El 13 de agosto…. Pero de 2008 Hace 12 años.
ERECCIÓN de la Parroquia de NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, Bravo. Corregidora, Qro.
Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga.
Al comenzar la dominación española, la Corona dio a los conquistadores la tierra como recompensa por sus servicios mediante la merced real. El virrey o la Real Audiencia, cuando gobernaba, eran quienes en nombre de Su Majestad concedían las mercedes, de ahí el adjetivo de reales. Las mercedes constituyen los títulos primordiales de la formación de la propiedad privada en Querétaro. Los soldados de más alto rango paulatinamente llegaron a convertirse en auténticos señoríos semifeudales llegando, incluso, a consolidarse como la propiedad rural más característica del México Novohispano y pilar de la economía colonial.
Los terrenos que ocupa la hacienda de San Joaquín de la Cueva y San José de Bravo se otorgaron como mercedes reales en 1562, apareciendo en los testimonios con los nombres en náhuatl de Teotlzapulco y Juchitla, respectivamente. A partir de la segunda mitad del siglo XVIII hasta el Porfiriato, ambas haciendas pertenecieron a la familia Acevedo.
Posiblemente el nombre de esta hacienda se deba a Juan de Bravo, propietario en la zona de una estancia colindante de la de Sebastián de Gamboa, hacia el año de 1591. Podemos constatar la existencia de la hacienda en 1634 mediante el acta de un bautismo realizado en su capilla al lado derecho de la entrada a la capilla se encuentra una antigua cruz de cantera, a cuyo Pie se observa la fecha de 1664.
El sistema hacendario virreinal logró sobrevivir con éxito hasta los primeros años del siglo XX, periodo en el que la inconformidad social se vio canalizada en el movimiento revolucionario de 1910, año que marca la ruptura de toda una era de latifundismo y el inicio de una nueva legislación agraria, la cual traería como consecuencia, el reparto de casi todos los bienes muebles e inmuebles de los, hasta entonces, poderosos hacendados, terminando así con un sistema semifeudal que perduró por más de tres siglos. Como resultado de este reparto agrario, la mayoría de las haciendas pasarán a convertirse en propiedades ejidales en las que, muchos de sus habitantes influenciados por odios infundados arremetieron vandálicamente en contra de las «Casas Grandes» de sus antiguos patrones.
De 1900 a 1935 la comunidad de Bravo, se caracteriza por ser eje comercial, existió el comercio semanal (mejor conocido como tianguis). Ya que las comunidades vecinas venían a surtirse para sus comidas. Desapareció como consecuencia de los conflictos sociales.
En 1940 aproximadamente, llega la maestra Petra Hurtado de Querétaro, con la escuela patronal, (daba clases en el lugar de la primaria 16 de septiembre, cuyo terreno ha permanecido hasta hoy). Daba clases de primaria; Los patrones de la hacienda la trajeron. Ella fue una gran impulsora a la devoción de la Virgen del Rosario, formó la cofradía de la Virgen del Rosario, daba también clases de catecismo y preparaba a los niños de primera comunión. Forjó a la comunidad en la educación básica y formación de la fe.
Entre 1967-1968. se construye la casa parroquial a base de cooperaciones de toda la comunidad y comunidades vecinas. Se destaca que el ladrillo puesto fue hecho por las mismas personas dando sus faenas. Al término de la construcción se bendijo la casa y se hizo la consagración del altar mayor por el excelentísimo señor Obispo Alfonso Toriz Cobián. Obispo de Querétaro.
En 1975 en la comunidad de Bravo, se establece como Vicaría fija de la parroquia de San Francisco Galileo. Con el Pbro. Juan Berumen. Entre 1985 -1988. En la comunidad de Bravo, se instalan las hermanas clarisas, en la casa parroquial, posteriormente se ubican en el Pueblito, Corregidora, Qro. el 20 de octubre de 1991. llega como residente el Pbro. Rubén Oceguera Núñez, a la comunidad de Charco Blanco.
Entre 1997 -2000 hay que destacar que la casa ahora parroquial, en los principios del colegio de bachilleres sirvió de aula de estudios, con el permiso del entonces párroco de San Francisco Galileo: Mons. Manuel Ugalde. En esta misma administración en lo que respecta a lo cultural, se establecen las casas de cultura en Bravo y la Cueva, y se dota de bibliotecas comunitarias además de éstas, el Jaral.
Desmembrada de la Parroquia de San Francisco Galileo, el 13 de agosto de 2008 el señor Obispo Don Mario De Gasperín Gasperín, erigió la parroquia, tomando como nombre oficial Nuestra Señora del Rosario, teniendo como Sede Parroquial el templo ubicado en la Comunidad de Bravo, Corregidora, Qro., fue nombrado primer Párroco el Pbro. Javier Cabrera Reséndiz. Formando parte de esta parroquia en ese entonces las comunidades de la Parroquia de San Francisco Galileo: Bravo, Charco Blanco, El Jaral, Purísima de la Cueva, La Cueva, Pita, La Cantera, Presa de Bravo, Puerta de San Rafael, San Rafael; y de la Parroquia San Miguel Arcángel, Huimilpan, Qro., las comunidades: La Ceja de Bravo, San José Tepuzas, La Nueva Joya.
El 8 de Abril de 2016, tomó posesión como segundo Párroco el Pbro. Omar Sebastián Ventura López y el 11 de Agosto de 2017 el tercero y actual párroco el Pbro. Daniel Hernández Mendieta