Historia de la Diócesis de Querétaro
Intentos de Fundación
Desde tiempos de la Colonia Española, en 1710, propusieron la creación de la Diócesis de Querétaro. Para 1767 el Excmo. y Rvmo. Arzobispo de México Dr. Don Manuel Rubio Salinas, se expresa así: “Hay en este Arzobispado cuatro Ciudades, además de esta de México, pero la única digna de consideración es para ser sede de una nueva Diócesis es Querétaro que tiene dos parroquias, nueve conventos de hombres y dos de mujeres y asimismo dos casas de recogimiento”. Consumada la Independencia de México (27 de septiembre de 1821), el Gobierno siguió tramitando el negocio de nuevos obispados, pero el triunfo del partido liberal y la promulgación de la Constitución de 1857 dejaron este problema sin solución.
El 21 de enero de 1861 salieron desterrados del país por orden del Presidente Juárez, cinco Excmo. Prelados, entre ellos don Clemente de Jesús Munguía Obispo de Michoacán, muchas veces durante el destierro habló detenidamente con Su Santidad Pío IX sobre la urgentísima necesidad de erigir nuevas diócesis en la República, lo que se dignó hacer Su Santidad en vista de los juiciosos informes del Excmo. Sr. Murguía.
Esta vez la creación de siete nuevas diócesis fue una realidad, diócesis tan importantes como son, por su orden cronológico, las de Chilapa, Tulancingo, Veracruz, Zacatecas, León, Querétaro y Zamora, más el Vicariato Apostólico por entonces de Tamaulipas; también fue entonces cuando Morelia y Guadalajara fueron elevadas a la categoría de Arquidiócesis. Para entonces, en la república sólo eran 10, la Arquidiócesis de Mexico a la cual pertenecía Querétaro era extremadamente grande, con todos los climas y todas orografías, las visitas del obispo eran extrañas o desconocidas en las zonas más lejanas.
La fundación de la Diócesis.
La DIÓCESIS DE QUERÉTARO fue erigida gracias a la BULA PONTIFICIA “DEO OPTIMO MAXIMO” del 26 de enero de 1863, de Su Santidad el Papa Pío IX. El 8 de marzo de ese mismo año Su Santidad, Pío IX designo delegado para la ejecución de la Bula al Excmo. Y Rvmo. Primer Arzobispo de Morelia Dr. D. Clemente de Jesús Munguía, quién debido a sus crónicos achaques subdelegó con fecha 17 de noviembre del mismo año, al Ilustrísimo y Reverendísimo Obispo Electo de León Dr. D. Jesús María de Jesús Diez de Sollano y Dávalos. La ejecución de la Bula se llevó a cabo el 7 de febrero de 1864, así quedó canónicamente instituida como Catedral de la nueva Diócesis la Iglesia Parroquial de Santiago. El Seminario no se pudo establecer en el edificio de los antiguos Colegios de San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, porque se encontraban ocupados por el Gobierno Civil (desde 1844), éste se estableció en el edificio anexo al templo de San Antonio. La residencia Episcopal (Casa del Excmo. Sr. Obispo Diocesano), Curia y Cancillería, la Acta Ejecutoria de la Diócesis, en el Artículo XVI, decretaba que se destinasen para esto los anexos de la misma y que estaban destinados para habitación del Párroco, fueran utilizados para este fin, con el arbitrio del nuevo Obispo de que fueron utilizados los edificios que están junto a la Iglesia de la Congregación de B.V. María de Guadalupe, si él así lo eligiera, pero ambos nunca fueron utilizados para este fin.
Primeros años
El 19 de marzo de 1863 fue preconizado primer Obispo de Querétaro, el Ilmo. Y Rvmo. Sr. Dr. D. Bernardo Gárate López de Arizmendi, Maestrescuelas de la Catedral de Metropolitana de México y Gobernador de la Sagrada Mitra de aquel Arzobispado. Arribó a Querétaro el 29 de enero de 1865. Con celo se dedicó inmediatamente a echar los fundamentos de la nueva Diócesis. Al día siguiente de su llegada estableció la Curia; el 12 de febrero erigió el Venerable Cabildo Catedral y el 2 de marzo fundó el Seminario Conciliar Diocesano. Emprendió la visita pastoral de su Diócesis que apenas comenzó, pues en Tolimán contrajo la enfermedad que lo condujo al sepulcro, el 30 de julio de 1866, entregó su alma al creador.
El país no se había podido recuperar de la guerra de Reforma cuando se iniciaba la guerra de intervención de los franceses, apoyada por los conservadores. Fernando Maximiliano de Austria había sido proclamado emperador de México el 10 de abril de 1864. Muy pronto, sin embargo, la imagen idílica y glamorosa del Emperador comenzó a resquebrajarse, y los rumores que hablaban de su desacuerdo con el partido que lo había llamado a México empezaron a ser comentados entre el pueblo. Napoleón III resolvió dar por terminada la empresa en México. Con el retiro de las tropas francesas la situación del Imperio se tornó desesperada. Maximiliano resolvió hacerse fuerte en Querétaro. Tras varios combates preeliminares, comenzó el sitio de Querétaro el 11 de marzo de 1867, Querétaro había resistido con buen éxito, el 14 de mayo, siendo ya insostenible la posición de los sitiados, el coronel Miguel López, jefe de la guarnición de «La Cruz», entregó su posición a los republicanos que entraron en la plaza el día 15 de mayo, permitiendo así la caída de la ciudad y la captura de los principales personajes del Imperio. La destrucción de la ciudad, el hambre y las enfermedades fueron las consecuencias que pago la población civil. Se fusiló al archiduque Maximiliano y a los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, en las faldas del Cerro de las Campanas, el 19 de junio de 1867. En julio de 1867, después de cinco años de lucha denodada contra los invasores franceses, las tropas juaristas restauraron la República y con ellos dieron la victoria, de manera indiscutible y definitiva, al Partido Liberal sobre el Conservador.
La situación de todos los estados del país era mala y la de Querétaro era especialmente: la hacienda pública estaba en bancarrota; la ciudad destruida y llena de escombros; el acueducto había sido averiado durante el sitio; la educación estaba suspendida; no se ejercían las labores de administración de justicia; incluso no se contaba con Palacio de Gobierno. La Iglesia paso por una difícil situación pues tenía que buscar convivencia ante una realidad totalmente diferente, en principio adversa. Los monumentos eclesiales hubieron de empezar a desempeñar funciones más mundanas.
El 31 de junio de 1866, a la muerte de Don Bernardo Gárate López de Arizmedi, gobernó la Diócesis de Querétaro con el carácter de Vicario Capitular el M. I. Sr. Cango. D. Manuel De Soria y Breña. La vacante que siguió a la muerte del Sr. Gárate se prolongó por tres años, los cuales fueron muy críticos sobre todo para el Seminario, el cual pareció entrar en estado de agonía, para dar alojamiento (pretexto) al ejército francés, se obligó al seminario a desocupar el local, en que se inauguró. La RECONSTRUCCIÓN del Estado de Querétaro estuvo a cargo del Gobernador Julio M. Cervantes, logró reactivar la vida económica del Estado.
