(CODIPACSQRO) En el 66 aniversario de la coronación de la bendita imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe en El Lobo, comunidad de la Parroquia San Alfonso María de Ligorio, los fieles renovaron su amor y filial devoción a la Reina de los Mexicanos en compañía del señor obispo don Faustino Armendáriz Jiménez, que trajo a la comunidad la bendición y regalo del Espíritu Santo a treinta niños, que fueron catequizados adecuadamente.
Este 10 de enero, en la fiesta litúrgica del Bautismo del Señor, los fieles recibieron el agua bendita al iniciar la Santa Misa en memoria del bautismo recibido, y recordaron el compromiso de fidelidad al Espíritu Santo. El agua bendita es usada con fe para el perdón de los pecados, alcanzar la ayuda de la gracia de Dios ante la enfermedad y las asechanzas del enemigo.
Monseñor Faustino en la homilía explicó cómo el gran tesoro del Espíritu Santo que reciben es el mismo que recibió Jesús y dice: “tú eres mi hijo predilecto en quien pongo mis complacencias”. Invitó a reflexionar como Dios está orgulloso de nosotros y debemos considerar si estamos en condiciones de ser orgullo de Dios. El pecado nos condena a estar lejos de Dios y debemos procurar su gracia, esto es una tarea de todos los días. En tanto, el ser dignos hijos de Dios nos llena de la vida de gracia, que se sustenta en la Palabra de Dios y la oración.
Con motivo de la renovación de la coronación de la bendita imagen de la Virgen de Guadalupe exhortó a todos y en especial a los confirmados, a ser parte de esa corona que adorna y acompaña la belleza de nuestra Madre del cielo.
El señor cura Pbro. Martín Felipe Rodríguez presentó a los candidatos a recibir el sacramento de la Confirmación, agradeció al señor obispo su cercanía, y a los fieles la organización y celebración para honrar a la Santísima Virgen.
Ya de regreso a la ciudad episcopal el señor obispo saludó en la cabecera parroquial en Amazcala a los 200 participantes de la comunidad de La Griega, que participaban en un retiro de evangelización de fin de semana. El obispo de Querétaro les animó a seguir adelante juntos, a conservar la alegría en su rostro después del encuentro con Cristo, a ser inteligentes en las cosas de Dios, a dar testimonio del amor de Dios que cambia las vidas y a seguir asumiendo el compromiso evangelizador adquirido por el bautismo.
Jorge A. Rangel Sánchez