n. 87)
DESAFÍO: “Descubrir y transmitir la mística de vivir juntos, de mezclarnos, de encontrarnos, de tomarnos de los brazos, de apoyarnos, de participar de esa marea algo caótica que puede convertirse en una verdadera experiencia de fraternidad, en una caravana de solidaridad, en una santa peregrinación” (n. 87).
Así “las mayores posibilidades de comunicación se traducirán en más posibilidades de encuentro y solidaridad entre todos” (n. 87).
- Sobre la actitud de la cultura mediática en relación al mensaje de la Iglesia: “la cultura mediática y algunos ambientes intelectuales, a veces, transmiten una marcada desconfianza hacia el mensaje de la Iglesia, y un cierto desencanto» (n.79).
“En el mundo de hoy, con la velocidad de las comunicaciones y la selección interesada de contenidos que realizan los medios, el mensaje que anunciamos corre más que nunca el riesgo de aparecer mutilado y reducido a algunos de sus aspectos secundarios. Existe el peligro que algunas cuestiones de la enseñanza moral de la Iglesia permanezcan fuera del contexto que les da sentido, o que a veces el mensaje se identifique con aquellos aspectos secundarios que no manifiestan el corazón auténtico del mensaje de Jesucristo” (cfr. EG 34).
“…conviene ser realistas y no dar por supuesto que nuestros interlocutores conocen el trasfondo completo de lo que decimos, o que pueden conectar nuestro discurso con el núcleo esencial del Evangelio que le otorga sentido, hermosura y atractivo (n.34).
DESAFÍO: ¿Cómo el mensaje viene comunicado? ¿Cuál es el modo de comunicar el mensaje? El anuncio debe concentrarse en lo esencial, que es lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario. (cfr. EG 35).
- EL LENGUAJE: “Al mismo tiempo, los enormes y veloces cambios culturales requieren que prestemos una constante atención para intentar expresar las verdades de siempre en un lenguaje que permita advertir su permanente novedad” (EG 41).
La tarea evangelizadora se mueve entre los límites del lenguaje y de las circunstancias». Se procurará «comunicar mejor la verdad del Evangelio en un contexto determinado, sin renunciar a la verdad, al bien y a la luz que pueda aportar cuando la perfección no es posible.» (n.45); “…el problema no es solamente saber lo que se debe decir, sino también prestar atención al «cómo»; es decir al modo concreto de desarrollar la predicación”(n.157).
DESAFÍO: El tema del lenguaje es una gran desafío para la Iglesia actual.
El Papa Francisco señala: es necesario aprender a utilizar imágenes en la predicación, “ es decir a hablar con imágenes”…una buena homilía debe contener una “idea, un sentimiento, una imagen”. (cfr. 157).
El Papa recuerda que la sencillez está relacionada con el lenguaje utilizado. Debe ser un lenguaje que los destinatarios puedan comprender para no correr el riesgo de hablar al vacío. (cfr. n.158). El camino es el de la simplicidad, la claridad y la dimensión positiva: «una predicación positiva siempre da esperanza, orienta hacia el futuro, no nos deja encerrados en la negatividad». (cfr. EG 159).
- LA BELLEZA: “el aprecio de la belleza es necesario para poder llegar al corazón humano y hacer resplandecer en él la verdad y la bondad del Resucitado. Se nos recuerda por tanto el uso del arte en la tarea evangelizadora de la Iglesia; y el Papa no duda en hablar de un nuevo «lenguaje de parábolas».
DESAFÍO: Anunciar a Cristo significa mostrar que creer en Él y seguirlo no es sólo algo verdadero y justo, sino también bello, capaz de colmar la vida de un nuevo resplandor y de un gozo profundo» (n. 167).
Pbro. Saúl Ragoitia Vega Presidente de la Comisión Diocesana para la Pastoral de la Comunicación Social