Jaime Septién | Abr 04, 2017
Cerca de 200 jóvenes de Panamá y de Centroamérica, así como de México, recibirán la cruz y el ícono de la Virgen, símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), de manos de jóvenes polacos.
La última y la próxima JMJ –Polonia y Panamá—estarán unidas bajo el símbolo más querido del Papa Francisco el próximo 9 de abril, Domingo de Ramos, en el marco de la Misa presidida por el Santo Padre y la Jornada de la Juventud de la Diócesis de Roma.
Es el banderazo de salida de la siguiente JMJ, a celebrarse en Panamá en 2019. Por ello, la entrega de la cruz y el ícono de los jóvenes polacos a los panameños será atestiguada por José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá y el cardenal José Luis Lacunza, obispo de David.
Confiados por San Juan Pablo II
Durante la Misa del Domingo de Ramos, los jóvenes polacos entregarán a 25 jóvenes de Panamá y uno de cada país centroamericano y de México, la cruz y el ícono de la Virgen que el Papa San Juan Pablo II confió a los jóvenes del mundo cuando nació la Jornada Mundial de la Juventud.
La Cruz de la JMJ fue confiada por San Juan Pablo II a los jóvenes de todo el mundo en el año 1984 cuando la Iglesia conmemoraba el Año Santo de la Redención.
En aquella ocasión el santo Pontífice expresó: “Queridos jóvenes, al clausurar el Año Santo os confío el signo de este Año Jubilar: ¡la Cruz de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención”.
Como preparativo al Domingo de Ramos en San Pedro, se realizará, del 5 al 9 de abril, el encuentro internacional “De Cracovia a Panamá, el sínodo de los jóvenes”, en el que se abordará el tema de la pastoral juvenil tal y como la desea el Papa Francisco; una juventud “que arme lío”.
En Panamá la esperan
Panamá espera la llegada de la cruz y el ícono de la Virgen con una vigilia juvenil en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, que estará marcada por el rezo del Rosario, una explicación del significado de la cruz y el recorrido que ha realizado desde el inicio de la JMJ hace más de 30 años, la celebración eucarística y encuentros culturales.
La cruz -también llamada “Cruz del Jubileo”, “Cruz Peregrina”- acompaña el camino preparatorio de las Jornadas Mundiales de la Juventud desde el momento en que San Juan Pablo II la confió a los jóvenes.
El ícono de la Virgen es el de Nuestra Señora ‘Salus Populi Romani’, cuyo original se encuentra en la Basílica de Santa María La Mayor de Roma, donde se venera. Ella fue entregada a los jóvenes, también por Juan Pablo II, durante la celebración diocesana de la JMJ en Roma en el año 2003.
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