Su Santidad Pío IX, en el Consistorio del 22 de junio de 1868, preconizo Obispo de Querétaro, al señor Don Ramón Camacho y García. Recibió la consagración el 4 de julio de 1869 en la Catedral de Morelia. EI 15 de agosto de 1869, llego a Querétaro. El Ilmo. señor Camacho, venia a tomar posesión de su Iglesia, recientes aun los acontecimientos del “Sitio de Querétaro”. Durante su episcopado, solo cinco veces salio de su Diócesis; desempeño su oficio pastoral con todo el celo que le caracterizaba; arrastrando grandes padecimientos físicos y venciendo muchas dificultades que la topografía de la Diócesis de Querétaro ofrece para ser recorrida en toda su extensión. En 1883 se trasladó el Seminario, al ex convento de la MM. Carmelitas, anexo al templo de las Teresitas. Insistiendo en trabajar, mientras le fue físicamente posible; y puede decirse que de su humilde mesa de escritorio bajó a la tumba, el 30 de julio de 1884 entregó su alma al creador.
A pesar de los esfuerzos del gobierno y de que Juárez era el líder indiscutible de México, la paz no logró restablecerse por completo y constantes levantamientos amenazaban la tranquilidad del país. Finalmente, esas rebeliones dejaron de tener sentido con la repentina muerte de Juárez causada por un infarto, el 18 de julio de 1872. Sebastián Lerdo de Tejada triunfó para gobernar a la Nación en diciembre de 1872 y terminaría en noviembre de 1876. Lerdo de Tejada prosiguió la persecución religiosa, a parte de consagrar en la constitución esas leyes anticlericales, que Lerdo de Tejada se propuso hacer cumplir, decretaba otras medidas en contra de la Iglesia, hizo declarar constitucionales las leyes de Reforma y aprobar una ley orgánica que las reglamentaba y en que se llegaba a prohibir que se diera instrucción religiosa o se practicara cualquier culto en los locales del gobierno, pues sólo se permitía en los templos, prohibían las manifestaciones religiosas fuera de los templos; apoyó la introducción del protestantismo, buscando restarle poder a la Iglesia Católica. La Iglesia perdió estos años definitivamente los edificios que había construido en siglos anteriores para albergar sus seminarios, colegios, comunidades religiosas, etc. También decomisó el gobierno sus bibliotecas, que incorporo a la Nacional o dispersó. En 1876, cuando Lerdo de Tejada buscó que lo reeligieran, Díaz volvió a rebelarse; esta vez tuvo éxito y tomó el poder. Díaz se levantó en armas el 10 de enero enarbolando el Plan de Tuxtepec. En 1876 el presidente Lerdo, reconoció se derrota y abandonó el país para ir a morir a Nueva York.
El Porfiriato
Cuando el general Porfirio Díaz se levantó en armas contra Juárez y contra Lerdo de Tejada, Porfirio Díaz sostenía el principio de la «no reelección»; estaba en contra de que el presidente volviera a ser electo. Pero después él mismo se reeligió muchas veces. Su gobierno fue verdaderamente largo, de 1876 a 1911.
El pueblo mexicano estaba hastiado del desorden y la guerra, y Díaz se propuso imponer la paz a cualquier costo. Con el orden, aumentó el trabajo y se hizo posible el desarrollo económico, pues el país contaba con recursos y los empresarios podían obtener buenas ganancias. México tuvo un crecimiento económico nunca antes visto. Pero como poca gente tenía dinero para invertir o podía conseguirlo prestado, el desarrollo favoreció a unos cuantos mexicanos y extranjeros. Con esto, la desigualdad entre los muy ricos, que eran muy pocos, y los muy pobres, que eran muchísimos, se fue haciendo cada vez más profunda. Se agudizó la tendencia a acumular terrenos en manos de unos pocos propietarios; es decir, a la formación de latifundios.
A lo largo de su dilatada dictadura, la Iglesia gozó de amplia tolerancia; pudo volver a abrir seminarios, conventos y monasterios y las órdenes religiosas reabrieron escuelas, hospitales y orfanatorios. Jamás mostró deseos de distanciarse de la jerarquía, pues su objetivo principal era la construcción de un Estado Nacional. Aunque también fue benévolo con los protestantes, hizo estrecha amistad con el alto clero de varias ciudades del país. Durante su mandato, en 1891, el Papa León XIII presentó la Encíclica «Rerum Novarum» que fue el antecedente de la actual doctrina social cristiana.
El 23 de marzo de 1885 fue preconizado Obispo de esta Diócesis por S. S. León XIII el Ilmo. y Rvmo. Sr. Dr. D. Rafael Sabás Camacho y García, y el 24 de mayo, Domingo de Pentecostés, del mismo año, lo consagró en la Santa Iglesia Catedral de Querétaro el Ilmo. Y Rvmo. Sr. Dr. D. J. Ignacio Arciga, Arzobispo de Michoacán. En la víspera había hecho se entrada triunfal a esta ciudad. Visitó gran parte de la Diócesis. De 1892 a 1893 asistió al Concilio Providencial de Oaxaca. En 1897, en el Concilio Providencial Michoacano y en 1899 al Concilio Plenario de América Latina verificado en Roma.
Anticipándose a la reforma de la Música sagrada, decretada por San Pío X, al Sr. Camacho le corresponde en gran parte haber sido el restaurador e incansable propagador del canto genuinamente eclesiástico y de la música sagrada en las Diócesis de la Republica. Fundó la Escuela de Canto Gregoriano en la ciudad de Querétaro el 18 de febrero de 1892. (Hoy Escuela de Música)
Obispo eminentemente guadalupano emprendió la restauración de la Congregación de Clérigos Seculares de Santa María de Guadalupe; iniciador de las peregrinaciones a la Nacional Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, la Diócesis realizó su primera peregrinación de Querétaro al Tepeyac para estar ante la Guadalupana el 8 de septiembre de 1886. Escribió catorce Cartas Pastorales sobre Nuestra Señora de Guadalupe; defendió con brillo la verdad de las Apariciones y trabajo empeñosamente hasta conseguir la aprobación del Oficio y Misa propios del 12 de diciembre. Tanto en la preparación como en la realización de la coronación de la milagrosa Imagen del Tepeyac, tuvo una intervención entusiasta y fervorosa.
EI Sr. Camacho también fue grande en la caridad; socorrió a los necesitados y cooperó grandemente al establecimiento de casa de beneficencia. El Padre Felipe Sevilla construye el hospital del Sagrado Corazón de Jesús el Sr. Camacho cooperó en esta empresa.
El Seminario tiene un largo período de desarrollo y se mejoran sus programas de formación. Intento construir desde sus cimientos la iglesia Catedral. El 31 de diciembre de 1904, eI Excmo. Sr. Camacho ordena la publicación del “Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Querétaro”.
El 17 de abril de 1905, al Sr. Camacho le sobrevino un ataque cerebral de extrema gravedad. Permaneció muchos días en el lecho de dolor, dando constantes pruebas de humildad y paciencia. EI 11 de mayo de 1908, entrego su espíritu al creador.
LOS AÑOS DIFÍCILES.
La preparación de nuevos prelados se efectuó a través del Colegio Pío Latino Americano, fundado en Roma por Pío IX, y en donde estudiaron los jerarcas más célebres de las tres primeras décadas del siglo XX. La preparación de los nuevos obispos estaba más cercana a la teología neotomista que se promovió durante el pontificado de León XIII, cuya encíclica Rerum Novarum de 1891 abrió definitivamente las puertas al catolicismo social, corriente que buscaba frenar la creciente secularización a través de una mayor atención a los laicos y los problemas agrícolas y obreros. Aunque la Rerum Novarum fue recibida fríamente en México, al despuntar el siglo XX comenzó a verse la febril actividad de los católicos sociales: a partir de 1903 dio inicio el ciclo de los congresos católicos.
