Balance primer año: Papa mediático, mensaje desconocido

Se cumplió el primer año de la elección del Papa. Desde el primer momento, Francisco ha estado con la gente y su popularidad es inmensa. Sin embargo, ¿cuántos conocen realmente su pensamiento y sus enseñanzas?

Con gran alegría fue acogida aquella “fumata” blanca, hace ya un año (13 marzo 2013). El saludo del recién elegido Pontífice, lleno de sencillez y cercanía, fue un anuncio del estilo que impondría el nuevo Papa.

Los gestos de cercanía con la gente, ya desde los primeros momentos, le consiguieron un puesto en los medios internacionales: desde celebrar el Jueves Santo en la cárcel romana para menores, hasta la apoteósica reunión con tres millones de jóvenes en Río de Janeiro.

Pero la proximidad de Francisco no ha sido sólo física, sino ante todo pastoral. Desde el inicio ha hablado de la misericordia, para buscar que los problemas más espinosos de la vida moral contemporánea no alejen de la Iglesia a los fieles.

Por eso, el Santo Padre ha insistido en la misericordia con los que fallan, y le ha quitado peso a los temas controversiales como aceptar el bautismo de un niño cuyos padres no están casados por la Iglesia, o el juicio respecto a una persona homosexual.

Esta gran cercanía hacia las personas que tienen dificultades para vivir la moral católica ha llenado de esperanza a millones de fieles. Pero –paradójicamente– esta gran luz se ha convertido en sombra para algunos, que han pensado y difundido que Su Santidad está cambiando la moral tradicional.

El caso más paradigmático de este eclipse fue aquella declaración que Francisco hizo en la conferencia de prensa en el avión, rumbo a JMJ de Río de Janeiro: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?” [Entrevista completa]

Estas palabras se ganaron muchas alabanzas, también por parte de activistas gays. Así, muchos entendieron la misericordia del Papa, aunque no pocos la malinterpretaron como un cambio en la doctrina de la Iglesia.

Son pocos los fieles que se han entendido el mensaje completo, el cual ha sido trazado en la Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium”. En este documento, el Pontífice explica el balance entre doctrina y misericordia.

Así, el Santo Padre explica que hay una jerarquía en las enseñanzas morales de la Iglesia (n. 36), que cuando no se respeta se oscurece el mensaje del Evangelio. Esto ocurre cuando se predican más algunos temas subordinados que los temas principales: “cuando se habla más de la ley que de la gracia”, o sea, más de las obligaciones morales que de la ayuda y del perdón divinos (cfr. n. 38).

El Papa enseña que desde esta jerarquía de enseñanzas “ninguna verdad es negada. (…) Es más, cada verdad se comprende mejor si se la pone en relación con la armoniosa totalidad del mensaje cristiano” (n. 39).

Este balance entre misericordia y firmeza doctrinal es paradigmático en el modo como Francisco explica el aborto. Con gran claridad y honestidad el Papa afirma que no hay cambios en la doctrina católica sobre el aborto y, a la vez, pide ayudar a las mujeres que pasan por esa dura situación (n. 214).

El Papa cercano que nos presentan los medios no es un Pontífice reformista, sino un Pastor valiente que lleva el mensaje de misericordia hacia quienes se pueden sentir excluidos por la doctrina.

Pero este mensaje de misericordia es continuamente eclipsado tanto por quienes no comprenden que la doctrina es para salvar no para condenar, como por quienes quieren prescindir de la doctrina para facilitar la salvación.

Luis-Fernando Valdés
lfvaldes@gmail.com