(CODIPACSQRO) La celebración por los 150 años de la Diócesis de Querétaro se vistió de dulces sonidos y bellos cantos, al ofrecer el magno concierto sinfónico coral “Misa Guadalupana” como homenaje a los hombres y mujeres que nos precedieron en la fe; a los sacerdotes, religiosos y laicos que han participado en la evangelización y a los obispos que guiaron la vida en la fe de la Diócesis queretana.
El señor obispo, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, dirigió un saludo y emotivo mensaje a los presentes que peregrinan en esta Diócesis de Querétaro, al mismo tiempo saludó al compositor de “La Misa Guadalupana”, el maestro Venus Rey Jr.; al maestro y director Jesús Almanza; al maestro director de Coro Erick Escandón; a las sopranos Martha Juliana Ayech y Diana Mathus; a la Camerata y Coro Santiago de Querétaro y al Coro del Conservatorio y Escuela de Música Sacra José Guadalupe Velázquez. Igualmente, agradeció a las autoridades civiles por su apoyo y facilidades.
El noveno obispo de Querétaro dijo en su mensaje: “La celebración jubilar por la erección canónica de nuestra Diócesis ha querido ser una experiencia de gratitud a Dios que nos permita tomar conciencia de nuestro pasado, viviendo el presente con alegría; para proyectar el futuro con esperanza. En este sentido, la música que expresa innumerables percepciones del espíritu en una obra, como la Misa Guadalupana del maestro Venus Rey Jr., nos ofrece la posibilidad de percibir, como en un espejo, las vicisitudes de la historia personal y universal. Mediante sus sonidos nos lleva, en cierto sentido, a otro mundo y armoniza nuestro interior. Al encontrar así un momento de paz, podemos ver desde la altura, las misteriosas realidades que el hombre trata de descifrar y que la luz de la fe nos ayuda a comprender mejor. Podemos imaginar la historia del mundo como una maravillosa sinfonía que Dios ha compuesto y cuya ejecución el mismo dirige como sabio director de orquesta. Aunque a nosotros a veces la partitura nos parece demasiado difícil, Él la conoce, desde la primera nota hasta la última. Nosotros no estamos llamados a manejar la batuta del director y mucho menos a cambiar las melodías a nuestro gusto. Estamos llamados, cada uno en su puesto con sus propias capacidades, a colaborar con el gran director en la ejecución de su estupenda obra maestra.
Durante la ejecución también podremos comprender poco a poco el grandioso plan de la partitura divina. Este concierto es una metáfora de nuestra Diócesis que quiere invitarnos a cada uno de nosotros para que al compás de una misma nota y bajo la misma batuta del Evangelio, ejecutemos la hermosa obra maestra de la Nueva Evangelización, guiados por el ejemplo de María de Guadalupe estrella de la Nueva Evangelización”.
El Vicario General de la Diócesis, monseñor José Martín Lara Becerril, presidente de la comisión de los festejos de los 150 años, destacó la presencia regia, maternal y modelo de evangelizador de Santa María de Guadalupe.
Jorge A. Rangel Sánchez Publicado en el periódico «Diócesis de Querétaro» del 14 de diciembre de 2014