Mientras Mons. Mora y del Río propició la formación del Círculo Católico Nacional en plena efervescencia electoral (1909), con el propósito de extender la acción católica intensivamente. La conciencia social y el estimulo del pueblo, sobre todo a la juventud, fueron instrucciones que se recibieron desde la Santa Sede, por parte del Papa Pío X, para que los católicos mexicanos participaran en los festejos del Centenario de la Independencia en septiembre de 1910; claro, siempre absteniéndose de una expresión política clara y transparente.
El Excmo. Señor Don Rafael S. Camacho, conociendo muy bien al padreManuel Rivera Muñoz, obtuvo de la Santa Sede que lo Preconizase en el consistorio del 15 de noviembre de 1904, Obispo titular de Carpasia, Coadjutor del mismo señor Camacho, con derecho a sucederlo. Fue consagrado por el mismo señor Camacho, el domingo 22 enero de 1905. Primer y único Obispo nacido en la Ciudad de Querétaro que gobernara esta Diócesis. Inauguró solemnemente la apertura de un auxiliar del Seminario en el pueblecito de Escanelilla. EI 11 de mayo de 1908, al morir el ilustrísimo señor Camacho, asume el gobierno de la Diócesis. El 12 de noviembre de 1911, en forma privada, se entregó a los RR. PP. Operarios Diocesanos el Seminario para encargarse de la formación de los seminaristas. El 11 de enero de 1911, tuvo que hacer la entrega a los RR. PP. Franciscanos de su Templo de San Francisco, que durante cuarenta y cinco años había sido Catedral, la cual se pasó a la Iglesia de la Congregación. Resolvió él mismo edificar una nueva grandiosa Catedral, la muerte del ilustrísimo señor y definitivamente la revolución acabo con todo y no fue posible contar con una nueva Catedral. Procuró el reflorecimiento de las Órdenes y Congregaciones religiosas. EI 2 de mayo de 1914, entregaba su alma al Creador.
El germen de la revolución estaba incubado en muchas partes del territorio nacional y la atmósfera política estaba cargada de señales de tormenta. Porfirio Díaz había envejecido, se acercaba a los ochenta años y era natural pensar que pronto tendría que ser reemplazado. Pero el dictador no facilitó la inevitable sucesión. En 1910 surgieron varios partidos políticos, Francisco I. Madero lanzó su Plan de San Luis, en donde arengaba al pueblo a levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910. Los primeros levantamientos comenzaron, Francisco Villa y Pascual Orozco lo hicieron en Chihuahua, mientras que Emiliano Zapata se levantó en el Sur. El Gral. Díaz vióse de pronto abandonado y vencido, para evitar un derramamiento de sangre, decidió abandonar la presidencia de la República e irse al destierro. Firmó su renuncia como presidente el 25 de mayo de 1911. En Veracruz, donde fue despedido por miles de simpatizantes; comenzó su viaje a Francia, al exilio.
El momento adecuado para que la jerarquía católica estimulara abiertamente la participación de los fieles en la política llegó en mayo de 1911 con el anuncio de la fundación del Partido Católico Nacional. El Círculo Católico Nacional se convirtió en el Partido Católico Nacional. El partido apoyó al propio Madero como candidato presidencial y a Francisco León de la Barra como Vicepresidente, en las elecciones de 1911. Las candidaturas de Madero para la presidencia y de Pino Suárez para la vicepresidencia triunfaron en las elecciones y el 6 de noviembre de 1911, Madero asumió el Poder Ejecutivo.
El padre Ignacio M. Loyola el 27 de agosto de 1911 estableció en el anexo del Templo del Oratorio de San Felipe de Jesús (Hoy Catedral) la obra “Círculo Católico patriótico de obreros”, inspirados en el Evangelio y en la Doctrina Social Católica contenida en la “Rerum Novarum”; y los principios que moraban su conducta en el trato con los obreros, intentaba lograr la elevación moral y económica de ellos.
El 18 de febrero de 1913, unos soldados de Huerta entraron a Palacio Nacional y apresaron a Madero junto con el vicepresidente José María Pino Suárez. Los dos fueron obligados a renunciar a sus cargos; los asesinaron cuatro días después. El crimen indignó a todo el país. Victoriano Huerta realizó las maquinaciones necesarias para asumir legalmente la presidencia, pero de inmediato tuvo que hacer frente a quienes no estaban dispuestos a aceptarlo. El clero católico tampoco apoyó a Huerta, pero tampoco hizo nada en su contra más allá de la citada protesta de monseñor Ruiz y Flores. La actitud de la jerarquía eclesiástica en torno al huertismo dio por resultado el acrecentamiento del anticlericalismo de los revolucionarios carrancistas que, organizados en torno al Plan de Guadalupe (23 de marzo de 1913), comenzaron una revolución en todos los frentes de la nación para combatir al usurpador. Algunos de los guías intelectuales de los revolucionarios, hostiles al clero, influyeron para dar un carácter antirreligioso a la revolución y se reanudo la persecución religiosa: la mayoría de los obispos fueron expulsados del país, en muchos estados los sacerdotes fueron encarcelados o desterrados, y muchos de ellos incluso fueron asesinados. Las religiosas fueron arrojadas de sus conventos, muchos de los templos fueron profanados, la mayoría de los colegios católicos fueron cerrados.
El gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, no reconoció a Victoriano Huerta como presidente y se levantó en armas. A su ejército se le llamó Constitucionalista, porque exigía el respeto a la Constitución. La lucha se extendió por el país, bajo el mando de diversos jefes militares, como Alvaro Obregón, Francisco Villa, Emiliano Zapata y muchos otros. La agricultura, la industria y el comercio sufrieron los efectos de la guerra. Hombres y mujeres abandonaron sus trabajos y se lanzaron a los campos de batalla. Huerta había creído que los Estados Unidos de América lo ayudarían, pero en 1913 el presidente Woodrow Wilson se negó a reconocer su gobierno. El moviento constitucionalista triunfó. En agosto de 1914, Huerta dejó el país y Carranza entró en la ciudad de México. Pero no todos los revolucionarios estaban de acuerdo con que Carranza fuera el Primer Jefe. La revolución quedó convertida en la lucha entre dos bandos irreconciliables: carrancistas, contra villistas y zapatistas. Al principió pareció que Villa y Zapata triunfarían, ya que ocuparon casi todo el país y tomaron la capital. Carranza y su principal general, Alvaro Obregón, se refugiaron en Veracruz.
Muerto el Sr. Rivera, el muy Ilustre y Venerable Cabildo Catedral, en sesión plena celebrada el 6 de mayo de 1914, constituyó Vicario Capitular Sede Vacante al M. I. Sr. Cango. D. Manuel Reynoso Olmedo. El 28 de julio por la noche el general Francisco Murguía, del Ejercito del Noreste que era comandado por el general Pablo González, y el general Jesús Carranza tomaron la ciudad de Querétaro. Los soldados ocuparon los mesones y los Conventos. El Liceo de los Hermanos, el Pío Mariano, San Felipe, La Cruz, Teresitas y otros fueron convertidos en cuarteles. Como repudio a la Iglesia, se habían quemado los confesionarios del Templo de San Francisco y muchos sacerdotes fueron deportados a México en una “Jaula de ganado”, lo que causó gran indignación entre los queretanos.
