(CODIPACSQRO) Reunidos en la Montaña de Cristo Rey, la comunidad diocesana de Querétaro celebró el 10 de noviembre, la Eucaristía a los pies del Señor del Universo para dar gracias, unidos a su Pastor Diocesano, Don Faustino Armendáriz Jiménez, por las abundantes gracias recibidas, y para encomendar el caminar de la Diócesis de Querétaro para el año próximo.
Este celebración se realizó al terminar la peregrinación que iniciaron el 5 de noviembre en el Templo Expiatorio de Carmelitas en Querétaro. Monseñor Faustino se refirió a este recorrido como una peregrinación de fe, agradeció la oportunidad de ir recorriendo estos caminos, llevando en el corazón, en el rostro y en la vida la meta en nuestro Salvador. Invitó a dar gracias también por lo que Dios ha hecho de nosotros en este tiempo, al final del año litúrgico.
Dirigiéndose a los peregrinos el señor obispo, afirmó: “Caminar desde la Ciudad Episcopal se ha convertido en un retiro espiritual, porque en una peregrinación se ora, se canta, se profundiza en la vida personal y de fe, se viven momentos intensos de adoración al Señor y en el centro de cada jornada está Jesucristo Eucaristía”.
La Eucaristía, la fe y la participación en los movimientos eucarísticos, fueron temas de reflexión teniendo siempre presente la Palabra de Dios. La conversión y la reconciliación son fruto de estas jornadas organizadas por la Adoración Nocturna de la Diócesis.
En la homilía explicó que: “La única manera de ser felices es no dar la espalda a Dios, pues nuestra vida está llena de opciones y debemos tomarlas, decisiones en las que asumimos las consecuencias. No podemos tomar decisiones solo por nuestra cuenta, hay que tener en cuenta a Dios”. Y el Año de la Fe ha sido una oportunidad de fortalecer esa relación con Dios.
Con marcado entusiasmo dijo a los peregrinos y con ello, a toda la Iglesia peregrina a él confiada: “Les invito a aprovechar todas las oportunidades que tenemos en nuestra Diócesis de Querétaro, en nuestras comunidades parroquiales, para crecer en lo personal y ayudar a crecer a otros hermanos. En nuestra Diócesis hemos implementado una estrategia, que es la de Jesús, para difundir lo que nosotros creemos, para difundir nuestra fe. Es el caminar de la misión continental permanente en todas las parroquias, todas ellas salen a las calles, a los hogares para visitar las familias, las plazas, los lugares donde queremos que entre Jesús, que esté presente Jesús. A los más lejanos, a los más abandonados. Nuestra tarea es infatigable, así nos lo pide el Señor”.
Mons. Armendáriz concluyó así: “Que Jesús Eucaristía nos siga alimentando, para caminar con entusiasmo, que nos siga fortaleciendo para hablar de Dios, para dar testimonio de la presencia de Jesús en nuestro corazón”.
Recordemos que todos estamos invitados a vivir esta experiencia como peregrinos, en ella la unidad edifica y fortalece la vida de la Diócesis; alegría, canto y oración permiten contagiar a los hermanos encontrados en el camino. El orden y respeto culminan en el encuentro con Jesucristo, en su Palabra, y especialmente en los sacramentos de la Reconciliación y Eucaristía.
Jorge A. Rangel Sánchez