El Lobo, El Marqués, Qro., 12 de enero de 2020.
El día 12 de enero de 2020, el Pbro. Israel Arvizu Espino, por delegación de Mons. Mario de Gasperín Gasperín, presidio la Santa Misa en la comunidad de El Lobo, perteneciente a la Parroquia de San Alfonso María de Ligorio del Decanato de San Pedro Apóstol, La Cañada, ubicada en el municipio del Marques, Qro., en la cual un grupo de 40 niños y jóvenes recibieron por imposición de las manos y la unción con el Santo Crisma, el Sacramento de la Confirmación, en donde reciben el Don del Espíritu Santo en plenitud, para continuar así su crecimiento en la fe cristiana, una vez que fueron preparados para ello, y de lo cual dio testimonio el Párroco Pbro. Martín Felipe Reséndiz Salinas y quien también concelebro esta Santa misa.
En el Momento de la Homilía el Padre Israel les comento diciendo: “Me complace mucho poder saludarle a cada uno de ustedes, de modo particular al señor cura, padre Martín, un saludo a todos ustedes de parte de Mons. Mario de Gasperín Gasperín nuestro Administrador Diocesano, muchos motivos nos reúnen en este día y nos congregan para celebrar nuestra fe. Hace unos días celebrábamos el gran misterio de la encarnación del hijo de Dios con la Navidad y durante todos estos días hemos venido saboreando, y que hoy llega a su culmen con esta gran fiesta del Bautismo del Señor; al mismo tiempo en este contexto de celebración de nuestra fe, hoy nos alegramos por la Confirmación de estos niños de estos adolescentes, un Sacramento que Confirma la gracia que se recibió en el Bautismo, y por eso se llama Confirmación y también de un modo muy particular 70 años desde que sus padres pusieron la corona, hermosa corona en las sienes de nuestra madre y Reina, Nuestra Señora de Guadalupe.
Quisiera que contemplaramos el misterio que hoy celebramos, Jesús va con Juan el Bautista y le dice “yo también quiero bautizarme”, ¿Cuál es la trascendencia y la importancia de este acontecimiento? -en primer lugar, entender y descubrir que es algo que Dios quiere, ante la negación de Juan, Jesús le dice: “haz lo que ahora te digo, por qué es necesario que así cumplamos todo lo que Dios quiere”. Y ¿Qué es lo que Dios? -quiere Dios que todos seamos sus hijos, y hermanos esta es una gran novedad, este es un misterio que debe llenar nuestra vida, es una noticia que debe satisfacer nuestro corazón, pensándolo bien ¡no es poca cosa, que Dios quiera que seamos sus hijos!
El proyecto de Dios es, que todos lo conozcan y que todo lo amén y este proyecto comienza precisamente por la vida nueva que él nos da, Jesús se bautiza, no porque haya tenido pecados, se bautiza, porque quiere indicarnos el camino para que todos aquellos como él, también pueden llamarse y ser hijos de Dios, esta es la noticia del Evangelio que hoy quiere darnos a cada uno de nosotros; a veces el corazón, la vida, nuestra persona sufre por muchas situaciones, hoy el Señor quiere regalarte esta gran esperanza, esta gran alegría, esta gran certeza; Jesús al bautizarse está diciendo: “Así como yo, quiero cumplir la voluntad de Dios, así también cada uno de ustedes, -levante la mano los que están bautizados, -ojalá que cada uno de nosotros, sepamos el día que nos bautizamos. Porque esa es la fecha más importante en la vida de la persona, en mi caso ni siquiera que soy sacerdote.
Hermanos nada se puede comparar con esto ser y llamarnos hijos de Dios, es la verdad y la certeza que tiene que mover nuestra historia, que tiene que mover nuestra vida y a veces dices: “mi vida no sirve para nada, caer en la cuenta de que eres hijo de Dios y eso te devolverá a tu vida el motivo para seguir viviendo, un motivo para seguir esperando, ¿qué quiere Dios? -que vivas como su hijo.
Dice el texto del Evangelio: que una vez bautizado, se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que descendió sobre él, como una paloma y fíjense lo maravilloso que sigue y se oyó una voz que salía del cielo que decía: “Este es mi hijo amado en quién tengo mis complacencias”, la segunda razón por la que Jesús se bautizó es, para que el mundo sepa que él es el hijo amado, ¿saben cuál es lo más grandioso? -que aquello también ocurrió el día que nos bautizaron a nosotros, el día que el sacerdote te bautizó a ti, aunque tus papás y padrinos no lo vieron también se abrió el cielo y también se oyó una voz que dijo: “Este es mi hijo amado”.