A fines de agosto de 1914 el Vicario Capitular Sede Vacante, el Padre D. Manuel Reynoso Olmedo, huye del país a causa de los trastornos políticos de la revolución carrancista. Queda al frente de los asuntos eclesiásticos elM. I. Sr. Cango. D. Florencio Rosas Arce, en calidad de Pro Vicario Capitular, época terrible, gobernó en medio de un mar de tribulaciones, permaneciendo al frente de la Iglesia, sufriendo disgustos y humillaciones, exponiendo su vida, antes de abandonar a su grey que se le había encomendado.
Tan pronto como las circunstancias lo permitieron reunió a los seminaristas en pequeños grupos bajo la dirección de sacerdotes muy recomendables, en noviembre de 1915 dio principio a una vida de Semi internado, del cual fue Rector, así estaba salvado, gracias a la protección de la Virgen de Guadalupe y al celo del Sr. Rosas, el Seminario en plena época de efervescencia revolucionaria.
El talento militar de Obregón se impuso al de Villa y lo derrotó en Celaya, en abril de 1915. Carranza tomó posesión como Presidente el 1° de mayo de 1915. Carranza y Obregón triunfaron sobre Villa y Zapata gracias a su capacidad militar.
En 1916 Venustiano Carranza fija la residencia de los poderes federales en Querétaro. Estableció su residencia en la Casa Mota (hoy oficinas de los diputados queretanos). Convoca a una elección de diputados para redactar una nueva constitución. Los diputados constituyentes inician sus labores en diciembre de 1916, en sólo dos meses elaboran la nueva Constitución, basada en la anterior Constitución de 1857, pero adicionan varios párrafos y artículos de tinte socialista (Art. 3, 27, 123.) En un México de 16 millones de habitantes el 95% era católico, su constitución contenía incapacidades legales contra la Iglesia Católica. La táctica era manifiesta, esclavizar a la Iglesia Católica o acabar con ella. Dicha constitución se impuso por la élite gobernante, ya que no existió ratificación por parte del pueblo. Lo único que no prohíbe es la libertad de creer. Las protestas no se hicieron esperar sin respuesta alguna.
El 5 de febrero de 1917 se promulga la nueva constitución, cuyo principal fin en ese entonces es legitimar al gobierno de Carranza, quien de primer jefe pasa a ser presidente constitucional de la República, mediante elecciones celebradas unos meses después. La corrupción se generaliza entre los funcionarios. La nueva Constitución desconoce toda personalidad jurídica a la Iglesia y recrudece las leyes antirreligiosas de la Constitución de 1857. «Carrancear» se vuelve sinónimo de «robar». La situación hace imposible que los seminaristas se reunieran de alguna forma.
A la muerte del muy ilustre Sr. D. Florencio Rosas (27 de marzo de 1917),El padre Pedro Vera y Zuria, fue sucesor de éste en el cargo de Provicario Capitular. Baste que sería más tarde Arzobispo de Puebla; este cargo de Provicario, lo tuvo en época dificilísima, cuando la revolución política encabezada por el Sr. Carranza había triunfado y la Iglesia no podía libremente ejercer sus funciones, se encarga entonces de reorganizar la vida diocesana, demostró su gran prudencia para tratar a las autoridades; dio muestras de sus dotes de gobierno. Abrió al culto varios Templos clausurados por la revolución. Pero una de sus atenciones principales fue la reorganización del Seminario Conciliar, el 3 de noviembre de 1917, reabrió el Seminario, clausurado en 1914, asumiendo él mismo el cargo de Rector interino y Director Espiritual. Fue interlocutor político con el Presidente Carranza e incluso asistió a la boda de la hija de este en el Templo de La Congregación.
Después de cinco años sin obispo, sin pastor la Diócesis recibió a su quinto Obispo el Excmo. Sr. D. Francisco Banegas Galván, tomó posesión el 15 de agosto de 1919.
Viviendo la Iglesia católica una situación de asedio desde la llegada de las fuerzas carrancistas a la ciudad de Querétaro en 1914, varios sacerdotes tuvieron que huir y varios templos tuvieron que cerrar sus puertas. En su primera carta pastoral planteó que la Diócesis de Querétaro sería consagrada al Espíritu Santo con sus siete dones. Por esta razón, una de las tareas en las que se puso énfasis especial fue en la de fortalecer el Seminario. La reapertura del mismo se había verificado el 3 de noviembre de 1917.
El presidente Plutarco Elías Calles quiso aplicar en todo su rigor el artículo 130, lo cual provocó la protesta de los obispos y la rebelión de los campesinos católicos contra el gobierno de Calles, ante esto surgió el movimiento llamado GUERRA CRISTERA O CRISTIADA. (1926-1929). El señor obispo Francisco Banegas Galván se opuso por todos los medios al uso de las armas. Al agudizarse las diferencias con el gobierno anunció el cese de los cultos. Allí dio recomendaciones para no ir por el camino de la guerra, llamó a dedicarse más a la oración y a consagrarse a la enmienda de la vida y la expiación. Es interesante resaltar la existencia de sacerdotes que aun en contra de la opinión de su obispo apoyaron activamente a los fieles armados. Parecería que el contacto con la pobreza y el arraigo que tenían en la zona de conflicto los llevo a compartir la suerte de sus feligreses.
Por interés personal, en 1924 el mismo señor Obispo se hizo cargo de la dirección del Seminario, su crecimiento fue constante, se le puede llamar segundo fundador del Seminario. Por otra parte, aprovechando la recién jurada Constitución de la República (1917), el campo de los obreros fabriles fue atendido por orden del Obispo Francisco Banegas Galván, por el Padre Gonzalo Vega Rubio desde recién ordenado en 1920, hasta su muerte en 1957, fue el “máximo organizador obrero que haya tenido Querétaro”, “Si en muchas partes, (Se dijo en un Congreso Católico) por obra del Sacerdote los Obreros han vuelto a la Iglesia en Querétaro, ha sido por la obra del Sacerdote Gonzalo Vega. No se separaron de la Iglesia”
Huyendo siempre de la ostentación, de acuerdo con las normas de la Sante Sede, el Ilmo. Francisco Banegas Galván trabajo en organizar la Acción Católica en la Diócesis. En julio de 1922 restableció el Boletín Eclesiástico de la Diócesis. Sin detener sus labores como pastor de la Diócesis, llevo adelante sin interrupción su labor como historiógrafo.
El 12 de junio de 1931, el Excmo. Sr. Banegas, entregó a la Srita. Clemencia Borja Taboada, el documento en el que costaba que la comunidad de Misioneras Marianas era erigida como PIA UNIÓN, aceptada así por la Iglesia. El Excmo. Sr. Banegas tuvo la satisfacción de consagrar y dedicar la actual Santa Iglesia Catedral el 30 de julio de 1931.
El 1 de octubre de 1931, toma posesión como gobernador del estado de Querétaro, el temido y satanizado, Saturnino Osornio, el cual dio principio en Querétaro a la época que fue calificada despectivamente como la “Osorniada”. La proximidad de la casa del Seminario con el Palacio de Gobierno dio la oportunidad al Sr. Gobernador, que vivía en él de cometer un atropello. Habiendo tenido conocimiento de que en los anexos del templo de San Felipe Neri (hoy Catedral) funcionaba como sede de nuestro Seminario Conciliar. Osornio ordenó inmediatamente su clausura; a la una y media del día 18 de enero de 1932, invade el edificio un grupo de pistoleros, expulsando a todos los elementos y quedando el edificio en poder de la Federación. El Seminario inicia un largo caminar tratando de huir del gobierno; cambia de domicilio alrededor de diez veces. Es Rector del Seminario el Padre Ezequiel de la Isla Castro.
