A los hermanos Presbíteros,
a los miembros de la Vida Consagrada
y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:
Las palabras del Beato Juan Pablo II contenidas en la Encíclica Ecclesia de Eucharistianos animan a todos los fieles, y de manera especial a los sacerdotes, a no escatimar esfuerzos ni recursos al expresar nuestro asombro ante el don inconmensurable de la Eucaristía, con capillas, oratorios e iglesias dignas de tan grande misterio (cf. EE 48).
También el Papa Pablo VI nos exhorta en la Encíclica Mysterium fidei a que durante el día, los fieles no omitan el hacer la visita al Santísimo Sacramento, puesto que la visita es prueba de gratitud, signo de amor y deber de adoración a Cristo Nuestro Señor, allí presente (cf. MF 8).
Igualmente insisto en que la presencia del Señor es lo que hace del todo singulares a estos lugares. Por lo cual, se debe garantizar la visita constante y presencia permanente delante del Sagrario, para estar con Jesús y que ningún sagrario esté solo. Nos preocupa cualquier circunstancia que ocurra en relación a los sagrarios e imágenes sagradas.
Los exhorto hermanos a poner el máximo interés en el cuidado de los lugares y edificios sagrados destinados a la celebración pública del culto divino que estén bajo su responsabilidad. El legado de tantas y hermosas edificaciones es una muestra clara y patente de amor a la Eucaristía y de generosidad de muchísimos fieles que nos antecedieron, lo que nos obliga a conservar y mantener en buen estado su decoro, belleza y dignidad. Esta misma actitud debemos tenerla hacia las nuevas edificaciones.
Todo, siempre, para mayor gloria de Dios y la santificación de los hombres.
En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 16 días del mes de agosto de 2011.
Fraternalmente en Cristo y María:
† Faustino Arméndariz Jiménez Obispo de QuerétaroPbro. Dr. Jorge Hernández Nieto Canciller