(CODIPACSQRO) El pasado 28 de noviembre y 5 de diciembre de 2015, 89 parejas contrajeron matrimonio en la comunidad de San Miguelito, Santa Rosa Jáuregui, Qro., 72 el día 28 de noviembre y 17 el 5 de diciembre. Esta actividad fue motivada por el padre Reynaldo Huerta durante una misión que realizó en esa comunidad.
Nuestro agradecimiento también para el Pbro. Jhonatan Eduardo Córdova Rodríguez, que a pesar del abundante trabajo, logró el propósito que se tenía.
Durante la celebración eucarística el Pbro. Jhonatan exhortó a las parejas a que a lo largo de su vida vivan la bendición de Dios que por el sacramento del Matrimonio que recibieron. Asimismo les dijo que para que este sacramento se haga efectivo es necesario el consentimiento de los contrayentes el cual reafirman con un: Sí, acepto. Y como dice la escritura: «Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne». Génesis 2:24
Después de este consentimiento el ritual les invita a profesarse la fidelidad, indicando que los anillos que ellos se entregaron, son el signo de la fidelidad, un signo que compromete para toda la vida. Siguiendo la misma catequesis les explicó el significado del que es el signo de esta unión; les dijo el sacerdote, invitándoles a estar atentos a cada detalle; haciendo énfasis en el compromiso de que se han hecho el uno al otro. Les dijo: Hay que portarlo.
Seguidamente les explicó el signo de las arras: signo de los bienes materiales. Dijo a los hombres que ellos son los responsables de que el dinero que no falte en la casa. Asimismo dijo a las mujeres, que ellas tienen el compromiso y el cuidado de custodiar y no andar mal gastando el dinero que su marido les dé.
Les invitó a que sean signos visibles, que no se les olvide el significado de los anillos, de las arras, del lazo, al contrario, que cada que los miren digan, hice un compromiso ante mi pareja, ante Dios.
Finalmente les invitó a que aprendan a escuchar, diciendo que es un ejercicio básico… puso un ejemplo recordando los años estudiantiles: «como aprendimos en la primaria, mientras que el otro habla yo me callo», insistió diciendo que no hicieran lo contrario: uno grita, el otro grita, los dos gritaron y no se escuchó nada. Con ello les invitó al diálogo en pareja. Les dijo en el kínder se solía decir: «Un candadito nos vamos a poner, el que se lo quite va a perder». Terminó diciendo: «Por eso parejas, aprendan a escuchar, a escucharse primero ustedes dos. Otra cosa más, hombres, confíen en lo que su mujer les está diciendo, mujeres, confíen en lo que su marido les está diciendo, la confianza es otra de las virtudes necesarias para su matrimonio». Les insistió en custodiar su matrimonio.
Fue una homilía rica en cada una de sus palabras, la sencillez y el humor hicieron que el mensaje transmitido llegara a los corazones de los oyentes.
Al finalizar la celebración invitó a las parejas a que consagraran su matrimonio a la Santísima Virgen María para que Ella interceda por cada uno de su matrimonio, por cada una de sus familias.
Colaboradores:
Sandra Mendoza
Christian Vargas
Jorge Vargas