Apenas llego al gobierno, Saturnino Osornio ordenó a su director de Educación, el profesor Martín V. González, una completa reestructuración del programa educativo, para conseguir su objetivo, los tres últimos meses de 1931 el Ejecutivo los dedicó para elaborar una Ley de Educación que buscaba implantar el carácter socialista a la educación en el estado y se aplicaría sin dilatación alguna, el siguiente ciclo escolar. Un capítulo especial se dedicaba al funcionamiento de las escuelas particulares las que, al promulgarse la Ley, quedaron bajo un sistema de inspección riguroso y constante, a modo de asegurar el carácter laico que, por mandato expreso de la Constitución, debería de tener la enseñanza. Así, al comenzar el año de 1932, las escuelas públicas y privadas abrieron sus puertas de acuerdo con las nuevas normas establecidas, presumiéndose que la tarea educativa seguiría su curso normal.
La enfermedad del Sr. Banegas se iba agravándose, no obstante la esmerada atención médica que se le proporcionó, el 14 de noviembre de 1932, a las tres de la tarde, entregaba piadosamente su espíritu en manos del creador.
El Excmo. Sr. Marciano Tinajero y Estrada, Gobernó la Diócesis a partir del 22 de julio de 1933. En casi veinticinco años como pastor de nuestra Diócesis, son numerosos los Edictos, Cartas y Exhortaciones del Ilmo. Sr. Tinajero. El 19 de octubre de 1934, se promulgó la LEY LOCAL DE CULTOS, que entre sus disposiciones más importantes preveía un solo sacerdote está facultado para ejercer en todo el Estado. En 1934 se convoca a elecciones presidenciales. El PNR postula al general Lázaro Cárdenas del Río, el 1 de diciembre de 1934, inicia el período de gobierno de Cárdenas, el cual se propone convertir a México en un país socialista. Adoctrina a los maestros con las teorías marxistas. Desde hacía mucho tiempo Cárdenas había sido un ardiente defensor de la educación socialista. En 1934 había afirmado su filosofía educativa de manera clara.
Durante su primer año de gobierno, Cárdenas se enfrentó a conflictos más amargos con la Iglesia. No sólo perseveró en la institución de la educación socialista que el Congreso decretó durante su primer mes en la presidencia, también resolvió restringir las actividades clericales en otras esferas.
El 1 de octubre de 1935 Rodríguez Familiar asumió la gubernatura de Querétaro, al día siguiente permitió la reapertura de las Iglesias. A nivel nacional en febrero de 1936, aparecieron los primeros signos de un cambio en las relaciones Iglesia – Estado.
Cuando Cárdenas, en los 3 primeros años de su sexenio, daba su gobierno clara inclinación pro-comunista, y cerraba Templos y colegios católicos, varios obispos fueron desterrados a los Estados Unidos. El Departamento de Estado norteamericano intervino en el conflicto religioso, y naturalmente los arrestos «desfanatizadores» de Cárdenas se enfriaron instantáneamente. Lo que no había logrado la voluntad de su pueblo en muchos años de lucha, lo conseguía una voz fuera de la frontera. Los obispos desterrados se enteraron con sorpresa de que estaba ocurriendo un cambio, conforme se iniciaban pláticas de arreglo en Washington. «Convencidos en Roma de que el gobierno de México sólo toma en cuenta el criterio de la Casa Blanca -escribió Vasconcelos.- era lógico que los asuntos de la Iglesia mexicana se tratasen en Washington y no en la antigua Tenochtitlán». Desde luego Cárdenas dio media vuelta y se convirtió en «tolerante», los obispos desterrados comenzaron a regresar, monseñor Luis María Martínez Rodríguez fue nombrado nuevo Arzobispo de México, y paulatinamente comenzaron a funcionar seminarios y templos que habían sido clausurados. Todas las leyes anticatólicas anteriores a Cárdenas, así como las adiciones hechas por éste, fueron quedando sin aplicación, aunque vigentes.
Reorganización nacional, paz y libertad relativa.
El asunto religioso dejó de ser un problema nacional. El 1 de diciembre de 1940, Manuel Ávila Camacho toma posesión como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. El paso más importante dado por Ávila Camacho fue reconocer en público sus sentimientos religiosos, lo que permitió que cada ciudadano hiciera lo mismo. “Tú violas la Constitución un poquito” habría dicho el Estado. “Yo me hago de la vista gorda con los artículos anticlericales de la Constitución” habría respondido la Iglesia. El gobierno es tolerante con aquellos que callan cualquier tema que pudiera ser objeto de crítica, la jerarquía eclesiástica lo comprende y lo lleva a cabo; la autocensura o la imposición del silencio se lleva a cabo por los obispos; calla las injusticias en las que viven cientos de mexicanos. Este periodo se caracteriza también por el aumento del proceso de secularización, sectores como indígenas, campesinos, obreros y estudiantes se alejan rápidamente de la Iglesia, la población cada día vive mas alejada de la Iglesia y de Dios. Las procesiones y manifestaciones religiosas volvieron a salir a la calle.
Una prueba adicional de buena fe (y de fe sin más) por parte del gobierno fue la reforma al controvertido artículo 3° constitucional. Las enmiendas definitivas no llenaron todas las expectativas, pero abolieron la cláusula “socialista” y “desfanatizante”: La educación pasó a ser “democrática y nacional”.
El Excmo. Sr. Marciano Tinajero y Estrada. Promueve la intervención eclesiástica en la educación; creo el Oficio diocesano de Educación Católica. Inauguró en el Anexó del Templo del Barrio de San Francisquito una Escuela para niños huérfanos y de la «Casa del Obrero» realizó la bendición de la Primera piedra del Instituto Plancarte. Consiguió que vinieran a la Diócesis los Padres Salesianos, y fundaran un Instituto. Proporcionó a los niños y jóvenes colegios dirigidos por excelentes profesores como lo son RR. Hermanos Maristas, las MM. Guadalupanas, Adoratrices, Misioneras Marianas, Esclavas de la Divina Infantita, Terciarias Carmelitas y Franciscanas; y otras competentes personas a quienes ayudó en cuanto fue posible, como fueron Centro Educativo, el Colegio «Juan Antonio Urrutia y Arana» la Escuela Secundaria «Fernando de Tapia» y en San Juan del Río el «Centro Unión» » «En casi todas las parroquias de la Diócesis, por su empeño, se estableció una escuela, que confió a las religiosas».
El Excmo. Tinajero respaldó las tareas de organizaciones sindicales de los trabajadores que había impulsado el Padre Gonzalo Vega Rubio. Lleva a cabo la realización del Primer Sínodo Diocesano, del 24 al 26 de noviembre de 1943. El 17 de octubre de 1946, realiza la Coronación de la Imagen de Nuestra Señora Del Pueblito. Fue posible la adquisición para sede de nuestro Seminario del Exconvento de las Carmelitas. Se realiza la coronación de la Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que se venera en el Seminario el 10 de enero de 1957. El M. I. Sr. Marciano Tinajero y Estrada, entregaba su alma al Creador el 27 de octubre de 1957.
