Santa Iglesia Catedral, 28 de Abril de 2016.
“Gracias por ser un Sacerdote alegre, entusiasta y espontaneo, gracias por su testimonio creíble del amor a Dios”
En un clima de gozo y de inmensa alegría, la tarde del jueves 28 de abril, se llevó a cabo la solemne celebración de acción de gracias por el don del ministerio sacerdotal conferido al Pbro. J. GUADALUPE MARTÍNEZ OSORNIO hace 50 años, por el Sr. Obispo Alfonso Toris Cobián.
El Excmo Sr. Obispo Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidió la Eucaristía en compañía de Mons. Víctor Sánchez Espinoza, Arzobispo, de Puebla; Mons. Rogelio Cabrera, Arzobispo de Monterrey; Mons. Florencio Olvera, Obispo emérito de Cuernavaca; Mons. Mario de Gasperin Gasperin, Obispo emérito de Querétaro y gran parte del presbiterio diocesano, que en compañía de familiares y amigos mostraron en comunidad un especial agradecimiento a Dios.
Al explicar la palabra de Dios nuestro Sr. Obispo expresó: «El Sacerdote es el elegido de entre los hombres, para servir al pueblo en las cosas de Dios. Por tal razón, al celebrar esta acción de gracias, el salmo 95 nos sugiere realizar la acción más noble que los hijos de Dios podemos hacer <Cantar las grandezas del Señor>».
«Orar por los sacerdotes es la mejor manera de entender que es ahí donde se gesta la fuerza y el sustento espiritual, de quienes nos guían y nos conducen a Dios. Es ahí donde cada sacerdote de rodillas ante el sagrario, fragua una vida apostólica y misionera».
Nuestro Sr. Obispo sugirió tres acciones que en 50 años han caracterizado la vida sacerdotal del padre ‘Lupe’, mismas que podemos adoptar para que, unidos en la fe oremos por toda la Iglesia.
«Queridos hermanos: Cantar, proclamar y adorar, son tres acciones que nos ayudan a unirnos perfectamente con la acción de gracias por el sacerdocio en la vida de nuestra Iglesia y nos ayudan a entender que vale la pena ser Sacerdote».
«Estas tres acciones han estado de manera transversal, en la vida ministerial de Mons. Guadalupe a lo largo de estos 50 años. Desde la mañana del 26 de Marzo de 1966, en que fue ungido como Sacerdote de Jesucristo, inició un itinerario centrado en mostrar los misterios de Dios en la vida y en la persona de numerosos fieles».
Se hizo mención además, de los cargos y las parroquias en los cuales ha ejercido su servicio sacerdotal.
- San Miguel Arcangel, en San Miguel Palmas, Peña Miller, Qro.
- La Purísma Concepción, en la colonia Hércules, Qro.
- La Divina Providencia, Ezequiel Montes, Qro.
- Santiago Apóstol, Querétaro, Qro.
- Santa Iglesia Catedral, Querétaro, Qro.
- Maestro en el Seminario Conciliar de Querétaro.
- Secretario Ejecutivo en la CEM, (Conferencia del Episcopado Mexicano) Comisión de Pastoral Litúrgica.
- Colaborador cercano con los obispos Diocesanos de Querétaro, mediante su consejo pastoral.
Al término de la homilía, nuestro pastor diocesano externó: «Gracias Monseñor, por ser un sacerdote alegre, entusiasta, espontaneo, pero sobre todo por ser un sacerdote con un testimonio creíble del amor de Dios. Siga siendo para nosotros el maestro que nos oriente para ahondar en el misterio pascual de Cristo. Siga siendo un sacerdote que ame la hermosa vocación con la cual el señor le ha distinguido».