63 AÑOS DE ERECCIÓN DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA, ESPERANZA, COLÓN QRO.

10 de noviembre… pero del año 1957, Hace 63 años
Erección Erección de la Parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza, Esperanza, Colón Qro.
Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga.
Tomado de: Solís de la Torre, Jesús. “Municipio de Colón”, Gobierno del Estado de Querétaro 1997, Pág. 282-285. Bárcenas Martínez, Leopoldo. Crónica de la Fundación de la Parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza. La Esperanza, Colon, Qro., a 10 de Noviembre de 2007.
En Suroeste del municipio de Colón Qro., al pie de un cerrito de rocas desnudas y junto a una amena arboleda que sobrevive a lo que fue una huerta cuando el agua de su manantial abundaba. Encontramos la comunidad de La Esperanza. El caserío lo formaban las casitas sencillas de los ejidatarios y sus hijos, distribuido en dos grandes secciones la del noroeste y las del sureste, las calles o callejones son angostos y quebrados, al parecer no se hizo trazo para ubicar las casas las cuales eran simples jacales de piedra y Iodo techados de paja o tejas de barro, sus bardas o tapias eran cercas de piedra sobrepuesta en seco o de cactáceas conocidas regionalmente con el nombre de «órganos».
En el centro del pueblo, están al oriente: La Iglesia de Nuestra Señora de la Buena Esperanza es de arquitectura elegante y esbelta, en su conjunto, la construcción es sumamente sencilla, apreciándose en la fachada sus dos torres gemelas, de un solo cuerpo cada una, obra del queretano Don Lorenzo Corona. Construido en del siglo XVIII el templo de la Señora de la Buena Esperanza es parte de la exhacienda que hoy conforma la comunidad de la Esperanza, en el municipio de Colón.
La Hacienda de Nuestra Señora de la Buena Esperanza, se remonta hasta el siglo XVII, y era seguramente como todas las haciendas de la época un reflejo de la situación social que prevalecía no solo en Querétaro, sino en todo el México de los siglos XVII, XVIII, XIX.
Se tienen datos de que al finalizar el siglo XVIII era su propietaria Doña Juana Tello de Aguirre, está la heredó de su hija Doña Luisa Aguirre Tello quien la vendió en $14,500.00 (catorce mil quinientos pesos) al capitán Don Antonio Martínez de Lejarza, después paso a ser propiedad de Don José Frías esposo de Doña Ma. Josefa Vergara quien quedó como única dueña al enviudar en 1798, poseyendo además un gran capital de aquella época. En aquel tiempo la hacienda de La Buena Esperanza incluía: Urecho, La Ceniza, El Blanco, San Vicente, El Coyote (hoy San Ildefonso) Viborillas, Galeras-La Caja y Peñuela, es decir toda la planicie del sur colones. Doña Josefa no tuvo hijos, pero era cristiana caritativa, por esto en su testamento heredó todos sus haberes, toda su hacienda a los huérfanos y a los pobres, dejando como albacea al Honorable Ayuntamiento de la Ciudad de Querétaro. Murió el 21 de julio de 1809, entonces el Ayuntamiento se encargó de formar el hospicio ideado por la benefactora, pero la guerra de Independencia Nacional y las demás del siglo XIX impidieron la realización deseada. En tiempo de la Guerra de Reforma año 1856 el gobierno rentó en diez fracciones La Hacienda, por cuyo motivo hubo quien propuso en 1867 y en 1916 recuperar esos bienes de los pobres, pero no se ha logrado aún.
Esta dama ilustre se preocupó no sólo por las necesidades materiales de las gentes sino también de su auxilio espiritual, proporcionando a la hacienda de La Esperanza la presencia de un sacerdote que acudía no sólo a decir misa sino también a dar catecismo a los niños e instrucción a los adultos.
Ya en los inicios del siglo XX y siendo la Hacienda propiedad de las señoritas María y María de Jesús del Llano se mandó construir la actual capilla (en ese momento de uso particular) la cual fue terminada el año de 1909.
En el año de 1921, siendo ya su propietario el Sr. Lic. Manuel Septién y Septién, se terminó el decorado que él ordenara realizar. Cabe señalar que a La Esperanza nunca le falto la celebración de la misa dominical, realizándose por el Sr. Cura de la Parroquia de San Francisco, Colón, a la cual pertenecía esta comunidad y su zona de influencia, el llamado «plan de Colón».
En los años más difíciles de persecución religiosa fue atendida por los Presbíteros Ignacio Flores, Ramón Concha y Carlos García, todos ellos de feliz memoria. Siendo Párroco el Sr. Cura Don Jesús Frías puso especial empeño en atender a la feligresía. Un domingo asistía él y él otro su Vicario. El Sr. Cura Frías, viendo la necesidad de auxiliar a los enfermos con la extremaunción y a los niños con el sacramento del bautismo decidió construir una pila bautismal y dejar al Santísimo en el Sagrario, esto ocurrió en Diciembre de 1945 siendo precisamente al Padre Carlos García, con residencia en Querétaro a quien se dio autorización para atender a la comunidad.
Se recuerda con respeto y gratitud a los Señores Curas: Jesús Frías, Gonzalo Cosio, Benjamín Serrano, Antonio Estrada y J. Carmen Espino, todos ellos de feliz memoria, trataron de asistir a la feligresía del «Plan» pero era imposible, pues la Parroquia de San Francisco, Colón, abarcaba desde el Zamorano hasta Salitrera y desde Colón a Santa Rosa, San Ildefonso y Viborillas, la parte alta lindaba con Guanajuato bajando por Tolimán dando vuelta por Bernal, Ezequiel Montes, Pedro Escobedo cerrando el límite por La Cañada.
El Padre Antonio Estrada, siendo Párroco, organizó en Abril de 1953 unas misiones parroquiales en Colón y La Esperanza, fueron dadas por los Padres Jesuitas, surge la idea de fundar aquí una Vicaria fija o una Parroquia que deslindada de Colón pudiera atender a toda la feligresía del «Plan».
Se obtuvo la donación o facultad del uso del Templo, pues era propiedad de la Ex-Hacienda y había la circunstancia de que la única entrada era precisamente por la puerta principal. Después de deliberar, acordaron que sería «Ntra. Señora de la Esperanza», para que no perdiera su nombre.
El 10 de noviembre del año 1957, la capellanía fue erigida en parroquia siendo su primer párroco el Padre Manuel González Luque, el Excmo. Sr. Marciano Tinajero y Estrada VI Obispo de la Diócesis de Querétaro, firmo el Decreto de Erección, pero no la vio nacer, el Excmo. Sr. Marciano Tinajero murió en la ciudad de Querétaro el 27 de octubre de 1957.