En México poco a poco a partir de 1946, se estaba operando una mutación fundamental, un cambio de paradigma. El proceso será en la política y en los negocios. La Iglesia no abría la boca, pero respiraba con el golpe dado a los enemigos del cristianismo. Una nueva generación de sacerdotes, se incorpora a las labores sacerdotales, incluso en niveles episcopales con un espíritu nuevo y distinto. El 8 de abril de 1958, el Vaticano dio a conocer la elección del Excmo. Sr. Dr. Don Alfonso Toriz Cobián, para presidir la Diócesis de Querétaro, y el 17 de mayo del mismo año arribó a la ciudad episcopal. Al Ilmo. Sr. Toriz Cobián le corresponde encabezar la Diócesis en un tiempo decisivo para la configuración del Querétaro del siglo XXI, le tocó vivir una difícil época de transformación social. Su episcopado está marcado profundamente por los trabajos del Concilio Vaticano II (1962-1965). Pero también el Excmo. Sr. Toriz Cobián tendrá que ser asociado con la modernización de Querétaro, a partir del despegue industrial, la urbanización y el crecimiento demográfico acelerado.
Para con Nuestro Seminario, fue un verdadero Padre; construyó un edificio más en consonancia con las actuales exigencias de la higiene y pedagogía, un edificio, como dice, más funcional, en el predio de la antigua fábrica de «La Purísima»; renovó el plan de estudios, procuró que la formación de los alumnos mejorara y progresara, al grado que Nuestro Seminario fue considerado un Seminario Regional. En 1971 se introdujo en nuestro Seminario el Curso Introductorio, propedéutico a los estudios eclesiásticos de filosofía y teología. En 1978 inicia el proyecto «Seminaristas en Familia».
El Sr. Toriz tenía gran predilección por la Santísima Virgen, trabajó incansablemente para que fuera reconocida como Madre de la Iglesia; con motivo del Año Mariano (1987 – 1988), dirigió quince circulares a los católicos de la Diócesis. Con su autorización se formó el Estatuto y el Reglamento de la Peregrinación. En 1958 elevó a la categoría de Santuario el Templo de la Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe. El 7 de febrero de 1964, en nombre de Su Santidad Paulo VI corona la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores. Por su medio el 31 de octubre de 1969, fue constituida y declarada por la Santa Sede, la BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA DE LOS DOLORES “de Soriano” Patrona Principal de Nuestra Diócesis de Querétaro.
El 18 Octubre de 1980 bendijo solemnemente el Santuario, “María, Madre y Reina, Corazón fiel de la Iglesia” de Nuestra Señora de Schoenstatt
Etapa de transformación
Enmarcado en la llamada crisis postconciliar, esta etapa dolorosa abrió profunda herida en el corazón de la Iglesia. Enfrentó la crisis de que algunos sacerdotes se retiraron de su ministerio. Al Sr. Toriz le tocó enfrentar esos casos, tomando las cosas con serenidad de Obispo. Le dolían, lastimaba profundamente los pasos que alejaban de la Iglesia a los sacerdotes. Siempre recurrió a todos los medios para atraerlos. No cabe duda que este problema fue el que clavó en el corazón de nuestro Obispo, las espinas más punzantes.
A la luz del Concilio Vaticano II y las Conferencias del Episcopado Latinoamericano (Medellín, 1968; Puebla, 1979); en 1968 crea el Consejo Presbiteral y en 1971 el Colegio de Decanos. Florecieron muchos movimientos. Se impulsó la evangelización, la Escuela Catequística Diocesana; en 1962 realizó el Congreso Catequístico Diocesano; en 1969 el V. Festival Bíblico Nacional; en 1977 crea la Escuela Pastoral y formación de Laicos “Hombres Nuevos”. En 1982 reorganizó el SEDEC. Realizó dos jornadas catequísticas (1983 y 1986); por su impulso se publicaron cuatro folletos para la formación de catequistas en el nivel de concientización; realizó cuatro encuentros de SEPE´C y Comités de Catequesis Parroquial. En enero de 1972 se lleva a cabo la Primera Peregrinación Diocesana a San Juan de los Lagos.
El Sr. Toriz dio facilidades para que se buscara la promoción social del pueblo de Dios, pero sin descuidar los grandes valores de la espiritualidad en seglares y sacerdotes metidos en las cuestiones sociales. Casi a diario visitaba diferentes lugares de la Diócesis, y eso le sirvió para darse cuenta de las necesidades espirituales y materiales de sus fieles.
Hablando de estudiantes llegó el Sr. Toriz en algunos años a facilitar hogar a estudiantes de la Universidad queretana. El Sr. Toriz fue un benefactor de la institución escolar. En 1986, ante la noticia de la publicación en Querétaro de una ley estatal de educación, el Sr. Toriz publicó diez cartas circulares a los fieles, dando directrices al problema educativo. Tuvo fe en la juventud y trató de ayudarla; impulsó la llamada “Casa de la Juventud. Creó el Secretariado Diocesano de Pastoral Juvenil. Florecen movimientos laicales, florecen órdenes y congregaciones religiosas, se impulsa la pastoral de conjunto, sobre todo una Nueva Evangelización.
Con Miguel de la Madrid, las relaciones Iglesia-Estado no sólo se «enfriaron», sino que entraron en crisis. En Guadalajara, a principios de 1985, los obispos comenzaron a plantear la necesidad de revisar la situación de las relaciones Iglesia – Estado. A partir de entonces, se sucedieron seminarios, encuentros, debates.
Nueva evangelización.
En la tarde del 16 de octubre de 1978, es elegido Papa el Cardenal Karol Wojtyla quien tomo el nombre de Juan Pablo II, pudo venir a México en 1979 para que asistir a la III Conferencia Episcopal Latinoamericana en Puebla. Pero en México se tuvo que pasar de un régimen de intolerancia a otro de reconocimiento de libertades públicas, esta tarea no fue fácil, pues incluso actualmente, todavía hay mucha incomprensión al respecto, existen voces intolerantes que piensan que el derecho fundamental de libertad religiosa es una garantía individual de segunda clase.
El 5 de noviembre de 1988, S. S. Juan Pablo II, mediante la Bula “Nihil optabilius nihilque iucundius” y ejecutada el 17 de enero de 1989, crea La Arquidiócesis de San Luis Potosí, fue nombrado Primer Arzobispo Metropolitano Su Excelencia Reverendísima Monseñor Arturo Antonio Szymanski Ramírez. Dándole como Diócesis sufragáneas la Diócesis de León, la Diócesis de Querétaro, la Diócesis de Celaya y la Diócesis de Matehuala.
El 12 de abril de 1988, el Excmo. Sr. Toriz, presentó su renuncia a S.S. Juan Pablo II, al gobierno de la Diócesis, según las disposiciones del Código de Derecho Canónico. El 10 de agosto de 1988, fue internado a consecuencia de una embolia cerebral. El 25 de octubre de 1988, S.S. Juan Pablo II, aceptó la renuncia del Sr. Toriz, pero al mismo tiempo lo nombró Administrador Apostólico. El 25 de marzo de 1992 entregó su alma al Creador.
En abril de 1989 Su Santidad Juan Pablo II nombra octavo Obispo de Querétaro al Excmo. Sr. Dr. D. Mario De Gasperín Gasperín, tomó posesión de la Diócesis el día 5 de mayo del mismo año, desde entonces nuestra Diócesis se ha visto llena de gracias, bendiciones y grandes transformaciones.
El 7 de febrero de 1991, a los píes de Nuestra Patrona, la virgen de los Dolores en el Santuario de Soriano, el señor Obispo Mario de Gasperín DECRETA LA ERECCIÓN CANONICA DE LOS CONSEJOS PARROQUIALES. Nacían en todas las parroquias los Consejos de Pastoral.
