A 50 años de haber contraído nupcias la señora Irene Galván y el señor Tomás Silva se hicieron presentes en la capilla de la casa de retiros Jesús Sacerdote de los Misioneros del Espíritu Santo para refrendar su compromiso matrimonial contraído el 22 de diciembre de 1962.
Acompañados de sus siete hijos, nueras, yernos, una hija religiosa y catorce nietos fungiendo como testigos nuevamente reafirmaron sus votos de amor ante el Todopoderoso como la primera vez, haciendo hincapié de amarse y respetarse en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe.
El sacerdote en la homilía les hizo notar que son claro ejemplo de que hoy todavía es posible creer en el sacramento del matrimonio.
Cada una de las familias formadas por sus hijos e hijas dirigieron palabra de agradecimiento y amor a sus padres y al mismo tiempo dieron gracias al creador por haberlos soñado en esta familia.
En el Catecismo de la Iglesia Católica podemos leer: «La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados» (CIC, can. 1055,1)
Dios bendiga a Irene y a Tomás por este aniversario de amor matrimonial.