Hermanos, Dios nos ama, Dios te ama a ti, ¿Por qué? -simplemente porque nos ama, el amor así es, no necesitamos hacer nada, ni decir nada, para que alguien te ame, el amor es gratuito; hermanos creámosle a Dios, creámosle que somos la pupila de sus ojos, que somos el niño consentido, creámosle que nos ama; indudablemente que esto debe tener una respuesta, Jesús la dio ¿Cuál fue la respuesta que Jesús dio? -vivió como hijo de Dios, al grado que cumplía los mandamientos, al grado que nos amó hasta el extremo, ¿qué motivó a Jesucristo a vivir como hijo de Dios? -que era un hombre lleno del Espíritu Santo, la fuerza que nos mueve para hacernos vivir como hijos de Dios se llama Espíritu Santo, ese espíritu que recibimos en el Bautismo y que hoy estos niños y jóvenes van a recibir, Dios nos regala su Espíritu, ¿para qué? -para que vivamos como hijos de Dios, hombres del Espíritu que irradiamos a Cristo.
Cuando nos bautizaron, el padre que nos bautizó nos puso en la cabeza un aceite perfumado, Crisma, ¿Por qué? Porque nos infundió el Espíritu Santo, Jesús será ungido de Dios, Tú también eres el ungido de Dios, estos niños que hoy se confirman serán los Ungidos de Dios, ¿Porque el Crisma tiene perfume?, porque, así como el perfume es para que huela, así al acercamos al Crisma, vamos a oler rico, de la misma manera tenemos que oler los cristianos. ¿Hermanos tu vida es un aroma agradable a los demás?, ¿sus costumbres son costumbres según el estilo de la vida del hijo de Dios? o por el contrario olemos a aceite rancio, o de lo contrario somos hijos desobedientes la invitación de la Palabra de Dios, hoy es a vivir y aportarnos como hijos de Dios, a un papá no le gusta que su hijo se porte mal, ¿o sí?, -desde luego que no, a un papá le agrada y se siente orgulloso de su hijo cuando vive conforme a lo que le ha enseñado. Hermano que la celebración de este día, nos permita a todos tomar conciencia de que somos hijos de Dios y que esto nos lleve a tomar conciencia cada día más, de que nuestra vida está llamada a ser una vida al estilo de Jesús.
Otra hermosa alegría y otra hermosa verdad es, que también tenemos una madre sé que ustedes aman mucho la Virgen María, ella no es cualquier mujer, para ustedes y para nosotros es la madre de Dios y también madre nuestra; así nos la entregó su hijo en la cruz: “he allí y a tu madre, he ahí a tu hijo” y ustedes sus padres han elaborado esta hermosa corona, ¿porque ponemos una corona en las sienes de la Virgen?, no es un adorno, es un decirle: “madre te reconozco como señora mía, como madre mía, peguemos nuestra vida a la corona y en vez de esas piedras preciosas que tenga el sentido de ser un buen hijo, portándote bien, respetando a tu esposa, respetando a tu marido, siendo un buen estudiante, dejando de andar de borrachito, siendo puntual, siendo trabajador, siendo un hijo de María.
Queridos hermanos, debemos sentirnos orgullosos de que el Señor nos llame sus hijos, debemos sentirnos dichosos de que la Virgen María nos diga: “hijito, ¿no estoy yo aquí que soy tu madre”? Quizá en la vida no nos ha ido tan bien, sin embargo que al salir hoy de esta celebración Eucarística, tomes conciencia, lo pasado es pasado, en adelante sintiéndote hijo de Dios e hijo de la Virgen María, cambia tu historia, cambia tu entorno, cambia tu familia; pidámosle al Señor que nos convenzamos de que somos hijos del Espíritu Santo, que somos poseedores del Espíritu Santo, a veces pareciera que el Espíritu Santo no está en medio de nosotros. ¿Quién de ustedes tiene al Espíritu Santo? – creo que todos lo tenemos traduzcamos la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, viviendo como hijos de Dios. Que así sea.
Al terminar la celebración, el Padre Martín le agradeció al Padre Israel su visita y felicito a los papas, padrinos y estos niños que hoy confirman su fe el Señor, para dar testimonio de ella en sus ambientes.