El 6 de julio de 1988, es elegido presidente de México Carlos Salinas de Gortari, con él se inaugura una nueva etapa en las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado mexicano. Una de las primeras acciones de Salinas fue la de acercarse a la Iglesia y explorar la posibilidad de fumar la pipa de la paz. El 16 de febrero de 1990 tanto el presidente de México como el Papa Juan Pablo II decidieron nombrar representantes, el Sr. Salinas nombró al Lic. Agustín Téllez Cruces como enviado personal permanente del Presidente en El Vaticano; en correspondencia el Papa nombra al Arzobispo Mons. Jeronimo Prigione como enviado personal permanente de la Santa Sede ante el gobierno mexicano, el objetivo fue facilitar la comunicación y el diálogo acerca de asuntos de interés común, esto permitió sentar las bases para este paso hacia relaciones diplomáticas y de amistad. Del 6 al 13 de mayo de 1990, el Papa Juan Pablo II efectúa su segunda visita a México, superó los alcances de la previa. Entre la primera visita, la de 1979, y la segunda, el marco histórico- político que había privado en las relaciones Iglesia- Estado había cambiado de manera importante.
El domingo 20 de septiembre de 1992, el gobierno de la República dio a conocer la decisión de establecer relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Luego de muchos debates en el Congreso, el 18 de diciembre de 1992 las cámaras aprobaron por mayoría de votos la reforma de varios artículos constitucionales (3º, 5º, 24º, 27º y 130º), en favor de la libertad religiosa. El cardenal Ernesto Corripio Ahumada, en nombre de la Arquidiócesis de México, fue el primero en solicitar el registro como ASOCIACIÓN RELIGIOSA, conforme a los nuevos ordenamientos legales. Posteriormente Posteriormente el 7 de junio de 1993 tras cumplir todos los requisitos, el Excmo. Sr. D. Mario De Gasperín Gasperín, hizó el registro de la Diócesis como Asociación Religiosa, ante la Secretaria de Gobernación.
El Excmo. Sr. Dr. D. Mario De Gasperín, el 20 de noviembre de 1992, PROMULGA EL PLAN DIOCESANO DE PASTORAL en su primera etapa (1992-2001). El 7 de febrero del 2002 en su segunda etapa 2002 2009 y el 16 de noviembre de 2009, en su tercera etapa 2010-2016. En nuestra Diócesis escribió once Cartas Pastorales, ordenó a 158 sacerdotes (Hasta el 8 de abril de 2011) Durante su ministerio episcopal, el Papa Juan Pablo II, nombró a tres sacerdotes diocesanos como obispos de otras Diócesis. (S. E. R. Mons. Florencio Olvera Ochoa, S. E. R. Mons. Rogelio Cabrera López, S. E. R. Mons. Domingo Díaz Martínez,) creó 41 parroquias, además hizo posible el acondicionamiento del edificio de la Curia Diocesana (Bendición e inaguración 19 de noviembre de 1992), la Rehabilitación del “Asilo de Ancianos San Sebastian; el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, en San Juan del Río, Qro (l° de Enero de 2006); la Universidad Católica del Valle Atemajac, -UNIVA- (septiembre de 2005) ; Templo Expiatorio en la Ciudad de Querétaro, en el Templo de Carmelitas (12 de Octubre de 2007); el Santuario Diocesano de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo (5 de Diciembre de 2008); el Centro Cultural de Formación Humana y Religiosa (Bendición 16 de agosto de 2008); Reapertura del Sanatorio del Sagrado Corazón de Jesús (15 de diciembre de 2008); el Santuario de la Vida (25 de marzo de 2009).
Por su medio fue posible LA PROCLAMACION SOLEMNE DEL TITULO Y DIGNIDAD DE BASILICA DEL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES DE SORIANO, COLON, QRO. EL 7 FEBRERO DE 2009.
En el Seminario Conciliar Diocesano la Construcción del edificio para el Curso Introductorio; (1991-1992) Seminario Menor en Concá, para jóvenes de Secundaria en la Sierra (1990). La Construcción del edificio del Seminario Menor para jóvenes de Preparatoria (Bendición 2 de marzo del año 2001; 3 de marzo del año 2003 dedicó el Altar de la Capilla) El actual edificio del Seminario Mayor Filosofía y Teología ocupado por el Seminario desde 1966, lo ha ido modernizando, acondicionando y adaptándolo a las necesidades y retos que exige la formación sacerdotal. La obra de más grande de remodelación y ampliación fue la Capilla de Teología. (Las obras iniciaron en agosto 2003, el Nuncio Apostólico Mons. Giuseppe Bertello, el 20 de noviembre del 2004 hizó la Consagración del Altar, y bendijó la Capilla restaurada). Restauración y modernización del estacionamiento y entrada principal del edificio de dicha institución para convertirla en la plaza en honor a Nuestra Señora de los Dolores de Soriano ((Las obras iniciaron a finales de mayo de 2005, el Nuncio Apostólico Mons. Giuseppe Bertello, el 10 de enero de 2007 la bendijó).
El 17 de octubre de 1996 se llevó a cabo la solemne celebración del cincuentenario de la coronación pontificia de la Venerable Imagen de Nuestra Señora del Pueblito. El 23 de Mayo de 1998, se lleva a cabo la Magna Concelebración en el Estadio Corregidora para celebrar el año del Espíritu Santo y conmemorar el cincuentenario de la proclamación de Nuestra Señora del Pueblito, como celestial Patrona de la ciudad Episcopal de Santiago de Querétaro. Creó la Escuela Bíblica Diocesana. Alvida “Alimentos para la Vida”; Participó como representante de la Conferencia del Episcopado Mexicano en la IV Conferencia del Episcopado Latinoamericano que se realizó en octubre de 1992 en Santo Domingo. Participo en la X Asamblea Sinodal de los Obispos que se realizó en Roma del 30 de septiembre al 27 de octubre de 2001. Se han suscitado en la comunidad diocesana diversidad de carismas, que enriquecen el ser y el hacer pastoral; es impresionante la cantidad de laicos que están al servicio de la evangelización. Realiza el Congreso Eucarístico Diocesano. (Año 2000 y 2004) En dos ocasiones realiza la visita “Ad limina apostulorum”. Realizó personalmente la Visita Pastoral a las parroquias de nuestra Diócesis, en donde tuvo distintos encuentros con los laicos que sirven generosamente a las parroquias (20 de febrero de 2004 – 4 de noviembre de 2005) Creó la Comisión Diocesana de Comunicaciones Sociales. El Periódico “El Observador” (1995), y la página Web de la Diócesis.
El 25 de noviembre de 2006 la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) anunció la reestructuración de las provincias eclesiásticas de México autorizadas por el Papa Benedicto XVI y hace la creación de cuatro nuevas Provincias entre ellas la del Bajío, con la sede metropolitana de León; asignándole como sufragáneas las Diócesis de Celaya, Irapuato y Querétaro, y nombrado Arzobispo Metropolitano de León a Su Excelencia Reverendísima Monseñor JOSÉ GUADALUPE MARTÍN RÁBAGO.
En enero de 2010, el Excmo. Sr. Obispo D. Mario De Gasperín, presentó su renuncia a S. S. el Papa Benedicto XVI, al gobierno de la Diócesis, según las disposiciones del Código de Derecho Canónico. El 20 de Abril de 2011, S. S. el Papa Benedicto XVI, aceptó la renuncia del Sr. Mario De Gasperín, pero al mismo tiempo lo nombró Administrador Apostólico.
