Col. Hércules, Querétaro, Qro. 5 de Diciembre de 2017.
La Comunidad parroquial de la Purísima Concepción, ubicada en la Col. Hércules, Querétaro, Qro., recibió la visita de Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, la tarde del 05 de Diciembre del 2017, quien tuvo a bien presidir la Sagrada Eucaristía, con motivo del 63 Aniversario de la Coronación Pontificia de la Imagen de la Santísima Virgen en su advocación de la Purísima Concepción, presidieron esta Santa Misa , los Sacerdotes Formadores del Seminario Conciliar y el Párroco, Pbro. Joel Galván, participaron también los jóvenes seminaristas del Seminario Conciliar Diocesano, así como un gran número de fieles, quienes expresaron su devoción y fidelidad a la Madre de Dios. Al inicio de la celebración, el Sr. Obispo dijo:
“Nos reunimos Para celebrar esta Acción de Gracias, a La Purísima Concepción, que se manifiesta en esta fiesta, ustedes como fieles creyentes, seguidores de Jesús que tanto aman a su Madre, Nuestra Madre, la Santísima Virgen María, viven con intensidad estos días que esta alegría se traduzca en un gran amor.
La iglesia nos convoca con un deseo de servir a Jesús porque siempre María nos tiene que llevar a Jesús, presentamos a esta comunidad parroquial por esta característica que tiene de amar tanto a nuestra Santísima Virgen María, de dar testimonio de vida; elevemos nuestra oración por todas las familias, por todos los enfermos, por su intercesión iniciamos la celebración. En su homilía Mons. Faustino, expresó:
Saludo a cada uno de los sacerdotes que nos acompañan, especialmente al Rector del Seminario y a los Formadores que juntos junto con los seminaristas de nuestro Seminario Mayor, están aquí, para dar testimonio de veneración y amor a la santísima Virgen María, junto con la comunidad, como sin duda lo harán a lo largo de su vida.
Saludo a los Agentes de Pastoral, de una comunidad que conserva muchas tradiciones pero sobretodo se conserva su fe, cada día con los procesos de evangelizadores que se van generando impulsados por el sacerdote y por todos ustedes que colaboran en este caminar a la luz del Plan Diocesano de Pastoral, para hacer realidad que nuestra Iglesia Diocesana y nuestra parroquia sea una iglesia en “Salida misionera y de puertas abiertas” qué mejor que este tiempo de adviento para venerar a María, para recordar y para sentir su presencia que camina con nosotros, María en el Adviento es la madre de la esperanza, esa que en oración proclamamos cuando rezamos le salve , señora y esperanza nuestra, hoy en el evangelio encontramos. Este hermoso diálogo que requiere una gran fe y una gran responsabilidad por parte de aquel que lo realiza cuando habla con Dios, María está hablando con Dios porque el ángel, el Arcángel es presencia de Dios, cuando aparece en la Biblia, cuando se habla con el Ángel se habla de Dios; porque los ángeles son mensajeros de Dios.
Y en este diálogo lo que destaca desde un inicio es el hermoso saludo “llena de Gracia eres María, El Señor está contigo” ciertamente quizás sea una frase antigua porque la rezamos en el Ave María , pero cuando María recibe ese anuncio de Dios, se pregunta ¿qué quiere decir aquel saludo? porque no lograba entenderlo del todo, por eso se turbo de la grandeza y trascendencia del saludo, en el saludo, en las visitas de Dios, Dios trae la misión y así era, y María lo sabía porque María no improviso este diálogo, María era una mujer de oración, María no se asustó, María se turbo, porque a Dios no hay que entenderlo, hay que creerle y María le cree a Dios; por eso, enseguida el Ángel le explica la grandeza de la misión. ¿Cómo puede ser esto, yo permanezco virgen? yo me he consagrado a Dios, me he ofrecido totalmente al Señor en la oración, me he separado para él, María concebirá sin mancha, por eso, es La Purísima Concepción, ella quiere que Dios le ilumine el camino y así lo hace; “aquel que va a nacer de ti es obra del Espíritu Santo”.
Hermanos creo que los diálogos con Dios que podamos hacer que tengamos en la oración, Dios nos puede hablar, sin duda. SI no hemos descubierto la misión que tenemos nuestra vida, nuestra comunidad, de nuestra iglesia, será porque no dialogamos con Dios, será la causa la debilidad de nuestra fe, me refiero a todos, cada uno de nosotros; respondámonos si ¿nuestros diálogos con Dios son permanentes? Sino los improvisamos, cuando alguien le da flojera, le da trabajo orar, es que no hace ejercicios de oración, a orar se aprende orando.
María cuando teje aquel hermoso canto del Magníficat, lo hace de la manera más natural y espontánea, de tal manera que canta las maravillas que Dios ha hecho en su vida, no inventa cosas extras y palabras rebuscadas, “se alegra mi espíritu en Dios mi salvador, ” eso que hace no me quede solo, requiere para ese que yo miro la historia y lo miró con esperanza con esas manos de la esperanza de que el mundo pueda transformarse hoy en este diálogo ese texto aquella que era estéril va a dar a luz un hijo aquella mujer consagrada y virgen va a dar a luz un hijo porque Nada es imposible para Dios.
Hermanos encomendemos las limitaciones de nuestra persona cuando sintamos las angustias que provocan nuestros errores, cuando experimentemos que a veces no tiene sentido, ni salida los pasos que vamos a dando, miremos a Dios, introduciéndonos en la oración con este Evangelio de San Lucas y mirar ahí lo que Dios nos dice en San Mateo también “nada hay imposible para Dios”.
Le pedimos a la Santísima Virgen María, qué al ser coronada también tome lo que nosotros somos, quién soy yo, tomé mis frutos pero también mis debilidades en sus manos y consagramos a esta comunidad y permanentemente a nuestra Diócesis de Querétaro, para que caminemos siempre contemplando lo que le dice la Virgen “hágase tu voluntad en mí Según tu palabra” es decir la expresa con su palabra, por su actitud y con su vida que quiere hacer lo que Dios le pide, quiere agradar a Dios.
Creo que este es el destino final, “no hay imposibles para Dios” nuestra diócesis de Querétaro puede agradar a Dios, nosotros consagrados podemos agradar a Dios, ustedes Agentes de Pastoral, todos los creyentes podemos agradar a Dios, haciendo sonreír a la virgen y proclamándonos como los discípulos misioneros de su Madre Santísima.
Que el Señor nos ayude, que está coronación de la Santísima Virgen María, nos Recuerde lo que ella es, Nuestra Reina, que ella es quien nos lleva al encuentro con su hijo Jesucristo, para que lo tienes que decir “hágase” en medio de tantas pruebas, caminos desviados, para que al contemplar a María, contemplemos la imagen y veremos que ahí está el demonio, está vencido está bajo los pies de María, pero está determinado a seguir haciendo la lucha, pero nosotros tenemos la certidumbre de que María nos defiende y de que María nos ayude a rebotar todos los ataques del maligno de nuestra vida cristiana, Por fe, pues vivamos esta celebración dedicada a la santísima Virgen María en su advocación de La Purísima Concepción”.