Misión Continental Permanente
Mons. Faustino Armendáriz Jiménez nació en Magdalena de Kino, Sonora, el 23 de julio de 1955. S. S. el Papa Juan Pablo II lo nombró Obispo de la Diócesis de Matamoros el 4 de enero de 2005. Recibió la ordenación episcopal el 23 de febrero del mismo año, de manos del Excmo. y Rvmo. Sr. Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Monterrey. El 20 de abril de 2011, S. S. Benedicto XVI lo nombró con la gracia de Dios: Noveno Obispo de la Diócesis de Querétaro. Tomo posesión de la Diócesis el día 16 de junio del mismo año.
A la luz de la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida, Brasil (13 al 31 de mayo de 2007) impulsa en nuestra Diócesis la Misión Continental permanente, como un nuevo Pentecostés, que pide a nuestra Iglesia a ir, de manera especial, en búsqueda de los católicos alejados y de los que no conocen a Jesucristo o saben muy poco de Él, y reforzar la fe que hoy existe en nuestra Diócesis mediante un nuevo y dinámico impulso evangelizador. El mismo a salido ha las calles a ser misionero expresando así sobre la voluntad de la Iglesia, de ser discípula y misionera de Cristo para transmitir a los demás la alegría de la fe en el actual proceso de cambio que vive la sociedad en general.
Con el objetivo de propiciar un encuentro cercano y cordial, de sacerdotes, vida consagrada, consejos parroquiales de pastoral y laicos, con su Obispo, para acercarse y conocer la situación que estamos viviendo, fortalecer la espiritualidad de comunión en la Iglesia diocesana y dinamizar la Misión Continental Permanente, del 25 de enero al 8 de noviembre del 2012, realizó personalmente la Visita Pastoral a todos los Decanatos de nuestra Diócesis, visitó los 12 Decanatos, 109 parroquias, 2 cuasi-parroquias, 1, Basílica y Santuarios Diocesanos; en la ciudad de Querétaro los Templos del centro de la ciudad; ocupó 37 días a lo largo de 11 meses de fructífero trabajo pastoral. Cientos de kilómetros recorridos, muchas horas de intensas reuniones con los consejos parroquiales y los sacerdotes de los doce decanatos, miles de agentes de pastoral escucharon a su Pastor Diocesano, los fieles lo acogieron con muestras de cariño y de profundo respeto; cada sacerdote, cada agente de pastoral, tuvieron la oportunidad de expresar su sentir y esperanzas en cada reunión.
Realiza el Congreso Eucarístico Diocesano (Junio de 2011). Ha ordenado a 15 sacerdotes para nuestra Diócesis, creo la Parroquia de Jesús, María y José y la Rectoría de la Misión de San Miguel en Concá.
Continuó e inaguró las obras de acondicionamiento del edificio del Seminario Mayor, el jueves 24 de febrero de 2012 el señor Obispo Mons. Faustino Armendáriz hizo la bendición del remodelado, ampliado y modernizado comedor del Seminario. El 11 de septiembre de 2012, en el XXX Aniversario de Ordenación Sacerdotal del Excmo. Sr. Obispo D. Faustino Armendáriz, y dentro del Curso de Actualización Litúrgica del Presbiterio de nuestra Diócesis fue la Bendición del Teatro por parte del señor Obispo. El 17 diciembre de 2012 los sacerdotes de la Diócesis de Querétaro, junto con el señor Obispo Mons. Faustino Armendáriz se reunieron en el Seminario para llevar a cabo su posada anual, el señor Obispo este día bendijo el Aula Magna, construida sobre el remodelado y ampliado comedor del Seminario, las obras iniciaron en febrero de 2012.
Humildad, amor y compasión caracterizan a Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, que cada año, desde su llegada a la Diócesis de Querétaro encabeza la peregrinación de Querétaro al Tepeyac, cada año se le ha visto caminar con los hombres y mujeres que caminan algunos por 17 días para llegar a la Basílica de Guadalupe. En la peregrinación del 2013 caminó más de 250 kilómetros desde lo más recóndito de la Sierra de Querétaro
La anhelada renovación de toda la Iglesia depende en gran parte del ministerio de los sacerdotes, de ahí la grandísima importancia de la formación espiritual sacerdotal; se ha preocupado y hecho posible de que todo el presbiterio de nuestra Diócesis (sacerdotes de la Diócesis y religiosos), participen en el programa de evangelización de la Escuela de San Andrés; en el año 2012, Retiro de «Vida Nueva» de Evangelización en el mes de enero, “Curso de Juan” en el mes mayo, “Curso de Pablo”, en el mes de agosto. En el 2013 “La entrega de Jesús hasta la muerte por amor a nosotros” en el mes de enero. “Curso Moisés” Formación de dirigente y libertador en el mes mayo.
El señor Obispo D. Faustino Armendáriz Jiménez, acompañado del Vicario Episcopal de Pastoral Pbro. Fidencio López Plaza y en algunos Decanatos por el Vicario General de la Diócesis el Padre Martín Lara Becerril, llevó a cabo las Asambleas Decanales, iniciaron el 22 de enero y finalizáron el 5 de marzo de 2013, participaron sacerdotes, Consejos de pastoral y fieles laicos, de cada una de las parroquias. Cada Parroquia y en algunos Decanatos Capellania y/o Rectoría presento por escrito la programación del 2013, resultados del censo, y en presentación multimedia un resumen del censo parroquial y a grandes rasgos y lo más sobresaliente de la programación 2013; algunas la evaluación del 2012 y libro de economía.
El lunes 4 de febrero de 2013 en el Basílica de Nuestra Señora de los Dolores Soriano, Colón Qro., proclama el inicio del Año Jubilar en la Diócesis de Querétaro. Un Queretano Embajador en el Vaticano, Mariano Palacios Alcocer entregó el 10 de junio de 2013 al Papa Francisco sus cartas credenciales que lo acreditan como embajador de México ante la Santa Sede.
El 19 de junio de 2013, después de 14 meses de discusiones en Congresos estatales y cubrir el requisito de cincuenta por ciento más uno de las legislaturas locales, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión declaró aprobado el decreto de reforma al Artículo 24 constitucional en materia de libertad religiosa. La reforma siguió todo el procedimiento legislativo. La iniciativa se presentó el 18 de marzo de 2010. La Comisión de Puntos Constitucionales aprobó el dictamen el 14 de diciembre de 2011. Posteriormente el 15 de diciembre fue avalado en la Cámara de Diputados por mayoría calificada con 199 votos a favor, 58 en contra y 3 abstenciones. El Senado de la República la aprobó el 28 de marzo del 2012 con 72 votos en favor y 35 en contra.
Luego de ser aprobada por los congresos estatales (el 50 por ciento más uno), la Comisión Permanente del Congreso de la Unión formuló: La nueva redacción del artículo 24 establece que toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado. Estipula que esa libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. Además, agrega que nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política. Con ello, se mantiene intacta la histórica separación en México entre el Estado y la religión, sea cual sea, ya que no confiere potestades adicionales respecto a la educación pública, ni tampoco se manifiestan nuevos atributos respecto a la actuación de grupos religiosos en asuntos de gobierno o electorales. La reforma al artículo 24 de la Constitución Política Mexicana es simplemente el reconocimiento de un derecho fundamental de todas las personas, sin privilegios o discriminaciones hacia ninguna agrupación o asociación religiosa.
La Secretaria de Gobernación publicó el viernes 19 de julio de 2013 en el Diario Oficial de la Federación la reforma que modifica el artículo 24 de la Constitución. La reforma entró en vigor el sábado 20 de julio de 2013.
Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga